03/08/2025 04:40
03/08/2025 04:40
03/08/2025 04:40
03/08/2025 04:40
03/08/2025 04:40
03/08/2025 04:40
03/08/2025 04:39
03/08/2025 04:39
03/08/2025 04:39
03/08/2025 04:39
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/08/2025 02:38
Prófugo: Bozidar Ratkovic, alias “Bozo”, acusado de intentar traficar 165 kilos de cocaína a Europa Bozidar Ratkovic se fue rodando en diciembre de 2023 para no volver. No es un eufemismo: estaba, literalmente, en silla de ruedas. Apodado “Bozo”, hoy de 59 años, nacido el 6 de enero de 1966 en la ciudad de Trebinje, Bosnia Herzegovina, estaba de novio con una argentina casi 30 años más joven que él en ese entonces. También estaba bajo prisión domiciliaria en una casa del partido de Avellaneda, acusado de ser el jefe y organizador de una banda que intentó traficar 165 kilos de cocaína a Europa. El 12 de enero de 2023, mientras estaba preso en la cárcel de Ezeiza, sufrió un accidente cerebro vascular (ACV) que le provocó secuelas como “hemiplejía, parálisis de miembros superiores e inferiores del lado izquierdo, inestabilidad corporal y afasia, lo que generaba que requiriera asistencia y acompañamiento permanente”, asegura un documento de la causa en su contra investigada por la Justicia federal. Terminó internado, alimentado con una sonda. Sus antecedentes de salud eran complicados de por sí, con diagnósticos de diabetes e hipertensión arterial que, según los médicos de la cárcel, derivaron en el ACV. En una requisa, le encontraron a Ratkovic 2300 dólares y documentos a nombre de un brasileño Su defensa pidió que continúe bajo arresto en la casa de su novia argentina, que también era la madre de su hijo. Un informe médico del Servicio Penitenciario Federal practicado en mayo de ese año fue la principal herramienta para avalar su salida. El informe señaló que “el imputado registraba secuelas motoras que requerían un auxilio permanente para tareas cotidianas (como ir al baño), que el Servicio Penitenciario Federal no podía asegurarle”, de acuerdo un documento de la causa en su contra. La bipedestación se encontraba “abolida en miembro derecho e izquierdo”. “Bozo”, literalmente, no podía caminar. El Tribunal Federal N°4 de San Martín, a cargo de la causa en su contra, le otorgó la medida a “Bozo” en agosto de 2023. Se ordenó que se le colocara una tobillera electrónica. Cada 30 días, su defensa debía presentar un informe actualizado de su salud a la Justicia. El fallo del Tribunal N°4 de San Martín que le dio la prisión domiciliaria a Ratkovic Desde luego, le prohibieron salir del país. Su novia argentina le salió de garante; la mujer asumió su “tutela conductual”, según el fallo. El lugar donde cumpliría la prisión domiciliaria estaba lejos de un country; la casa quedaba casi en el corazón de la Villa Tranquila, entre construcciones sin revoque. Así y todo, “Bozo” escapó. Su ausencia fue notada durante un control del SPF. Nunca lo volvieron a encontrar. Sigue prófugo hasta hoy. Los amigos y las mañas Silla de ruedas o no, Ratkovic siempre fue un tipo escurridizo. Logró un DNI argentino, número 62 millones y el que es reservado a detenidos nacionalizados, gracias a que cayó preso; su domicilio fiscal es una dependencia del Servicio Penitenciario Federal. Estuvo encerrado por asociación ilícita en un penal del SPF entre 2016 y 2020, condenado por el Tribunal N°1 en lo Penal Económico. Allí, trabajó por el sueldo de presos para tareas menores, un empleo en blanco. Su ausencia fue notada durante un control del SPF. Nunca lo volvieron a encontrar. Sigue prófugo hasta hoy Chofer de camión, según dijo él mismo, operaba bajo varios alias como “Goran Simic”. Sus jugadas narco están registradas al menos desde 2008, con presuntos cómplices en ciudades como Medellín, Colombia. La Justicia argentina, incluso, pidió años atrás su extradición a Brasil, país donde tenía pasaporte y donde fue detenido en 2012 en Porto Alegre. Ya preso en Ezeiza, pidió ser excarcelado en septiembre de 2022 mediante un recurso presentado por su defensor oficial, un abogado que el Estado le pagó a un narco de alto vuelo. El Tribunal N°4 de San Martín denegó la medida con buen tino. En su fallo, los jueces recordaron que, en una requisa, le encontraron a Ratkovic 2300 dólares y documentos a nombre de un brasileño y que, horas antes de que lo detuvieran en abril de 2022, hizo un llamado donde detalló un plan para escapar a Bolivia. Precisamente, entre los papeles que le encontraron, estaba un carnet de vacunación del coronavirus emitido por el Estado boliviano. En paralelo, le descubrieron un pedido de captura ordenado por