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  • La lucha por el dólar afectará la inflación en agosto y la actividad económica, mientras el Gobierno enfrenta presiones.

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 03/08/2025 03:31

    El informe del personal del FMI, conocido el viernes por la noche, elogió el avance del plan económico, aunque también emitió varias advertencias. Los tecnócratas instaron una vez más al Gobierno a realizar un mayor esfuerzo fiscal para lograr el retorno al financiamiento voluntario de los mercados. Asimismo, exigieron mejorar la acumulación de reservas, aunque redujeron la meta para fin de año en USD 5.000 millones. El organismo también criticó los proyectos que aumentan el gasto sin una contrapartida en nuevos ingresos. Esto se refiere a la disputa que mantiene el Gobierno con el Congreso en torno a los incrementos en las jubilaciones y otras erogaciones potenciales, cuyo efecto se estimó en un aumento del déficit del 1,5% del PBI. El informe considera favorable que el dólar se haya movido en los primeros meses posteriores a la liberación parcial del cepo dentro de las bandas cambiarias definidas, aunque no incluyó la presión sobre el tipo de cambio de las últimas semanas. Al alcanzar los $1.380, la cotización realmente se encontró mucho más cerca del techo establecido por el Fondo y el Ministerio de Economía, que hoy ronda los 1.450 pesos. Ortodoxia pura La respuesta para controlar el dólar fue completamente ortodoxa: tasas de interés elevadas (40 puntos por encima de la inflación esperada) y un aumento de los encajes bancarios, hasta el 40%, para restringir la liquidez del sistema financiero. Se supone que esta poderosa artillería dará resultados. Si el mercado cree que el Gobierno defenderá el techo de la banda cambiaria, la opción es pasarse a tasas en pesos. “Las Lecap ofrecen hoy una oportunidad única para obtener una buena diferencia en moneda dura”, explicaron desde Max Capital. “Creemos que el Gobierno tiene un compromiso firme para defender el techo establecido para el tipo de cambio, bastante más allá de las elecciones y posiblemente hasta bien avanzado el 2026”, añadieron. ¿Ingreso de capitales? Si los inversores comienzan a compartir esta perspectiva, debería producirse un ingreso de capitales apostando a instrumentos en moneda local. Las Lecap que vencerán en los próximos meses ofrecen una tasa de hasta 60% anual. Este rendimiento mensual, cercano al 5%, superaría con creces lo que podría dejar la compra de dólares, en caso de que llegue al techo de la banda (alrededor del 8% como máximo hasta fin de año). Y si la subida de tasas no fuera suficiente, el aumento de los encajes supone una fuerte restricción a la cantidad de pesos que circulan en el mercado. Como consecuencia, hay menos combustible para presionar sobre el tipo de cambio y también menos fondos disponibles para prestar a familias y empresas. La potente munición, con un casi seguro cambio incluido, debería ser suficiente para estabilizar el tipo de cambio. El propio Luis Caputo afirmó en una aparición en un streaming que veía con buenos ojos la reciente escalada cambiaria. “El tipo de cambio subió 17% y los precios ni se movieron”, aseguró el ministro de Economía. ¿Y los precios? Resulta toda una novedad para la economía argentina que el dólar suba y no se produzcan remarcaciones casi instantáneas. El “traspaso”, al menos en julio, fue prácticamente inexistente y se espera que la inflación del mes repita el nivel de junio, es decir, cerca del 1,6 por ciento. Sin embargo, parece bastante más complicado que esto se repita en agosto. Algunos sectores, como el de las terminales automotrices, ya han definido subas cercanas al 5% en sus listas. Además, hay un boom en las ventas, que superaron las 62.000 unidades en julio, un 44% más que en el mismo mes del año pasado. Los supermercados también empiezan a recibir listas remarcadas al inicio de agosto y, seguramente, se abrirá una instancia de negociación con los proveedores. Aun así, el repunte no sería demasiado significativo. Andrés Borenstein, economista jefe de BTG Pactual, estimó que el repunte del mes podría llevar el índice a niveles de 2,2%. “Nada demasiado preocupante”, explicó. En tal caso, agosto mostraría una pausa en el proceso de desinflación, pero no implicaría un cambio de tendencia, especialmente en un contexto de superávit fiscal y restricción monetaria. Un rebote inflacionario de esta magnitud tampoco tendría un impacto relevante en las posibilidades electorales del Gobierno. Los inversores tienen dos fechas en la mira: el 7 de septiembre, que son los comicios en la provincia de Buenos Aires, y el 26 de octubre, cuando se realicen las legislativas. Actividad Además de la inflación, otro impacto derivado de la lucha con el dólar está relacionado con el estado de la economía. El aumento de las tasas y, eventualmente, la menor oferta crediticia tendrían un efecto negativo tanto en el consumo de las familias como en la financiación del capital de trabajo de las empresas. En los últimos meses, el nivel de actividad muestra un serrucho que no logra superar el techo observado en la economía desde 2017. Sin un aumento significativo del consumo o un crecimiento de la inversión, resulta complicado sostener el repunte en forma de “V” observado desde el segundo trimestre del año pasado. De hecho, puede afirmarse que la economía ha entrado en una suerte de estancamiento. Morosidad Un informe de Fidelitas describe un síntoma de esta realidad al enumerar el incremento de la morosidad en las distintas líneas crediticias. En préstamos personales, por ejemplo, los atrasos pasaron del 4,1% al 5,6% entre junio de 2024 y mayo de 2025. Para tarjetas de crédito, el salto fue de 1,9% al 3,8%. La cantidad de cheques rechazados también muestra un aumento significativo, pasando de cifras menores a 10.000 mensuales hace un año a más de 60.000 en la actualidad. Esta cifra equivale a unos USD 125 millones mensuales, afectando la cadena de pagos en numerosos segmentos. Si se logra dominar la escalada cambiaria, las miradas volverán rápidamente a posarse en el proceso electoral. Incluso el FMI lo menciona como un posible punto de inflexión después del cual Argentina podría recuperar el acceso pleno a los mercados, coincidiendo con una reducción del riesgo país. El propio Caputo atribuyó a “el miedo kuka” la debilidad que siguen mostrando los bonos en dólares y un riesgo país que se mantiene en niveles superiores a 750 puntos básicos. Reservas rigurosamente vigiladas La explicación, no obstante, resulta algo simplista. El mercado sigue observando con recelo las dificultades que enfrenta el Gobierno para acumular reservas y persisten las dudas respecto a la capacidad de pago de la deuda. “Pagamos el último vencimiento de julio con las compras que realizamos en los últimos meses; no tocamos un solo dólar de los que prestó el FMI”, señalaron en el entorno del ministro de Economía. Por ello, Caputo aclaró que el Tesoro ya adquirió unos USD 1.500 millones a través de operaciones “en bloque”. Además, sumó una cifra similar mediante la colocación del BONTE 2030, que se suscribe en dólares pero paga en pesos. El reciente salto cambiario impide al Gobierno, al menos en los próximos meses, realizar otras colocaciones de este título a tasas razonables, cerrando así una de las ventanillas abiertas para la acumulación de reservas. Por consiguiente, los desafíos hacia adelante no se limitan a obtener un buen resultado electoral y eventualmente superar el temor a “un regreso de los kukas”. Avanzar en la eliminación total del cepo, desarrollar un nuevo sistema tributario, consolidar las reservas y retornar a los mercados de capitales son las asignaturas que se presentan rápidamente para lo que será la segunda parte del gobierno de Javier Milei.

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