Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Juan Carlos Onganía en Curuzú Cuatiá y Juan Carlos Raffo en 3er. Grado ¿amigos?

    » El litoral Corrientes

    Fecha: 03/08/2025 07:30

    Suena extraño que Yo, el autor de esta nota haya sido amigo siendo un niño. Paso a contarles: Mi familia vivió siempre en una casa vecina a “La Casa del General” como se la llamaba a la vivienda que, en pleno centro de Curuzú (ubicada en Avda. España y Bonpland) y que existe tal cual estaba y ahora sigue estando: construida en el año 1942 y que fue inaugurada el 20 de noviembre de ese año. Yo con mis 6 años visitaba a sus ocupantes, y así me hice amigo del general Juan Carlos Onganía, que en realidad era Teniente Coronel destinado Comandante de la Brigada de Infantería de nuestro pueblo, que era la más numerosa en efectivos del país. (5.000 en esos tiempos en una ciudad de 20.000 habitantes). Cuando concurría a La Escuela Belgrano, pasaba tipo 7 hs. Y lo buscaba a Juan Carlitos Onganía, el hijo menor del futuro presidente, que asistíamos al mismo grado con la señorita “Chichi” Aquino. De la manito en invierno conversando “no sé de qué” hacíamos las 5 cuadras. O sea que para entonces el futuro presidente tomaba unos mates conmigo en su jardín o en la vereda y a mí me llamaba la atención sus labios leporinos y mamá me explicaba el motivo. Él me decía como todos mis conocidos “Pola”, que fue mi apodo desde niño. Por una ancianita que vivía en el Asilo, frente a la casa del General casualmente, a quien yo le llevaba al mediodía en una “ollita” una porción de lo que comíamos al mediodía. Y mis hermanitos y primos cuando me veían volver: “Me decían jocosamente, ahí viene Pola, el novio de Pola. Cosas de chicos. Onganía, Eva Perón y Yó - Un día de frío el 26 de Julio de 1952 Falleció Evita (debido al cáncer de cuello de útero que padecía a la edad de 33 años. La farsa que había armado Perón desde su gobierno incluía a esta señora que la convirtió en “Jefa Espiritual de la Nación” y tantos teatros, que mi madre como buena Liberal de Corrientes rompía todos esos libros que nos daban en la Escuela: con “Evita es mi mamá”, “Evita ayuda a los pobres”, etc. etc. y así fue como volcó el gobierno de Perón y antes de esta muerte, ya estaba en quiebra su gobierno y comíamos, como yo lo hice, azúcar negra y pan negro. Pero por mi afición al teatro es que yo con la “sanata” de los maestros nos creímos y derramamos algunas lágrimas por EVITA. Ahí es cuando Onganía me dice: Pola que haces cortando las margaritas (con una tijera que saqué de la máquina de coser de mamá, yo estaba juntando flores para ponerlas en un “ataúd” de cartón que preparé para la difunta. El futuro presidente no opinó sobre el fondo de la cosa, y a mí me quedó esa “experiencia” grabada, nada más. Sin traumas y nada, sólo un recuerdo que muchos años después, se lo conté al Presidente Onganía en su Residencia. Un asado con Onganía, guitarras y voces correntinas: Jamás pensé en verlo de nuevo después de mi niñez. Corría el año 1967 y en el mes de Mayo, visitamos Buenos Aires “Los Corochiré” (zorzales en guaraní) invitado por Julio Márbis y Figueroa Reyes, dado el éxito que habíamos tenido con ese grupo vocal en Enero en Cosquín y el Secretario General de la Presidencia, el Coronel Mario Díaz Colodrero enterado de nuestra presencia en la Capita, nos ubica y nos invita a un asado en la Quinta Presidencial, donde nos encontramos con Juan Carlos Onganía, y fue cuando le recordé de nuestra vecindad en Curuzú Cuatiá. Participó un sobrino tataranieto de Ceferino Namuncurá, que recibió una distinción. Los Cochiré (lo integraban Edgardo Acevez, Asdrubal Regúnaga, Héctor “Pirincho” Castro, Mateo Villaba y yo). Un día inolvidable, el Presidente agradecido y no se esperaba este encuentro con Pola Juan Carlos Onganía – había nacido en la ciudad de Buenos Aires el 17 de marzo de 1914. La auto-denominada “Revolución Argentina” apareció ya desde el título, cargada de énfasis… Esa designación había sido hasta entonces reservada para designar el movimiento que originó la nacionalidad desde los bancos del colegio, La Revolución Argentina era la del 25 de mayo de 1810… El Jefe de esta otra de 1966 compartió el interés del título… Trajo el gesto seco, el silencio de una presunta esfinge, la sonrisa ausente… Juan Carlos Onganía mostró, sin disimulo, que no venía a gobernar, sino simplemente, nada más y nada menos, que a mandar… Con estudios secundarios cursados en el Colegio Nacional Bernardino Rivadavia de Buenos Aires, egresó del Colegio Militar como subteniente de