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» TN corrientes
Fecha: 29/07/2025 21:21
Deportes Murió Alejandra “Locomotora” Oliveras, prócer del boxeo femenino y una luchadora de la vida Domingo, 27 de julio de 2025 Tenía 47 años y estaba internada desde hace 14 días tras sufrir un ACV. Sobre el ring ganó cuatro títulos mundiales en cuatro categorías diferentes. En los últimos años, tras alguna que otra incursión en la TV, se dedicó a la política. Alejandra Marina Oliveras murió este lunes a los 47 años en un hospital de Santa Fe luego de pasar dos semanas internadas como consecuencia de un accidente cerebrovascular isquémico. Conocida como Locomotora, fue una referencia ineludible y protagonista de algunas de las páginas más importantes del boxeo en la Argentina. Si bien la formoseña Marcela Acuña, justamente una de las tres rivales que la venció, fue la pionera entre la mujeres de estas tierras con guantes. Nada ni nadie le hace sombra a la figura y al legado deportivo de la jujeña, una luchadora en el ring y de la vida. Si bien nació el 20 de marzo de 1978 en El Carmen, Oliveras vivió poco en su provincia natal. Cuando tenía un año, su familia se mudó a Alejandro Roca, una localidad en el sur de Córdoba que entonces tenía menos de 4.000 habitantes. Fue madre adolescente (Alejandro, su hijo mayor, nació cuando ella tenía apenas 15 años) y padeció violencia machista de quien entonces era su pareja. Esa situación la impulsó a aprender a defenderse con los puños. “En el pueblo no había boxeo. Así que cuando él (su pareja) no estaba, hacía sentadillas, abdominales en el piso, me entrenaba con mi sombra. Un día vino a pegarme, como lo hacía siempre. Entonces lo esperé, cerré el puño y le di con toda la fuerza que tenía. Cayó sorprendidísimo al suelo. Entonces agarré a mi bebé, una bolsa de nylon, y me fui. No volví nunca más”, contó en una entrevista publicada en el sitio Aires de Santa Fe en 2021. Tras abandonar la casa que compartía con su expareja, subsistió vendiendo empanadas y alfajores, haciendo trabajos de jardinería y oficiando como locutora en una radio. Hasta que apostó por el boxeo, empujada por su admiración por Mike Tyson. Apenas un mes después de ingresar por primera vez a un gimnasio, hizo su primera pelea como aficionada. Eran tiempos germinales, ya que en el país la disciplina había sido reglamentada para las mujeres recién el 25 de marzo de 2001. Su primer combate profesional fue el 12 de agosto de 2005, cuando derrotó por nocaut técnico en el segundo asalto a la rosarina María del Carmen Potenza en General Levalle. Apenas nueve meses más tarde y con solo siete contiendas en su currículum (seis victorias y un empate), tuvo su primera chance mundialista y no la desperdició. El 20 de mayo de 2006, el boxeo argentino siguió con suma atención y festejó la victoria por nocaut en el primer asalto de Jorge Rodrigo Barrios sobre el húngaro Janos Nagy en Los Ángeles, que permitió que La Hiena retuviera por segunda vez su título superpluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). Casi a la misma hora y a 200 kilómetros de allí, en Tijuana, Oliveras desafió a la local Jackie Nava, entonces campeona supergallo del Consejo Mundial de Boxeo y considerada una de las mejores libra por libra. Con una actuación deslumbrante, pese a haber convivido durante parte del pleito con una triple fractura en su mano derecha, la Locomotora derribó dos veces a su rival en el segundo asalto y la despachó definitivamente en el octavo con un zurdazo fulminante que le permitió firmar una victoria que, aún hoy, es una de las más importantes (sino la más) de una compatriota. De esta manera, la jujeña se convirtió en la primera argentina en ganar una corona en el exterior y en la primera en conseguir un título reconocido por uno de los organismos históricos de este deporte, ya que las únicas campeonas hasta entonces, Acuña (en las categorías supergallo y pluma) y la cordobesa Carolina Gutiérrez (gallo) habían obtenido títulos de la Women's International Boxing Association (WIBA). Después de tres defensas exitosas (una de ellas, en la revancha ante Nava en Córdoba), Oliveras protagonizó otro hito: enfrentó a Acuña el 4 de diciembre de 2008 en el Luna Park, que por primera vez se llenó para ver un pleito entre dos argentinas como atracción principal. Fue un combate de unificación, ya que la Tigresa era la campeona supergallo reconocida por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Esa noche, Oliveras fue derribada en el quinto round y superada durante buena parte de los 10 episodios por la pionera. Así lo evaluaron los jueces, que le otorgaron la victoria a la formoseña (95-94, 97-93 y 98-91). “Esta es la primera vez que pierdo y no es fácil asimilarlo. Me enfrenté con una gran boxeadora”, reconoció la vencida. Después de ese primer traspié, la Locomotora se desvinculó de su entrenador, Carlos Tello, se mudó a Santa Fe y comenzó a trabajar con Amílcar Brusa, el hombre que había llevado a la gloria a 13 campeones mundiales, entre ellos Carlos Monzón. “Él me enseñó muchísimo y siento que mejoré un montón técnicamente, gané todas las peleas que hice y creo que todavía tengo mucho para darle al boxeo”, contó en noviembre de 2010, cuando esperaba una nueva oportunidad mundialista. La chance le llegó tres meses después frente a Mónica Acosta, campeona superligero del CMB, en una pelea en la que también se puso en juego el cetro vacante de la AMB. Ante 2.500 