02/08/2025 08:50
02/08/2025 08:50
02/08/2025 08:50
02/08/2025 08:50
02/08/2025 08:46
02/08/2025 08:44
02/08/2025 08:44
02/08/2025 08:43
02/08/2025 08:39
02/08/2025 08:38
Parana » Informe Digital
Fecha: 02/08/2025 00:45
Tras un extenso proceso judicial, la empresa Molino Cañuelas Sacifia anunció hoy que la Justicia homologó su acuerdo de reestructuración de deuda. La firma, perteneciente al Grupo Navilli, había solicitado en septiembre de 2021 su concurso preventivo de acreedores, llegando a esa instancia con un pasivo que en aquel momento se estimaba en aproximadamente US$1400 millones, constituyéndose en el segundo mayor impacto en la agroindustria tras la caída de Vicentin, que acumuló deudas superiores a US$1500 millones. En diciembre de 2024, la compañía, propietaria de marcas como Cañuelas, Pureza, 9 de Oro, Paseo, Mamá Cocina, BOX y Florencia, entre otras, había anunciado un acuerdo con casi el 90% de sus acreedores, que abarcó a más de 650 de ellos y un pasivo quirografario que ascendía a US$1290 millones. La empresa produce más de 2.200.000 toneladas de alimentos en 22 plantas industriales y comercializa sus productos en más de 80 países, empleando a 4000 personas de forma directa. En los últimos años, ha lanzado más de 300 nuevos productos al mercado. En esa ocasión, se indicó que la firma contaba con tres opciones de pago: al contado, a corto plazo y a largo plazo. Precisamente, el 89,07% de los acreedores validaron la reestructuración de la compañía. En este contexto, hoy la empresa comunicó que el Juzgado Civil y Comercial de 6° Nominación de Río Cuarto “ha dictado la homologación judicial del acuerdo de reestructuración de deuda presentado por la compañía en diciembre de 2024, donde se alcanzaron con creces las mayorías necesarias conforme a la ley”. Añadió: “Reconocemos y valoramos especialmente a nuestros acreedores, proveedores y accionistas por su apoyo, apertura al diálogo y compromiso con una solución sostenible. En Molino Cañuelas, con un crecimiento sostenido a lo largo de los años, buscamos ofrecer soluciones a través de la innovación y la calidad de nuestros productos. Proporcionamos alimentos saludables, nutritivos, sabrosos y accesibles, siempre en la búsqueda de satisfacer las necesidades de todos nuestros clientes”. La compañía agradeció en su comunicado a First Capital Group, Estudio Alegría & Buey Fernández, Fissore y Montemerlo, Estudio Cainzos & Fernández y Prenrou, Juan Manuel Gonzalez Capra y Facundo Carranza, “quienes nos brindaron su asesoramiento financiero, legal y técnico, fundamentales para alcanzar una solución integral”. En diciembre pasado se informó que, de acuerdo con el cronograma de cancelación negociado con los acreedores, el pago a corto plazo será de un año, el de mediano plazo se extenderá a cinco años y la duración promedio del largo plazo será de alrededor de 10,5 años. Más allá de sus conocidas marcas de alimentos, el grupo es el mayor molinero de trigo del país, controlando poco más del 20% de la molienda total a nivel nacional utilizada para la transformación en diversos productos. En septiembre de 2021, al solicitar su concurso, la empresa señaló que “a lo largo de la última década, Molino Cañuelas implementó un significativo plan de inversiones, el cual, en gran medida, se financiaba mediante un mecanismo de capitalización de la Compañía en los mercados bursátiles locales e internacionales mediante una Oferta Pública de Acciones. Sin embargo, la alta volatilidad registrada en ese momento en las principales bolsas del mundo y el rendimiento económico negativo de Argentina derivaron en una falta de interés de los mercados, lo que obligó a la Compañía a desistir del proceso”. Asimismo, indicó: “Esto, sumado a las sucesivas crisis económicas enfrentadas en el país, donde en 2018 el peso se devaluó más del 50% frente al dólar, forzó a la empresa a postergar el cumplimiento de ciertos compromisos e iniciar un proceso privado de re-perfilamiento de toda su deuda financiera. Para ello, se formó un Comité de Acreedores que incluía a los principales acreedores financieros de ambas compañías, alcanzando un principio de acuerdo en marzo de 2019. Sin embargo, la nueva turbulencia financiera en agosto de ese año, junto a la abrupta devaluación de la moneda local, así como la crisis mundial ocasionada por el COVID en 2020, resultaron en un cambio de escenario inevitable para todos los participantes de la reestructuración, llevando incluso a algunos bancos a suspender su participación en dicho Comité, lo que alejaba la posibilidad de lograr un acuerdo definitivo”. La empresa fue fundada en 1931 con un pequeño molino en Laboulaye, al sur de Córdoba, por los hermanos Adriano y Aldo Navilli. Más de 90 años después, el control sigue en manos de la familia, con las acciones distribuidas en cuatro ramas de hermanos y primos, cada una de las cuales posee el 25% del paquete accionario.
Ver noticia original