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» Diario Cordoba
Fecha: 29/07/2025 12:18
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejora ligeramente las previsiones de crecimiento mundial para 2025 y 2026 debido a que las tasas arancelarias han resultado más bajas de lo anunciado el pasado mes de abril, en particular entre Estados Unidos y China, además del impulso por la concentración de intercambios comerciales al comienzo del año para anticiparse a los gravámenes, junto con medidas de expansión fiscal previstas en algunas jurisdicciones importantes. El organismo mantiene su pronóstico para España, que será la gran economía desarrollada con mejor desempeño en 2025 y pronostica que crecerá más del doble de la media de la zona euro, consolidando su posición como motor económico entre las principales economías del área. Pese a la mejora, el FMI advierte de que los riesgos para las perspectivas siguen a la baja debido al "precario equilibrio" de las posiciones de política comercial asumido en el escenario base que podría verse alterado y desembocar en uno nuevo con tasas similares o mucho más altas en caso de que las negociaciones fracases y se reinicie una escalada de medidas proteccionistas. "Las previsiones del FMI coinciden con las de otros organismos internacionales y bancos de inversión. Por ejemplo, Goldman Sachs anticipa que España mantendrá un ritmo positivo de crecimiento, impulsado por el cambio estructural hacia una economía más orientada a la exportación de servicios de alto valor añadido, sentando las bases para un repunte de la productividad. Citi destaca también la resiliencia de la economía española con un mercado laboral dinámico e implementación del Fondo de Recuperación", expone el Ministerio de Economía de España. En la actualización estival del organismo, las proyecciones apuntan que se producirá una desaceleración del crecimiento mundial desde el 3,3% de 2024 al 3% este año y al 3,1% para 2026, por debajo del promedio histórico de la prepandemia (3,7%), aunque por encima del pronóstico de abril, cuando el FMI anticipaba una expansión del PIB mundial del 2,8% en 2025 y del 3% en 2026. La institución internacional destaca que la revisión al alza para 2025 es bastante amplia, ya que se debe en gran parte a una fuerte concentración anticipada del comercio internacional en anticipación de la entrada en vigor de los aranceles, así como al efecto de un arancel efectivo mundial inferior al previsto en primavera y a una mejora de las condiciones financieras mundiales. En este sentido, la tasa arancelaria efectiva de Estados Unidos subyacente a las proyecciones de julio es del 17,3%, en comparación con el 24,4% del pronóstico de abril, mientras que la tasa arancelaria efectiva correspondiente al resto del mundo es del 3,5%, en comparación con el 4,1% de la anterior proyección. Asimismo, si bien se asume que la incertidumbre en torno a la política económica se mantendrá elevada este año y el próximo, el FMI anticipa un estímulo fiscal a corto plazo en las principales economías, como China, Alemania y Estados Unidos. En el caso estadounidense, se espera que el proyecto presupuestario impulsado por Donald Trump aumente el déficit fiscal en aproximadamente 1,5 puntos porcentuales del PIB en 2026, pero que los ingresos arancelarios compensen aproximadamente la mitad del incremento, aunque a medio plazo, a pesar de los recortes de gasto y los considerables ingresos arancelarios, se proyecta que los déficits fiscales de EE.UU. sean mayores que los previstos en abril. Previsiones Las nuevas proyecciones del FMI anticipan un crecimiento en las economías avanzadas del 1,5% en 2025 y del 1,6% en 2026, en ambos años una décima mejor que lo previsto, incluyendo una expansión del PIB de Estados Unidos, con tasas arancelarias en niveles inferiores a los anunciados el 2 de abril, del 1,9% este año y el 2% el próximo, lo que implica una mejora de una y tres décimas, respectivamente. En este sentido, la institución espera un impulso a corto plazo a través de los incentivos fiscales del plan presupuestario aprobado, lo que podría impulsar el PIB de EEUU en medio punto porcentual en promedio hasta 2030, en relación con una base sin la implementación del paquete fiscal. En el caso de la eurozona, el FMI prevé que el crecimiento se acelere al 1% en 2025, lo que supone una revisión al alza de dos décimas este año, en gran medida gracias al sólido PIB de Irlanda en el primer trimestre del año por un aumento históricamente