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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 01/08/2025 12:48
Ignacio González Palumbo, un corredor de bolsa denunciado por estafa en Uruguay (Captura El Observador) La ahorrista Vivianne Yafe se indigna cada vez que ve al falso corredor de bolsa Ignacio González Palumbo por el barrio residencial de Montevideo Punta Carretas, manejando su BMW, como si nada hubiera pasado. Su enojo, según explicó en una entrevista con El Observador, está dado porque ese hombre que ostenta una vida de lujo aprovechó el vínculo familiar que tenían para estafarla. Y más le enoja que el caso no haya avanzado en la Justicia. El corredor de bolsa uruguayo Ignacio González Palumbo le enviaba a sus clientes un informe detallado con las acciones que compraba y les mostraba el resultado positivo que iban teniendo las inversiones. El capital invertido por ellos aumentaba de forma sostenida. Esto se pudo sostener mientras los ahorristas no reclamaron retiros del dinero, pero cuando lo hicieron percibieron que los intereses eran esporádicos. Esto provocó que 25 damnificados presentaran una denuncia contra este corredor de bolsa, que hacía su trabajo en representación del escritorio bursátil Pérez Marexiano. Pero en esta firma niegan el vínculo. Ahorrista cuestiona ausencia de controles del regulador (EFE/Raúl Martínez) Yafe es una de las afectadas: González Palumbo se quedó con sus ahorros, con los que pensaba completar su jubilación de escribana y nunca más le atendió el teléfono. La mujer confió en el supuesto corredor de bolsa y le fue entregando, desde 2020, sumas de dinero que llegaban a los USD 100 mil. En teoría, estaba invirtiendo ese capital en distintas empresas que cotizaban en la bolsa de Estados Unidos. “En 2020 le entregué unos USD 20 mil. Después cuando murió mi padre y pagamos todas las deudas, le di USD 50 mil en efectivo. Lo hice en un cambio, delante de un abogado que puede testificar. Después le di USD 30 mil más”, relató la damnificada en una entrevista con el diario uruguayo. Cada tres meses, cobraba USD 540 y cada medio año USD 2 mil. A veces, el corredor de bolsa le daba algo más de dinero para que Yafe se fuera de viaje. El corredor de bolsa denunciado ostentaba una vida de lujos (Crédito: Marcelo Umpierrez) Cada tres meses, González Palumbo la visitaba y le mostraba los resultados de supuestas inversiones. “Me traía los papeles, me explicaba las inversiones que había hecho y me decía: ‘Estás bárbara, estás bárbara’. Me decía que tenía ciento y pico de miles de dólares”, relató Yafe. González Palumbo y Yafe tenían un vínculo familiar. Entonces, el falso corredor no solo le llevaba los estados de cuenta impresos sino también le daba algunos regalos. El operador tiene 38 años y está vinculado desde 2019 al mundo de las inversiones. Le gustaba ostentar una vida de lujos y llena de excentricidades. Manejaba autos de alta gama, que cambiaba dos veces por año. Alquilaba durante todo enero un inmueble en Punta del Este e iba a apostar varias veces por semana al casino del hotel Enjoy, donde le gustaba acceder a la zona VIP. Allí pasaba varias horas durante la noche. Yafe estaba de viaje cuando se hizo público que todo era una estafa. Una amiga le avisó. Ella llamó a su familiar y le dijo que necesitaba USD 500 para pagar la tarjeta de crédito. El corredor le respondió que ese dinero estaba y se comprometió a devolverle el llamado. Pero nunca lo hizo. Ella intentó volver a llamarlo, pero el número daba error. La primera denuncia contra él la presentó la propia empresa, que alega que el corredor no era ni empleado ni tenía una relación de dependencia. Solamente hacía de intermediario. Aunque en algunos mails se lo puede ver en el sello de la firma. Yafe no cree en esta versión y también opina que hay una omisión del Banco Central del Uruguay (BCU) porque las sumas de dinero que ingresaron a la cuenta de González Palumbo no fueron controladas. La estafa la afectó física y emocionalmente: está jubilada de escribana, tiene 70 años y esos eran los ahorros de su vida. “Me parece muy injusto que él siga tan tranquilo, la esposa alquila un apartamento en Solano Antuña [Punta Carretas], él sigue paseando en su camioneta BMW y ella en la suya. Yo ejercí 35 años como escribana y puedo asegurar que ninguna esposa es inocente. Indigna que a él ni siquiera le pusieron una tobillera, tiene solamente la obligación de no salir del país, cuando una pobre mujer que entra 10 gramos de droga a la cárcel termina presa”, comentó.
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