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  • Baja de retenciones: el agro saca cuentas mientras espera que la medida se oficialice

    Parana » Uno

    Fecha: 29/07/2025 21:16

    La reciente medida del presidente Javier Milei, que anunció una rebaja en las retenciones a determinados productos agrícolas, generó un alivio en el mercado granario. Dante Romano, profesor investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, explicó que aunque aún la medida no se publicó en el Boletín Oficial, desde el anuncio rápidamente los mercados de granos experimentaron subas significativas. El efecto buscado por los productores se concretó. En el caso de la soja, se observaron mejoras de aproximadamente entre 8 y 10 dólares por tonelada, dependiendo de la posición, mientras que el maíz mejoró alrededor de 5 dólares. Esta reacción fue un respiro no solo para los productores sino también para los compradores y la industria, que habían visto una ralentización drástica de los negocios tras el 30 de junio, cuando los derechos de exportación de soja y maíz que regían desde fines de 2024 volvieron a subir. Romano explicó que, antes del anuncio, se había generado una “raid vendedor” con negocios anticipados de hasta un mes y medio o dos meses de venta para capturar los niveles más bajos de retenciones. Esto llevó a jornadas con volúmenes de venta de soja de casi 600.000 toneladas, frente a una normal de 150.000 o 200.000 diarias. Sin embargo, después de esa anticipación, los negocios cayeron a menos de 100.000 toneladas diarias, generando temor en la industria de que los productores no venderían más si no había una nueva baja. Con el anuncio, los negocios comenzaron a dinamizarse nuevamente, operándose unas 150.000 toneladas, lo que indica un retorno a niveles más normales y razonables. El impacto en el mercado “La industria se estaba comiendo esas compras adicionales que habían tenido y estaba empezando a correr el temor de si no hay una nueva baja en derecho de exportación, el productor no va a vender más. Finalmente tuvimos el anuncio durante la apertura de la Sociedad Rural. Los negocios se empezaron a dinamizar”, señaló. El especialista en mercados granarios resaltó que aún falta que el anuncio se plasme con la publicación en el Boletín Oficial, tras dos días hábiles el gobierno aún no lo concretó: “Todavía quedan algunas dudas puntuales, como por ejemplo, si para estos negocios en donde se redujo el derecho de exportación además los compradores cuando hagan declaración de venta al exterior van a tener que traer en 15 días la divisa correspondiente o no. Es la letra chica que todavía falta, pero por lo pronto ya encontramos una reacción en los mercados”. Los valores del mercado Respecto a la mejora de precios tras la primera rueda de operaciones, Romano aclaró la diferencia entre el aumento teórico y el real. Si bien matemáticamente la soja debía subir 25 dólares (considerando la variación en la alícuota de los derechos de exportación y el precio de exportación), en la realidad, el incremento fue menor debido a que el mercado ya había "descontado" parte de la medida. Desde el lunes anterior al anuncio, rumores de cambios habían llevado a operadores a ofrecer precios más altos, y a pesar de una baja en Chicago, los precios locales subieron. La soja disponible, que estaba en la zona de los 271-272 dólares, subió a 285 dólares, mientras que la posición noviembre, que no había caído tanto previamente, se movió de 280 a 290 dólares. Romano consideró que los valores actuales son “bastante razonables” para la época del año y el margen de la industria. "Después que aumentaron el derecho de exportación, llegamos a ver un mercado de 250 dólares. Ahí el productor dijo, mirá, esto hasta que no vea una reducción en los derechos de exportación y que volvamos a niveles de precio que no generen quebranto para el productor, siendo que había acomodado los vencimientos de créditos y demás que operan generalmente hasta el 30 de mayo, algunos días más, el productor se había puesto en un modo de decir postergo todas las decisiones de inversión, postergo o pateo hacia adelante cualquier necesidad puntual que tenga y esperamos. Si no teníamos esta medida íbamos a tener dificultades. Ahora quedan todavía algunos días de operaciones anticipadas, pero creo que vamos a empezar a ver un flujo de negocios más importante", indicó. La medida es crucial para la entrada de dólares al país. Romano detalló que, si bien al 30 de junio se habían anticipado ventas por casi dos meses, los compradores ya