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  • Polémica ley de Trump para internar personas en situación de calle

    » El litoral Corrientes

    Fecha: 03/08/2025 11:35

    En silencio y con un decreto divulgado a través del sitio web de la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Donald Trump, abrió la puerta a la rehabilitación de una polémica medida que permite el retiro de personas que viven en las calles y su internación involuntaria en centros de tratamiento de salud mental o de adicciones. Se trata de la restauración del llamado “compromiso civil”, un cuestionado proceso que en los años 50 llevó al confinamiento compulsivo de homosexuales en instituciones de “salud”. Se calcula que unas 274.000 personas deambulan por las calles de los Estados Unidos, en especial en las grandes ciudades, según datos oficiales de 2024. “La abrumadora mayoría de estas personas son adictas a las drogas, tienen una condición de salud mental o ambas. Casi dos tercios de las personas sin hogar informan haber consumido regularmente drogas duras como metanfetaminas, cocaína u opioides en sus vidas. Una proporción igualmente grande de personas sin hogar informó sufrir condiciones de salud mental”, afirmó Trump en los fundamentos de su iniciativa. Qué dice el decreto firmado por Donald Trump La orden ejecutiva firmada por Trump el 24 de este mes pide al fiscal general, Pam Bondi, tomar acciones legales para revocar los precedentes judiciales y decretos que limitan a gobiernos locales y estatales a internar a los “homeless” en centros de tratamiento. No se trata de internaciones breves. El decreto menciona específicamente confinamiento de “largo plazo”, aunque aclara que los internos recibirán un “trato humano”. Además, instruyó a los departamentos de Justicia, Salud, Servicios Humanos, Vivienda y Transporte priorizar las subvenciones federales para los estados y ciudades que “hagan cumplir las prohibiciones” sobre el consumo abierto de drogas ilícitas, acampar en zonas urbanas o deambular por las calles. Para financiar su iniciativa, Trump pidió “adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la disponibilidad de fondos” a fin de “apoyar las actividades de remoción de campamentos en las zonas en las que la seguridad pública está en peligro y los recursos estatales y locales son insuficientes”. Además, pidió “evaluar los recursos federales para determinar si pueden orientarse a garantizar que los detenidos con enfermedades mentales graves no sean puestos en libertad pública”. La medida busca “acabar con la delincuencia y el desorden en las calles”. De qué se trata el “compromiso civil” El internamiento civil involuntario ha sido muy cuestionado a lo largo de la historia reciente del país. A mediados del siglo XX se usó como método preventivo para confinar a personas capaces de hacerse daño a sí mismas u a otras personas. Pero en ese combo, según advirtieron activistas de derechos humanos, cayeron grupos vulnerables como LGBTQ+ y personas con discapacidades, en su mayoría afroamericanos. De hecho, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría consideró a la “homosexualidad” como un trastorno mental hasta 1973. Un estudio de 2010, citado por el sitio estadounidense Axios, reveló que más de 500.000 personas fueron internadas en centros de tratamiento de salud mental en la década del ´50. Entonces, las personas con problemas psiquiátricos solían ser encarceladas por vagancia junto con delincuentes. El número se redujo a 30.000 en los años ´90. Otro informe de 2022, también mencionado por Axios, señaló que los afroamericanos tienen más probabilidades que los estadounidenses blancos de ser internados en forma compulsiva en una institución mental. Las internaciones involuntarias deben ser ordenadas por un juez, pero los criterios varían en cada uno de los 50 estados de la Unión. Sin embargo, todos coinciden en mencionar enfermedades mentales, discapacidades del desarrollo y problemas de abuso de sustancias que representan un peligro para ellos mismos o los demás. “El traslado de las personas sin hogar a instituciones de larga estancia para que reciban un trato humano mediante el uso adecuado del internamiento cívico restablecerá el orden público. Entregar nuestras ciudades y ciudadanos al desorden y al miedo no es compasivo ni con las personas sin hogar ni con los demás ciudadanos. Mi administración adoptará un nuevo enfoque centrado en la protección de la seguridad pública”, dijo Trump en su iniciativa. El plan de Trump para los “homeless” genera una fuerte polémica La medida impulsada por Trump cosechó rápidamente detractoresy partidarios de remover de las calles a las personas sin hogar. Scout Katovich, abogada del Centro Trone para la Justicia y la Igualdad de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (Aclu), alertó que la iniciativa demuestra un “notable desprecio” por los derechos y la dignidad de las personas vulnerables. “Encarcelar a las personas en instituciones cerradas y obligarlas a recibir tratamiento no resolverá el problema de la falta de vivienda ni apoyará a las personas con discapacidad. Lo cierto es todo lo contrario: las instituciones son peligrosas y mortales, y el tratamiento forzado no funciona”, añadió. Para Shannon Minter, directora legal del Centro Nacional para los Derechos LGBTQ, “esta orden ejecutiva es un ataque directo a las personas vulnerables que merecen atención y apoyo, no una institucionalización forzada”. La medida es “particularmente ominosa para la comunidad LGBTQ”, que históricamente fue “sometida a terapias de conversión y otras formas de maltrato severo” de manera involuntaria, alertó. Otros cuestionaron la falta de políticas de vivienda. “El desorden en nuestra nación es que no tenemos viviendas accesibles para todos en nuestras comunidades ni atención médica adecuada para todos”, dijo Britta Fisher, presidenta y directora ejecutiva de la Coalición de Colorado para las Personas sin Hogar. Pero la iniciativa también recogió opiniones favorables en sectores de la sociedad cansados de lidiar con el problema de las adicciones a drogas como el fentanilo, que generan ejércitos de adictos deambulando por las calles de las grandes ciudades del país. El empresario David Marcus, expresidemte de PayPal, respaldó la medida de Trump en Fox News. “He viajado a campamentos de personas sin hogar por todo EE.UU., desde los pasos subterráneos más escondidos de Manhattan hasta el caos inmenso del barrio de Tenderloin en San Francisco, un lugar al que literalmente olés una cuadra antes de entrar. En estos campamentos, el reflejo nauseabundo se ve desafiado por agujas que salen de los cuellos y montañas de detritos humanos, pero la verdadera tristeza existencial y aplastante surge al saber que a estos seres humanos simplemente los están abandonando a su suerte”, afirmó. Además, señaló: “La falta de vivienda engloba dos problemas muy distintos: uno es financiero y el otro, de adicción y salud mental. La falta de vivienda financiera es bastante fácil de abordar. La madre desahuciada que vive en su auto puede recibir alojamiento temporal y ayuda laboral. En realidad, solo necesita una mano amiga”. “Sin embargo, la falta de vivienda relacionada con enfermedades mentales y adicciones es un problema de adicción y enfermedad mental y simplemente permitir que la gente se inyecte en tiendas de campaña en lo que alguna vez fue un próspero distrito comercial no lo resuelve”, enfatizó. Además, Marcus se preguntó “si estas personas ya estaban en una institución al aire libre de facto”. “En realidad, solo hay dos bandos aquí: el que dice que vamos a hacer todo lo que podamos para salvar la vida de ese hombre, incluso contra su voluntad, o el que lo condena a una prisión al aire libre de su propia creación. El presidente Trump ha elegido sabiamente, y si los gobiernos locales toman nota, salvarán muchas vidas en todo Estados Unidos”, concluyó. TN

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