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  • Apertura comercial: en la industria textil aseguran que su rol es clave para evitar un rojo mayor en la balanza de pagos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 30/07/2025 13:03

    El sector textil enfrenta su peor crisis en décadas - crédito X Con boom importador mediante y crisis de empresas por la caída de la demanda, en la industria textil argentina resaltaron que su rol crucial para la estabilidad macroeconómica vía impacto en la balanza de pagos ya que si esta desapareciera, la erogación para las cuentas públicas por la llegada de prendas del exterior sería similar a los ingresos por exportaciones de petróleo, por ejemplo. La desregulación del comercio exterior y la apreciación cambiaria está fomentando las importaciones de indumentaria y textiles, a la vez que el deterioro en las cuentas externas se profundiza, principalmente por el salto en el turismo internacional. En detalle, en los primeros cinco meses del año, el rojo de la cuenta de servicios superó los USD 5.000 millones, lo que implica un salto del 485% interanual. La mayor parte de ese saldo negativo se explica por los viajes de argentinos al exterior: la balanza turística arrojó un déficit de más de USD 4.500 millones. “El actual esquema macroeconómico, con tipo de cambio apreciado y una apertura incentivada y sin control, está generando un deterioro significativo y creciente en la cuenta corriente y la balanza cambiaria, debido al aumento de importaciones y al estancamiento de exportaciones”, aseguran desde la Fundación ProTejer. Históricamente los argentinos consumían 12 kg de indumentaria por año. REUTERS/Albeiro Lopera En ese sentido, estimaron que “si cada habitante de los 47 millones de argentinos compra 8 kg de ropa por año, y se debiera importar toda la indumentaria por no contar con producción nacional, a un valor promedio de importación de los últimos 3 años de USD 21,6 por kilo, se demandaría al BCRA en concepto de importaciones textiles una suma de USD 8.100 millones anuales”. Esa cifra se ubica por encima del valor total de las exportaciones de los principales complejos productivos claves. Por ejemplo, la hipotética importación de indumentaria sin industria local superaría las exportaciones anuales de maíz (USD 7.264 millones), del sector minero-metalífero y litio (USD 6.801 millones), del aceite de soja (USD 6.333 millones) o de todo el complejo bovino (carne, cuero y lácteos, USD 5.085 millones). También, el monto es similar a las exportaciones totales de 2024 de petróleo (USD 8.245 millones). “Y eso teniendo en cuenta un consumo deprimido de 8 kg por año, como el actual, cuando históricamente los argentinos consumían 12 kg por año, lo que llevaría a demandar en ese caso, divisas por USD 12.200 millones en importaciones textiles”, indican en ProTejer. Importaciones y exportaciones por complejo (ProTejer) “Si renunciáramos al aporte productivo de la industria textil nacional, el impacto sería enorme: no solo se perderían miles de empleos de calidad en todo el país, inversiones cuantiosas en infraestructura y tecnología de punta, oficios, profesiones y salida laboral para miles de estudiantes del nivel secundario y terciarios, que provocaría un golpe profundo a la estructura económica del país, sino que además comprometería especialmente a la balanza de pagos”, afirman. Situación del sector Mientras tanto, el sector atraviesa una crisis importante. Según los datos más recientes de ProTejer, durante el primer trimestre del año, la mitad de las empresas del sector textil registró una baja en sus ventas frente al mismo período de 2024, con una disminución promedio del 5%. Si la comparación se realiza con el primer trimestre de 2023, el 70% de las compañías reportó una caída, con un descenso medio del 21%. En términos de producción, el 50% de las firmas trabajó a un ritmo menor respecto del primer trimestre de 2024, con una merma promedio del 3%. Al cotejar con 2023, el 75% de las empresas declaró contracciones, con una baja promedio del 20%. Entre los principales factores que explican esta retracción se destacan la pérdida de poder adquisitivo, el aumento en la participación de productos importados y la apreciación del tipo de cambio. El impacto también alcanzó al empleo: el 72% de las compañías adoptó medidas que afectaron sus plantillas entre fines de 2023 y marzo pasado. En ese mismo período, seis de cada diez empresas redujo su dotación de personal. Las perspectivas empresarias para los próximos meses muestran cautela. El 40% prevé un empeoramiento de su situación respecto del año anterior, otro 40% estima que no habrá cambios y solo el 20% proyecta una mejora.

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