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  • El agua y el aceite nunca compartirán destino

    Colon » El Entre Rios

    Fecha: 03/08/2025 20:30

    LLA no es sólo la sigla de un partido, sino especialmente el acrónimo de un objetivo superior e inmediato que propuso la derecha fascistoide y antirrepublicana: Los Liquidamos Ahora (LLA). Por Rubén Pagliotto* El sábado 2/08 de 2025, en las efemérides de la UCR y de las instituciones republicanas que se publicarán para las postrer generaciones, será recordado como el día en que el más que centenario partido, por impulso y responsabilidad de una dirigencia corrompida y una recua de acríticos serviles congresales, extendió el certificado de defunción a la UCR entrerriana. A partir de aquel funesto día, el partido es sólo una maqueta vacía de contenido y sin otro objetivo que no sea el de satisfacer los deseos y necesidades políticas del nuevo conductor del partido, el “Masomenista” importado de CABA, Rogelio Frigerio, que fue quien más presionó a los gerentes medrado restablecer de la UCR para habilitar la alianza electoral con el partido anarcocapitalista liderado por Javier Milei, su hermana Tarotista y el rutilante mago del Kremlin, Santiago Caputo. Finalmente y para vergüenza de muchos, el partido de los trolls libertarios que gobiernan movidos e inspirados por las “fuerzas del cielo”, lograron ayer finalizar su trabajo de zapa haciendo que el Congreso de la UCR, por una abultada mayoría, habilitara la posibilidad de ampliar el rejunte de personas conocido como JxER, lo que tiene como destino directo y único: sumar a esa UTE ya existente a la lista violeta de LLA, so pretexto de que ese pastiche de partidos aseguraría la derrota del kirchnerismo, falacia Ad hominem berreta y desteñida, a la que los radicales con peluca, apelan empalagosamente para justificar sus vaivenes ideológicos y sus derroteros tránsfugas e incoherentes, migrando desde la profesión de fe doctrinaria de la UCR a los arcanos andariveles de la sinrazón anarcocapitalista que encarna Javier Milei, junto a sus 4 o 5 hijos caninos. De seguir así, seguramente, llegará un día en el que el Gordo Dan, Lilia Lemoine y Martín Menem (el converso de La Rioja), cerrarán un congreso de la juventud radical, con la exposición magistral de liberalismo libertario minarquista de Berti Benegas Lynch, aunque parezca ésto una exageración efectista desproporcionada, como alguna vez fue la hipótesis como ejercicio conjetural, de que sería posible que la UCR se aliara con el partido de Milei. Y sin embargo ocurrió, a pesar del esfuerzo inhumano que muchos hicimos para evitar que este Radicalicidio ocurriera. Está claro que los políticos, sobre todo los que gerencian la UCR, parecen ciegos ante a esta fractura entre la sociedad y la política, y sólo ven “cargos posibles", dicho en clave de puente con la crisis que detonó el sistema político hace ya dos décadas y media. "Son incapaces, como los de 2001, de leer que el ausentismo en la participación electoral es un síntoma de su fracaso", como se dijo desde el colectivo de inlelectuales “Las Fuerzas de la tierra”, refractario a Milei. En el congreso de ayer, a pesar de las intervenciones fuertes y muy bien fundamentadas de los férreos opositores a una alianza con las fuerzas libertarias, la suerte ya estaba echada en favor de ir juntos con LLA, y claramente eso se notó al obturar la posibilidad de que hablaran más congresales, sobre todo aquellos que representaban la voz contraria a que la UCR se pinte de violeta. Se impuso claramente la cantidad sobre la calidad, primando las miserables conveniencias de muy pocos, sobre las convicciones de muchos. No hubo de parte de los radicales con peluca, ninguna posición clara y contundente que tuviera peso específico real para enmendar la plana de quienes sosteníamos lo contrario. De todos modos nos resta jugar la jornada del domingo 10/08, en la que los afiliados, en elecciones internas cerradas, elegirán los candidatos de la UCR para las cámaras de Senadores y Diputados Nacionales. Allí se verá el último capítulo de esta trágica y desteñida etapa por la que atraviesa el partido dentro de un contexto social también anómico y sin rumbo claro. Como bien dijo con su acostumbrada lucidez y filosa pluma el joven radical Alejo Rios en un artículo de su autoría: “Si un radical cree que puede ser libertario sin dejar de ser radical, está equivocado. No confundamos: hay mezclas que no se producen ni por voluntad ni por conveniencia, porque su naturaleza lo impide. El agua y el aceite pueden convivir en el mismo vaso, pero nunca se abrazan; flotan, se evitan, se repelen. Así también ocurre con el radicalismo de Alem e Yrigoyen y el libertarismo anarcocapitalista que hoy se agita como estandarte de ocasión. Quien afirme que son compatibles, o no conoce la historia o ha decidido burlarse de ella”. Esto es lo que siento que sucedió en el Congreso del día sábado 2 de agosto de 2025 en Villaguay, por más que quieran disimularlo con gestualidad republicana, al invocarlo tergiversadamente a Raúl Alfonsín, como hizo desprolija e imprecisamente un ex vocal del STJER oriundo de Concordia o, apelando a chicanas baratas y de muy baja estofa como las de un diputado provincial al que apodan como un simio pequeño o con frases de escaso coturno intelectual, pretendidamente justificadoras de tan insensata como indigna decisión. Para epilogar estas líneas, lo vuelvo a citar al correligionario Alejo Ríos, cuando en su artículo titulado: “Radical y libertario, asunto separado”, remata su desarrollo crítico de los mercaderes de la política: “esta plasticidad ideológica, presentada como astucia, es en realidad una renuncia: renuncia a remar contra marea, renuncia a incomodar al poder de turno, renuncia a sostener un proyecto de país. Cambia la república por el feudo, el ideario por el asiento, la visión nacional por la administración parcelada. Sobrevive el personaje, pero muere un poco más el partido”. Señores congresales que ayer votaron por la propuesta de alianza con LLA, señores gerentes ocasionales de la UCR que conducen esta maltrecha barca hacia la deriva sin retorno, recuerden y no digan después que no les avisamos que: “ Maquiavelo sabía que la fortuna es mutable y que sólo sobrevive quien se atreve a gobernarla; quien se deja arrastrar termina, tarde o temprano, en orillas ajenas. Y cuando eso ocurra —porque siempre ocurre— será tarde para recordar que el agua y el aceite, aunque compartan vaso, nunca han compartido destino”. *(Precandidato a Diputado Nacional por Lista 1 - Militancia Activa)

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