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» El Sur Diario
Fecha: 04/08/2025 18:32
Bruno Díaz, de 20 años, fue detenido nuevamente en Villa Constitución en el lapso de menos de 24 horas. Las aprehensiones ocurrieron el 31 de julio y el 1º de agosto, y pusieron en evidencia una vez más la preocupante combinación entre la reincidencia delictiva y la falta de respuestas efectivas por parte del sistema judicial. A pesar de su frondoso prontuario, el joven continuaba en libertad. El miércoles 31 de julio, Díaz fue interceptado por personal de la Policía de Acción Táctica (PAT) de Rosario mientras patrullaban la zona de Ruta 21 e Islas Malvinas en una de las habituales colaboraciones que realizan con la Unidad Regional VI. El joven caminaba de forma evasiva, intentó alejarse al notar la presencia policial y fue alcanzado a pocos metros. Durante la requisa se le secuestró un cuchillo de 22 centímetros y una bolsa con ocho cartuchos calibre 12 y 16 de distintas marcas. La fiscal Dra. Eugenia Lascialandare, ordenó su detención y el traslado a la Comisaría 1ª. Sin embargo, tras permanecer algunas horas demorado, recuperó la libertad. Segunda detención Al día siguiente, el jueves 1º de agosto por la mañana, volvió a ser detenido por efectivos del Comando Radioeléctrico en la esquina de Colón y Misiones, en barrio San Martín. Esta vez, los uniformados lo identificaron como el presunto autor de un ilícito ocurrido poco antes en una obra en construcción ubicada en calle Chaco al 400. Según indicaron fuentes policiales, Díaz habría ingresado al lugar con fines de robo, dejando en su interior algunas de sus pertenencias personales, lo que facilitó su identificación. La fiscal de turno, Dra. Analía Saravalli, confirmó que el joven tenía un pedido de captura activo y ordenó su detención formal. Antecedentes violentos Bruno Díaz ya había sido noticia en marzo pasado, cuando fue arrestado tras permanecer prófugo durante más de un mes por una denuncia de amenazas. En esa ocasión, un vecino lo acusó de haberlo intimidado junto a otros dos menores en barrio Bajo Cilsa, grupo denominado como “la banda de los pollitos”. Como parte de esa causa, la fiscalía ordenó un allanamiento en su vivienda y se secuestró una escopeta calibre 16.70. Pese a todo, el joven no quedó detenido. Además de la causa por amenazas, Díaz acumula antecedentes por robo, violación de domicilio, portación de arma blanca y tenencia de municiones. En uno de los hechos previos, fue sorprendido por una vecina mientras intentaba ingresar a su casa en horas de la madrugada. La repetición de estas situaciones y la falta de medidas judiciales eficaces para contenerlas genera preocupación entre los vecinos, las fuerzas de seguridad y la comunidad en general. La justicia parece no estar dando respuestas a tiempo frente a casos donde la reincidencia y la peligrosidad son evidentes. Y no es un caso aislado, sino que se suma a otros similares.
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