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» Voxpopuli
Fecha: 31/07/2025 07:30
Radiografía de una Desaceleración en Marcha El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de mayo, difundido por el INDEC, ya mostró una leve caída del 0,1% respecto a abril, lo que, sumado a una expansión acumulada del 6,1% en los primeros cinco meses del año, marca el avance de un proceso descendente que se viene observando desde hace un año. Según Invecq, la recuperación que se inició a mediados de 2024 se «interrumpió en febrero de este año». A partir de marzo, incluso antes de la salida parcial del cepo cambiario, la economía comenzó a mostrar signos de estancamiento, con una desaceleración en el ritmo de crecimiento en áreas clave como los salarios y el crédito. Los primeros indicadores de junio confirman esta tendencia, y se estima que la reciente volatilidad en las tasas de interés y el elevado costo de financiamiento en términos reales también impactaron negativamente en diversos sectores durante julio. Sectores a Diferentes Velocidades El análisis sectorial de Invecq revela una «dinámica de diferentes velocidades». Mientras algunos sectores «traccionan con fuerza», aunque con una moderación en su ritmo, otros, fuertemente vinculados al consumo interno, muestran una «salida lenta de la recesión». Un caso preocupante es el del turismo receptivo y la ocupación hotelera, que continúan en una situación «claramente recesiva», lo que contrasta con la imagen de crecimiento que a veces se intenta proyectar. El Desafío del Estancamiento Estructural Si bien Invecq mantiene su proyección de una suba del 5% del PBI para 2025, aclara que este número está fuertemente «influenciado por el efecto arrastre estadístico de la segunda mitad de 2024 y del impulso observado en los primeros meses del año». Esto significa que el crecimiento real en la segunda mitad del año sería mucho menor, alrededor de ese 1% proyectado. La consultora subraya que esta situación «vuelve a ponerse en evidencia la dificultad estructural de la economía argentina para superar los techos de actividad alcanzados en los últimos años». Para revertir esta «inercia de estancamiento», Invecq considera «imprescindible» la consolidación de la estabilización macroeconómica y un impulso decidido a una nueva fase de reformas estructurales –previsional, tributaria, laboral y fiscal–. Solo así, afirman, el país podrá dotarse de «una mayor productividad y capacidad de crecimiento sostenido». En resumen, el panorama económico para lo que resta del 2025 se presenta desafiante, con una desaceleración que, de no mediar cambios profundos y reformas estructurales, podría consolidar un escenario de estancamiento productivo.
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