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» Diariopinion
Fecha: 01/08/2025 03:26
Zanín, el vocero empresarial del feudalismo: hipócrita defensa de una reforma impuesta por la Corte Enrique Zanín, el presidente vitalicio de la Federación Económica de Formosa (FEF), volvió a dar muestras de su eterno rol como vocero privilegiado del poder. Multimillonario, multiproveedor, con décadas de negocios atados al Estado provincial y atornillado a la conducción de la Federación, Zanín reapareció públicamente para reivindicar con cinismo la reforma constitucional en marcha, esa que no fue convocada por voluntad democrática del gobierno provincial, sino por un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. "El patrón de la cartelización: Zanín, el empresario estrella del feudo, defiende la reforma que protege su imperio a costa del Estado y tapa décadas de corrupción" Zanín, que ya fue convencional constituyente en 1990, cuando el gildismo reformó la Constitución para consagrar la reelección indefinida del gobernador, vuelve a defender hoy una nueva modificación, maquillada con palabras vacías como "modernización", "equidad" y "fomento del desarrollo". Lo hace desde la comodidad de su silla, la misma que ocupa desde hace décadas sin alternancia ni control, y desde donde administra –de manera directa o indirecta– la cartelización de compras, servicios y obras del Estado formoseño. ¿Modernidad o continuidad feudal? Resulta llamativo –y a la vez revelador– que el principal defensor empresarial de esta reforma intente justificarla diciendo que se trata de una "adecuación a los nuevos tiempos". Lo afirma luego de más de 36 años de un mismo gobernador, y con dos reformas constitucionales previas que nunca sirvieron para garantizar derechos ni institucionalidad, sino para eternizar privilegios. "Desde tiempos remotos los hombres han adecuado sus normas…", dice Zanín, como si hablase desde un foro académico y no desde la cúspide de una estructura empresarial subordinada al poder político. Sin embargo, si algo quedó demostrado durante más de tres décadas de gobierno gildista, es que no hubo voluntad de adaptar nada, salvo cuando peligraban los intereses de quienes integran el círculo íntimo del poder. Falsas preocupaciones por las PYMEs En otra muestra de cinismo, Zanín lamentó que las pequeñas y medianas empresas formoseñas atraviesan un momento sensible "debido a las políticas nacionales". Nada dijo sobre el ahogo fiscal provincial, el reparto arbitrario de la coparticipación, el clientelismo empresarial, o la falta de reglas claras para competir sin ser proveedor del Estado. En Formosa no hay libre competencia: hay empresas amigas del poder, y pymes que sobreviven o mueren al margen del sistema de privilegios. Que Zanín se pronuncie en defensa de las pymes es tan verosímil como que Gildo Insfrán hable de alternancia democrática. Una reforma para la impunidad, con los de siempre aplaudiendo En definitiva, el modelo que Zanín defiende es el mismo que lo hizo millonario a la sombra del poder, el mismo que convirtió a la FEF en un apéndice del gobierno y a sus autoridades en beneficiarios directos de licitaciones, subsidios y favores. Hoy pretende vender una reforma como si fuese la clave del futuro, cuando en realidad es el intento de blindar el pasado, de perpetuar un sistema que ya fracasó. Zanín no representa al empresariado formoseño real. Representa al empresariado de la casta, al que lucra con el Estado y se sostiene con el miedo, el silencio y la complicidad. Su discurso no es una opinión: es un servicio más prestado al régimen que lo enriqueció.
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