Interpol en Sarajevo, de un expediente que databa de 1999. Cuando cayó preso, vivía en una casa alquilada por uno de sus cómplices, Diego Hernán Radinja. José Daniel Sofía, "El Tano", contacto clave de "Bozo" La noticia de su escape rápidamente llegó a policías de alto rango que reaccionaron con fastidio ante la fuga más insólita de los últimos años, comisarios que tampoco creían en la supuesta mala salud de Ratkovic. La alerta, por otra parte, llegó a las autoridades el mismo día que José Daniel Sofía, alias “El Tano” y vinculado a “Bozo” en una investigación de la PFA por intentar mover 1600 kilos de droga a Dubai y de amenazar a la jueza Sandra Arroyo Salgado, era condenado a 11 años de cárcel. La Policía Federal le plantó un agente encubierto a “Bozo” y a “El Tano”, en el marco de una causa investigada por el área Hidrovías del Paraná de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA y el Juzgado Federal de Campana. Ese expediente llevó a Ratkovic de vuelta a la cárcel para luego escapar. Ese agente fue testigo privilegiado de una curiosa reunión entre ambos. El agente encubierto La maniobra que llevó a prisión a “Bozo” y su banda comenzó en el Puerto de Zárate, sobre el Paraná de las Palmas. El 31 de marzo de 2022, la organización logró ingresar cinco bolsos con 165 kilos de cocaína de máxima pureza en el buque Grande Francia de la naviera Grimaldi, un gigante de 214 metros de eslora bajo bandera italiana. Los paquetes de polvo iban disimulados en un cargamento de cereales con rumbo a España. "El Mencho", temible capo mexicano en la droga de la banda Lo que no sabía la banda es que alguien los había vendido. La Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal tenía el dato, al menos desde mayo, de que alguien realizaría una jugada sucia. Así, se abrió el contenedor y se testeó la droga, bajo órdenes de la Justicia federal. Los panes tenían cierto folklore: estaban ilustrados con la clásica imagen de Al Capone. También tenían otra imagen, una un tanto más oscura, la foto policial de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, el líder del cartel mexicano Jalisco Nueva Generación, un verdadero terrible del negocio de la droga. Quien vendió a la banda fue, precisamente, el agente encubierto, quien le habilitaba a la banda la entrada al puerto. Y quien le presentó a Ratkovic al agente fue Mónica Liliana Gutiérrez Valencia, una mujer colombiana que es una vieja conocida de la Justicia. Ya había sido arrestada en el país en 2012 por cocinar polvo junto a su novio argentino. Mónica “lo presentó como la persona interesada en ingresar al puerto de Zárate para verificar las instalaciones y los contenedores”, asegura otro documento de la causa. “Bozo”, luego, “estuvo presente en una reunión llevada a cabo el 6 de agosto del año 2021 con el agente encubierto en la sede de la Oficina de Resguardo de AFIP correspondiente al Puerto de Zárate”. Las armas de la banda de Ratkovic Llegó al Puerto en una Volkswagen Amarok junto a un pequeño séquito; allí estaba, por ejemplo, Diego Radinjka. En ese encuentro, estuvo presente “El Tano” Sofía. Poco antes de la reunión, “El Tano” y el agente conversaron a solas. Allí, Sofía describió un poco al jefe de la banda: Sofía: Ahora lo vas a ver. Es medio duro. Agente: ¿Habla español? Sofía: Habla muy poco. Poco más tarde, “Bozo” hizo su aparición con un simple: “Hola, ¿cómo va?“. Su jerarquía sobre “El Tano” se volvió clarísima en el encuentro. Sofía hablaba de “laburar”, de exportar “harina de soja”, de una línea con el puerto de Rosario. El agente le advirtió a “Bozo”, de acuerdo a su propia transcripción del relato, que su nombre llamaría la atención. “Bozo”, entonces, dijo: -Está bien, está bien, yo creo todo aquí, yo quería hablar, conocer gente. Al año siguiente, el narco serbio cayó con el resto de su organización. Les encontraron dólares, armas largas y más droga. Parte de la banda fue condenada en diciembre de 2024 por el TOF N°4 de San Martín. Entre ellos estaban Mónica y Diego Radinja, que recibieron seis años de cárcel y fueron declarados reincidentes, así como Dragan Rangelov, un hombre mitad serbio, mitad búlgaro, que recibió la misma pena. Rangelov pidió meses más tarde el trámite de extrañamiento, que lo echaran de vuelta a Europa del Este al haber cumplido la mitad de su condena, tal como prevé la ley argentina. La Justicia se lo denegó. Tal vez, “Bozo” lo esperaba allí. Altas fuentes en los organismos de seguridad sospechan que Ratkovic habría escapado devuelta a su país. Hay un detalle clave: Serbia no extradita a sus nacionales.
Ver noticia original