caballería en diciembre de 1934. Prestó servicio en distintas unidades del arma: los regimientos 8, 11 y 12. Teniente Coronel desde 1952 (Estaba en Curuzú Cuatiá); y en Octubre de 1955 comandó la agrupación Blindada también en Curuzú Cuatiá, y allí alcanza, da fines de ese año año, el ascenso a Coronel.Estaba en Tandil, como comandante de la 3ra. División de Caballería, cuando en 1959 le llegó la promoción a General de Brigada. En 1962, era comandante del Cuerpo de Caballería, la unidad operativa más importante del arma, con acantonamiento en Campo de Mayo…En ese comando lo encuentran a Onganía los acontecimientos suscitados por la destitución del presidente Frondizi, y la asunción del Poder Ejecutivo por José María Guido. Es la crisis institucional de fines de marzo de 1962 la que pronto proyecta su figura fuera del ambiente militar… En efecto, el presidente Provisional Guido, jaqueado en el cargo por las presiones contrapuestas de los bandos “azul” y “Colorado” en que aparecen polarizadas las fuerzas armadas, cumple sus funciones presidenciales bajo la cambiante anarquía de semejante situación. En líneas generales los “azules” parecen representar una línea política más tolerante respecto del partido peronista que en marzo de 1962 había triunfado en las elecciones verificadas en varia provincias y desencadenado, con ese triunfo, la oposición castrense. Esta llegó a anular las mencionadas victorias comiciales.En una esquemática apreciación podría decirse que los “colorados”, fuertes en la Marina, contaban en el Ejército con el apoyo de la infantería y artillería: también con parte de la Aeronáutica; los acules, en cambio tenían en la caballería sus más firmes partidarios. Bajo la presión de los “colorados” que ubicaron a ministros identificados con ellos y pretendieron eliminar a los jefes de la caballería azul, ésta desconoció dichas resoluciones del gobierno. Bajo las órdenes de Onganía, que después de los relevos ordenados resultaba ser el jefe más antiguo.En definitiva, ¿Qué resultó de esta anárquica disputa que bordeó una guerra civil prácticamente reducida al ámbito de las fuerzas armadas?...Resultó triunfante la preocupación por conservar la disciplina en base a la tradicional jerarquía de los “mandos naturales”… POLITICAMENTE TRIUNFARON “los azules”, que representaban la línea “Lonardista” de la Revolución Libertadora. Esta línea buscaba negocias un e3ntendimiiento con el sector peronista de la ciudadanía que seguía demostrando, en las huelgas o en las elecciones, su perdurable vitalidad… El sector “colorado” era como la continuación de la línea “dura” del anti peronismo que en la Revolución Libertadora había encarnado Aramburu, y especialmente el Almirante Rojas. Pero ambas tendencias: “azules” y “colorados”, si divergían en la conducta a seguir frente al peronismo, tenían de común una fuerte dosis de recelo por todo lo que fuera popular… Seguía pesando en las fuerzas armadas la herencia del “uriburismo” y de la revolución filo fascista de 1930….De ahí que no es una fantasía colorimétrica decir que luego estos enfrentamiento castrenses de 1962 y 1963 lo que triunfó fue una línea política “violeta”… Se convino en efecto volver a la Constitución: aunque convertida en “tapera” para las sistemáticas violaciones, todavía parecía servir para amparar el orden… y se convocó a elecciones… Pero de acuerdo a lo señalado ellas serían “violetas”; se proscribió al peronismo o a quienes lo representaran, y los comicios de julio de 1963 se hicieron con la antidemocrática limitación.Por último, de la crisis de 1962-1963 emergió la figura de un fuerte caudillo militar.Onganía y Arturo Illia – Juan Carlos Ongania Jefe indiscutido de los “azules”, nombrado Comandante en Jefe del Ejército con carácter provisorio en septiembre de 1962, era confirmado el 27 de septiembre de 1963, pocos días antes de que el Presidente Guido entregara a Arturo Humberto Illia, electo en los comicios del 7 de julio de 1963, los símbolos de la investidura presidencial. El 1º de enero de 1964 alcanzaba Onganía la máxima jerarquía castrense con el grado de teniente general. Onganía militar resultó para el ejército el hombre que superó la anarquía y la indisciplina dentro de la institución, y la rescató de la posición en tanto humillante que respecto de la Marina venía soportando desde 1955. En los sucesos de 1962 y 1963, mientras muchos jefes vacilaban indecisos, Onganía no vaciló: dio órdenes precisas que no rectificaba. Continúa el próximo domingo con Capítulo Nº 2

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por