elevado de las exportaciones farmacéuticas irlandesas a Estados Unidos, mientras que la previsión para 2026 se mantiene sin cambios en el 1,2%. Entre los países del euro, la institución mejora una décima la previsión de crecimiento para Alemania este año, hasta el 0,1%, y mantiene en el 0,9% la de 2026, mientras que para Francia confirma una expansión del 0,6% y el 1%, respectivamente, y en el caso de Italia espera un crecimiento del 0,5% en 2025, una décima más, y mantiene en el 0,8 la estimación para 2026. De este modo, la economía española, a pesar de no ver mejoradas en esta ocasión sus previsiones de crecimiento, se mantendrá como la gran economía desarrollada con mejor desempeño en 2025, con un crecimiento del PIB del 2,5%, que se moderará al 1,8% en 2026, tal como había proyectado en abril el FMI. En cuanto a las economías emergentes y en desarrollo, el FMI espera que el crecimiento sea del 4,1% en 2025 y del 4% en 2026, mejorando así en cuatro décimas el pronóstico para este año y en una el del ejercicio siguiente, principalmente como consecuencia de la mayor expansión anticipada para China en 2025, con un 4,8%, ocho décimas más que en abril, por el mejor dato de crecimiento del primer trimestre y la reducción significativa en los aranceles entre Estados Unidos y el gigante asiático, mientras que en 2026 se espera una expansión del 4,2%, dos décimas mejor que en abril. En el caso de la India, la proyección del FMI apunta a un crecimiento del 6,4% en 2025 y 2026, con ambas cifras revisadas ligeramente al alza respecto del 6,2% y el 6,3% previsto respectivamente en abril para reflejar un entorno externo más benigno que el supuesto la pasada primavera. Riesgos En cualquier caso, el FMI advierte de que los riesgos para las perspectivas siguen inclinados a la baja, dado que el "precario equilibrio" de las posiciones de política comercial asumido en el escenario base podría verse alterado y desembocar en uno nuevo con tasas similares o mucho más altas en el caso de que las negociaciones fracasen y se reinicie una escalada de medidas proteccionistas. En este sentido, el FMI alerta de que establecer las tasas arancelarias a los niveles del 2 de abril o superiores a partir del 1 de agosto e implementar aranceles de hasta el 50% sobre el cobre, "frenaría el crecimiento mundial", mientras que la imposición de aranceles sectoriales adicionales en áreas como la electrónica y los productos farmacéuticos podría aumentar las tasas efectivas y crear cuellos de botella que amplificarían el efecto directo de aranceles más altos. Incluso si los tipos arancelarios no cambian con respecto a lo previsto en el escenario base y no se introducen nuevas medidas proteccionistas, el FMI apunta que la elevada incertidumbre comercial podría empezar a afectar con mayor fuerza a la actividad si los plazos actuales de Estados Unidos para la entrada en vigor de medidas adicionales vencen sin acuerdos duraderos e integrales, ralentizando las inversiones de las empresas afectadas. Por otro lado, una escalada de las tensiones geopolíticas podría suponer nuevos shocks de oferta negativos en la economía global y las rutas marítimas y las cadenas de suministro podrían verse interrumpidas mientras suben los precios de las materias primas, colocando a los bancos centrales ante disyuntivas más difíciles. El FMI advierte también de que las vulnerabilidades fiscales podrían cobrar mayor relevancia, con implicaciones para los mercados financieros y repercusiones en la economía real, ya que se proyecta que varias economías, como Brasil, Francia y Estados Unidos, registrarán grandes déficits fiscales en un contexto de niveles históricamente altos de deuda pública, lo que podría impulsar al alza las primas a plazo y, especialmente en el caso de Estados Unidos, endurecer las condiciones financieras globales, alimentando una volatilidad excesiva en los mercados financieros. Por contra, un avance en las negociaciones comerciales que establezca un marco predecible podría conducir a una mayor reducción de los aranceles efectivos y otras medidas proteccionistas, facilitando la inversión y otras decisiones empresariales. "Su impacto podría ser mayor si, además del comercio de bienes, abarcan el comercio de servicios digitales y la inversión extranjera", señala el FMI, para el que "una nueva ola de acuerdos comerciales creíbles podría impulsar un mayor impulso de reformas para impulsar el crecimiento a medio plazo".
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