estaban utilizando ese “stock de seguridad”, y el productor había entrado en un “modo de espera”, postergando decisiones de inversión y ventas, buscando precios que no generaran quebranto (alrededor de 280-290 dólares por tonelada, frente a los 250 dólares tras el aumento de retenciones). Entre las retenciones y las liquidaciones La preocupación era que, de no haber una reducción en las retenciones, las liquidaciones del segundo semestre (temporada baja de ventas) serían "a cuentagotas" o se postergarían muchísimo. Se estima que en la primera parte del año, entre maíz y soja, se liquidaron aproximadamente 12.000 millones de dólares. Para lo que resta del año, se proyecta que se liquidarán entre 8.000 y 10.000 millones de dólares adicionales, un flujo que era vital asegurar. El gobierno busca con esta medida conseguir los dólares suficientes para una mayor holgura financiera hasta las elecciones. Romano afirmó que lo que el sector habitualmente vende en el segundo semestre ingresará, aunque reiteró que entre marzo y junio se concentra la mayor estacionalidad de ingresos. No obstante, señaló que la estacionalidad de la liquidación total de divisas no es tan marcada como antes, gracias al aumento de las exportaciones de energía y la dinamización de la minería, que compensan la balanza. Esto, junto a las liquidaciones del agro, debería generar una segunda parte del año “tranquila” desde el punto de vista de la oferta de divisas. Sin embargo, el especialista en mercados granarios advirtió que no es el único factor, ya que “ruidos políticos” y las elecciones legislativas añaden otros condimentos que también influyen en la cotización del tipo de cambio. “Lo que estamos estimando que en la primer parte del año entre maíz y soja se han liquidado prácticamente unos 12.000 millones de dólares y en lo que falta de acá hasta fin de año, normalmente se liquidarán entre 8.000 y 10.000 más, que si no bajaban los derechos de exportación iba a entrar muy a cuentagotas o quizás se iba a postergar muchísimo la medida. Así que en buena hora que tuvimos estas medidas", precisó. Rentabilidad del productor En cuanto a los márgenes del productor, la situación para la campaña 24-25 (sembrada en 2024, cosechada en mayo de 2025 y comercializándose ahora) es de un "resultado muy razonable". Para la campaña 25-26, a pesar del incremento de costos, los valores de 290 dólares por tonelada (en línea con el 26,5% de retenciones) hacen que los números estén en positivo, aunque no sea una “rentabilidad santa”. Romano anticipó que es muy probable que en este ciclo se vea más área de maíz y un poco menos de soja. “No es tan santa la rentabilidad, pero por lo menos está en números positivos. Y después lo que tenemos para adelante que ver es la volatilidad habitual que tienen estos mercados, porque la verdad que estamos siguiendo tanto las noticias de Argentina que estamos dejando de lado lo que pasa en el mercado internacional que obviamente tiene una gravitación importante”, agregó. Finalmente, el analista abordó los problemas financieros que enfrentan muchas empresas del sector agropecuario, destacando que no se trata de los productores en general, salvo excepciones puntuales por sequía en el noreste argentino que vienen de dos campañas malas. Consideró que las dificultades se concentran principalmente en empresas que venden insumos al agro -químicos, semillas- y algunas metalúrgicas. Explicó que estas empresas se habían sobre-stockeado con precios altos debido a dificultades financieras y para conseguir dólares. Luego, malas campañas, menor demanda de los productores y una caída en los precios internacionales de los insumos, las dejaron con “compras caras”, generando un arrastre de complicaciones. “Del lado de los productores la situación está bastante mejor. No estamos viendo productores con situaciones tan graves, con la honrosa excepción de aquellos que sean del noreste de Argentina, que han sufrido una sequía calamitosa, prácticamente no han cosechado soja y muy poco maíz, y ya venían de una campaña previa con algo de sequía y el impacto de la chicharrita. Con lo cual ya son dos campañas malas económicas, pero en el caso de productores es más enfocado en esa zona del noreste de Argentina: Chaco, Norte, Santa Fe, Formosa, y no es tan generalizado como el resto. Y después dentro de las empresas de insumos, no todas tenían una situación financiera tan delicada. Es bastante heterogéneo, pero hemos tenido casos realmente de muy alto riesgo", señaló Romano.

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