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» Santo Tome al dia
Fecha: 29/07/2025 22:50
China inició la construcción de la futura planta hidroeléctrica más grande del planeta, ubicada en el río Yarlung Zangbo, en la meseta tibetana. Con cinco centrales en cascada y una caída de más de 2.000 metros, en apenas 50 kilómetros, el proyecto aprovechará un potencial hidroeléctrico sin precedentes. Las autoridades estiman una generación anual de 300.000 millones de kWh, suficiente para abastecer a aproximadamente 300 millones de personas, y una inversión total de alrededor de u$s170.000 millones (1,2 billones de yuanes). El proyecto es propiedad exclusiva de Power Construction Corporation of China (PowerChina), empresa constructora estatal, y está previsto que las operaciones comerciales comiencen en 2033. Por qué China construye la presa más grande del mundo Tal como informó Econinventos, este megaproyecto no solo responde a la necesidad creciente de electricidad en China, especialmente en regiones como el Tíbet, sino que también se alinea con los compromisos de neutralidad de carbono para 2060. A medida que el país reduce progresivamente su dependencia del carbón, la hidroeléctrica se convierte en una pieza central para garantizar seguridad energética sin aumentar las emisiones. De hecho, los 300.000 millones de kWh o 60.000 megavatios de energía son equivalentes al consumo de todo el Reino Unido. La presa también forma parte de la estrategia de desarrollo del oeste del país, promoviendo inversión e infraestructuras en zonas remotas. Pero esta lógica interna tiene una clara proyección exterior: la construcción refuerza el control de China sobre los recursos hídricos compartidos con países como India y Bangladesh, cuyas economías y ecosistemas dependen de los caudales del río Brahmaputra (nombre que toma el Yarlung Zangbo al salir del Tíbet). Cómo será el complejo hidroeléctrico chino El proyecto prevé la construcción de túneles de hasta 20 kilómetros de largo a través de la montaña Namcha Barwa para desviar el río hacia las cinco centrales. Este tramo atraviesa el Gran Cañón Yarlung Tsangpo, reconocido como el sistema de cañones más profundo del planeta, lo que presenta desafíos extremos por su geología y riesgo sísmico. Además, la región alberga una biodiversidad única, y organizaciones medioambientales advierten sobre el impacto irreversible en los ecosistemas y comunidades locales tibetanas. Protestas recientes han sido respondidas con represión por parte del gobierno chino. Este megacomplejo, conocido como la Estación Hidroeléctrica de Mêdog o Motuo, forma parte de la estrategia de China para reducir su dependencia del carbón y alcanzar la neutralidad de carbono para 2060, al mismo tiempo que impulsa el desarrollo en regiones remotas del oeste nacional. En un sentido más estratégico, controlar el caudal del Brahmaputra (nombre que adopta el río al salir de China) ofrece a Pekín una influencia efectiva sobre los recursos hídricos que abastecen a India y Bangladés, elevando las tensiones geopolíticas en la región. Alerta en los gobiernos de India y Bangladesh Los gobiernos de India y Bangladesh ya expresaron alarma: temen posibles manipulación del flujo hídrico, sequías o inundaciones súbitas que podrían impactar los ríos Siang y Brahmaputra, poniendo en riesgo la agricultura, biodiversidad y miles de medios de vida. Pema Khandu, ministro jefe de la provincia india de Arunachal Pradesh, calificó el proyecto como una amenaza "existencial" para las tribus locales si se liberaran grandes volúmenes de agua repentinamente. Aunque el diseño sería del tipo “run-of-the-river” -teóricamente sin almacenamiento masivo- muchos expertos señalan según la agencia internacional Reuters que la opacidad del proyecto genera desconfianza y podría permitir usos estratégicos del recurso hídrico. Efecto económico y la respuesta del mercado El anuncio del inicio de obra provocó subidas en la bolsa china, especialmente en los sectores de construcción, túneles, cemento y explosivos civiles, con aumentos de hasta un 30% en empresas como Hunan Wuxin Tunnel, Tibet GaoZheng Explosive y fabricantes de cemento. Desde una perspectiva más amplia, este tipo de infraestructura forma parte de una estrategia económica estatal para estimular el crecimiento mediante inversión pública masiva en construcción e industria pesada. ¿Cuándo entrará en funcionamiento? El proyecto fue aprobado oficialmente a fines de diciembre de 2024 y su construcción comenzó en julio de 2025. Está previsto que las primeras turbinas entren en operación durante la década de 2030, con una puesta en marcha progresiva hasta entonces. El megaproyecto chino en el río Yarlung Zangbo es una muestra de ingeniería monumental y ambición energética que redefine los límites de la infraestructura hidroeléctrica. Sin embargo, si bien promete energía limpia y desarrollo regional, también plantea profundas preocupaciones diplomáticas, sociales y ecológicas. Las ventajas son enormes capacidades de generación (300TWh anuales), avance en renovables, creación de empleo, impulso a zonas remotas. Pero los riesgos son el impacto en ecosistemas vulnerables, desplazamiento de comunidades, tensiones geopolíticas con vecinos ribereños, posibles repercusiones sísmicas y geofísicas.
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