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» Elterritorio
Fecha: 01/08/2025 02:24
Luis Da Silva (48) estuvo desaparecido más de 24 horas hasta que el martes por la tarde lo encontraron con múltiples lesiones y el rostro mutilado. Vecinos habrían reconocido al sospechoso -un joven de 19 años- deambulando en la madrugada del asesinato con los globos oculares de la víctima y gritando. Familiar del tarefero confirmó a El Territorio que el acusado “estaba fuera de sí, muy viajado” jueves 31 de julio de 2025 | 20:00hs. Luis era padre de 12 chicos, y único sostén del hogar. //Foto: Gentileza. No hay respuestas ni explicaciones superficiales que arrojen algo de luz a los motivos por el que Luis Batista Da Silva (48) fue mutilado y asesinado en la madrugada del lunes, en San Vicente. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente por la tarde en un yerbal por el kilómetro 5 de la ruta provincial 13. La escena emanaba violencia por sí sola. Médicos policiales lo reconocieron semidesnudo, con heridas cortantes en la espalda y en el cuero cabelludo. Pero lo más estremecedor fue que su rostro estaba masacrado: el responsable de aquello le quitó los ojos. Poco después de que la víctima fuera hallada e identificada, la Policía de Misiones arrestó a un sospechoso, Franco, un joven de 19 años que fue la última persona que lo vio con vida. Esto lo confirmó la familia de Da Silva, quienes ratificaron que ambos se conocían por trabajar juntos en la tarefa en San Vicente. Como solían hacer, cuando ya caía la noche del domingo se juntaron a beber, después de terminar sus tareas en el yerbal. Sin embargo, Luis no regresó a su casa y dieron aviso en estados de WhatsApp por su posible desaparición, sin imaginar que a las horas recibirían tremenda noticia. Nélida Diniz Rabela, cuñada de Da Silva, todavía lamenta lo ocurrido y no sale del estupor. La crueldad de la agresión dejó a toda una familia sin explicaciones, y hoy algo que también preocupa es cómo el hogar de Luis se sostendrá, ya que gran parte de la economía diaria dependía de sus tareas rurales. “Él dejó muchos chiquitos, 12 hijos dejó, tenía un bebé recién nacido”, lamentó Nélida al acceder a charlar con El Territorio. Reconoció que el cuerpo se encontraba en grave estado y que necesitaba pasar por un procedimiento especial para poder ser velado. Sin embargo, comentó, los costos de la funeraria en San Vicente eran muy altos. “La situación es muy dura, no lo pudimos velar porque no teníamos fondos para que la funeraria pudiera lavar el cuerpo y poder velarlo”, compartió. “Tuvimos que enterrarlo el mismo día que volvió de la Morgue Judicial”. Discusión y ataque “fuera de sí” Aunque todavía se intenta reconstruir por completo el último momento en que la familia vio con vida a Luis, entre los últimos movimientos del hombre la cuñada recordó que “el domingo por la noche, a las 21, vecinos del barrio 25 de Mayo vieron que él cruzó como yéndose para su casa”. Pueblerinos habrían contado a la familia que el hombre “se iba por un camino en medio de una plantación de té, y desde ahí no se supo más”, advirtió. Sobre el vínculo que unía a Da Silva con su posible agresor, Nélida ratificó que “mi hermana (esposa de Luis) conocía al chico, pero yo nunca lo ví. Ella dice que ellos frecuentaban el tema de la bebida: la amistad nació entre la bebida”, logró describir. “Esa noche lamentablemente lo que sucedió fue eso”. Reconoce que todavía no tienen explicaciones para tremenda atrocidad. Por ahora, sospechan que los tareferos discutieron en estado de ebriedad y que el joven lo habría ultimado. “Tomaron demasiado, seguro hubo alguna cruzada de palabra y el otro se ofendió, o no sé lo que pasó, pero fue muy feo. El chico no estaba en sí, estaba muy viajado”, remarcó Nélida al referirse al estado en el que habría sido detenido el sindicado homicida. Vecinos habrían confiado al portal San Vicente Informa que vieron al joven deambulando, sosteniendo los globos oculares del tarefero y gritando en plena madrugada. Otros testimonios ante agentes policiales tiñeron de "delirio místico" el caso, pero todavía no fueron confirmados ni incorporados formalmente como pruebas al expediente. Y es que trascendió que el sospechoso habría exclamado que "mató al diablo", cuando fue interceptado por su familia y por la Policía minutos antes de caer preso. Para la familia no hay dudas de que se trató de un homicidio. Por el lado de la justicia, aún restan diligencias, toma de testimoniales y otras pruebas para reconstruir y esclarecer lo que ocurrió con Da Silva en San Vicente. Se espera que el sospechoso sea interrogado mañana viernes. Buscar justicia y sostener a la familia Si bien reconoció que su familiar atravesaba un cuadro de consumo problemático de alcohol, “era un buen hombre, un hombre quieto que no molestaba a nadie: sí tomaba pero se quedaba quieto con lo suyo”, señaló Nélida. “Nosotros como familia no tenemos quejas de él, era un buen hombre y buen padre, siempre acompañaba a su señora”, valoró. En medio de la situación, la familia Batista Da Silva busca maneras de ayudar al hogar que dejó Luis con 12 hijos, varios de ellos todavía menores de edad y uno recién nacido. En ese contexto, su cuñada apeló a la solidaridad de la comunidad de San Vicente para colaborar con bienes no perecederos o pañales para los chiquitos. “Queremos pedir colaboración con alimento, pañales, leche para los chicos. Quien sea que quiera ayudar con cualquier cosa, será bienvenido para esa familia, porque son humildes”, compartió a El Territorio.
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