espectadores en el club Estudiantes de Santa Rosa, la invicta pampeana se impuso por puntos y gracias a una decisión unánime que dejó muy disconforme a su rival. “Creo que yo fui la que ganó porque fui la que siempre buscó”, se quejó la jujeña, que esa noche peleó cuatro categorías y ocho kilos por encima que cuando había derrotado a Jackie Nava. Muy pronto Oliveras tuvo una nueva oportunidad, aunque en la categoría ligero: el 12 de agosto de 2011, batió por nocaut técnico a la colombiana Liliana Palmera en el club Estudiantes de Río Cuarto y se apoderó de la faja de la AMB, que estaba vacante. “Le peleo a la Tigresa Acuña, a Érica Farías o a quien sea. Las que quieran este cinturón se van a tener que romper el culo para ganarlo”, desafió tras su victoria. “El pez por la boca muere. Que se prepare, en diciembre le daré la revancha”, le respondió Acuña. Pero el esperado desquite nunca se concretó. La categoría ligero no era entonces la ideal para el cuerpo de Oliveras, por lo que decidió bajar a pluma para capturar su tercer título ecuménico. El 5 de enero de 2012, dos meses después de la muerte de Amílcar Brusa, barrió a la mexicana Jéssica Villafranca, quien no salió a combatir en el quinto round. De esa manera, se adueñó de la faja de la Organización Mundial de Boxeo, que estaba vacante, y se convirtió en la primera peleadora argentina en conquistar tres coronas mundiales en diferentes pesos (y de tres organismos distintos). Ningún hombre lo había logrado entonces y ninguno lo logró hasta ahora. “Lo tengo siempre presente a Brusa. Cuando estoy triste, cuando estoy mal y no tengo deseos de ir al gimnasio, siento la voz del maestro que me dice: ‘Andá a llorar a los velorios’. Es verdad, escucho la voz de Amílcar que me reta y me manda a entrenar”, contó la jujeña, emocionada, después de su triunfo ante Villafranca. Tras cinco defensas exitosas de ese título, Oliveras saltó otra vez a la categoría superligero para pujar por el cinturón que el CMB le había quitado a Mónica Acosta. En otra labor apabullante, sometió en Santo Tomé (Santa Fe) a la colombiana Lely Luz Florez durante siete capítulos, hasta que el árbitro Hernán Guajardo detuvo las acciones. Con ese triunfo, cosechó su cuarto título en cuatro categorías, un récord que solo pudo igualar la pergaminense Anahí Sánchez en 2018. Uno de los desafíos que la Locomotora había lanzado al aire después de vencer a Liliana Palmera en Río Cuarto terminó concretándose tres años después y en suelo extranjero. El 15 de noviembre en la Plaza de Toros de Cancún, la jujeña, que llevaba 13 meses inactiva por problemas contractuales con su mánager, expuso su corona de las 140 libras ante Érica Anabella Farías, quien había sido campeona de peso ligero del CMB y había perdido su título siete meses antes frente a la belga Delfine Persoon. La previa fue caliente. “Vengo de una guerra para la que no tenía municiones. Hoy las tengo todas y son para vos, Alejandra”, desafió la Pantera. “Tus palabras dan miedo, pero tu cuerpito da lástima. El sábado, cuando sientas el poder de mis puños, te vas a mear encima del dolor”, replicó Oliveras. Farías la acusó de “vendepatria” y “chupacirios”. “Te voy a romper la jeta y no vas a poder hablar más”, amenazó la jujeña. A la hora de la acción en la primera pelea mundialista entre argentinas que se desarrolló en el exterior, Farías se impuso por decisión dividida: los jueces mexicanos Porfirio Gómez Rueda (97-93) y Eliseo González (97-94) le dieron la victoria a la bonaerense, mientras que el estadounidense Curtis Thrasher (99-92) vio ganar a la jujeña, quien se bajó del cuadrilátero sumamente frustrada. Esa fue la última contienda grande de Oliveras, quien protagonizó su última función el 8 de abril de 2017, cuando derrotó por puntos a la mexicana Lesly Morales en Cutral Co. Se despidió sin anuncios estridentes y con un récord profesional de 33 victorias (16 antes del límite), tres derrotas y dos empates. Después de su adiós a los cuadriláteros, la excampeona dio charlas motivacionales en distintos puntos del país, protagonizó publicidades audiovisuales y pudo abrir su propio gimnasio en el barrio Alfonso, en el sudoeste de Santa Fe, en enero de 2023. Este año participó en el rodaje de un capítulo de la serie En el barro (un spin-off de El Marginal), que fue dirigida por Sebastián Ortega y se estrenará en Netflix el 14 de agosto. Además incursionó en la política. En 2021 fue candidata a diputada nacional por el frente santafesino Unite por la Libertad y la Dignidad, pero no logró acceder a la Cámara Baja (obtuvo un 3,91% de los votos). El año pasado fue designada en la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos, dependiente del Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Y en abril pasado fue electa convencional constituyente en representación del Frente de la Esperanza con el 5.6% de los votos. Oliveras sufrió un accidente cerebrovascular isquémico el lunes a la mañana en su casa de Santo Tomé, poco antes de iniciar sus funciones como integrante de la Convención Reformadora de la Constitución de la Provincia de Santa?Fe. Por ello fue internada en terapia intensiva en el Hospital José María Cullen de la capital provincial, tras ser derivada desde el establecimiento del Sistema para la Atención Médica de la Comunidad de Santo Tomé. Este lunes por la tarde se apagó su corazón. Y nació una leyenda. Domingo, 27 de julio de 2025
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