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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/07/2025 04:38
Random - Mauro Zarate Con una carrera que lo llevó a recorrer las principales ligas del mundo, Mauro Zárate se destacó como uno de los delanteros más talentosos surgidos de la cantera de Vélez Sarsfield. Debutó en Primera División en 2004 y rápidamente se ganó el reconocimiento con su capacidad goleadora. Fue clave en el título del Clausura 2005 y máximo artillero del Apertura 2006. Su nombre trascendió las fronteras: jugó en clubes de Italia (Lazio, Inter, Fiorentina), Inglaterra (West Ham, Watford, QPR), además de pasos por Emiratos Árabes, Catar, Brasil y Uruguay. Zárate fue parte del plantel argentino que ganó el Mundial Sub 20 en 2007, marcando el gol de la victoria en la final ante República Checa. Sin embargo, nunca tuvo una oportunidad en la Selección Mayor. Su regreso al fútbol argentino en 2018 para jugar en Boca Juniors, tras rechazar una oferta de renovación de Vélez, generó una fuerte polémica entre los hinchas. Con la camiseta xeneize logró la Supercopa Argentina 2018, la Liga Profesional 2019/20 y la Copa de la Liga 2020. En los últimos años, Zárate buscó continuidad en el exterior y cerró su carrera profesional en Danubio de Uruguay. En enero de 2025 anunció su retiro definitivo del fútbol. En el plano personal, está casado con Natalie Weber, modelo y host de TV. Juntos tienen dos hijos: Mía, de 13 años, y Rocco, de 9. Mauro Zárate, exdelantero de Vélez y Boca, repasó su carrera, polémicas y vida familiar en una entrevista exclusiva. (Gustavo Gavotti) Leo: — ¿En qué anda Mauro Zárate hoy? Mauro: — Disfrutando de la vida, de mi familia, de los amigos. Acompañando a mis hijos en sus actividades y preparándome para lo que viene, que es ser técnico. Tengo muchas ganas de arrancar, de seguir adentro de la cancha. Creo que es mi pasión y no me quiero alejar de ese lugar que me llena tanto. Leo: — O sea que este 2025 es tu año de transición y vas a empezar a dirigir sí o sí. No podías estar mucho más tiempo afuera. Mauro: — No, ya está. Boludié mucho tiempo. Estoy preparándome, viajando, analizando muchísimos partidos y preparándome. Leo: — ¿Qué tipo de entrenador te gustaría ser? ¿Tenés una idea de cómo vas a hacer por tu gusto futbolístico? Mauro: — Sí, obviamente tenés una idea de cómo querés hacerlo y de cómo querés prepararte, pero después lleva mucho trabajo primero convencer a los jugadores, a tu equipo. No me preocupa eso porque tengo un poder de convencimiento importante y sé que con la idea que vaya, me van a escuchar. Tengo experiencia en haber hecho cosas bien y las cosas mal. Los voy a ayudar desde muchos lugares para que crean en quién les está hablando porque cuando me pasaba eso yo la verdad que no los escuchaba. Leo: — ¿Vos no escuchabas a algunos entrenadores? ¿A quiénes, por ejemplo? Mauro: — No voy a dar nombres, pero hay técnicos que no me dejaban nada. El entrenador tiene que convencer, tiene que traer una idea. Hay muchas maneras: ganadoras, esperando, saliendo de contragolpe, jugando, presionando. Pero tiene que ser una idea buena, una idea ganadora. Yo creo que la tengo, la voy a trabajar muchísimo y la voy a seguir puliendo cuando empiece a trabajar. Después será trabajo semanal. La carrera profesional: momentos destacados y decisiones Leo: — Vélez, Boca, Brasil, Dubái, Inglaterra, Italia, tenés un carrerón. ¿Cuál fue el mejor Mauro desde tu perspectiva? Mauro: — Yo creo que sin dudas, el de la Lazio. Fue de los 21 a los 23 años. Tres años a un nivel impresionante. Miraba los videos de los partidos y me reía porque no podía creer que yo estaba haciendo eso. Hay finales que fueron una locura. He tocado momentos en el West Ham, de llegar a varios partidos con un buen nivel, en Boca también y mismo cuando vuelvo a Vélez. Pero tanto tiempo como lo tuve en ese momento, no. No llegué. Leo: — ¿El fútbol te debe algo, vos le debés al fútbol o te retiraste en paz? Mauro: — Me retiré en paz, bien. Me hubiera gustado quedarme un tiempo más en la Premier, pero esas locuras que tiene el jugador a veces de querer cambiar o de querer algo que piensa que no tiene y, a la vez, tiene todo y no lo ve. Leo: — ¿Eso cuándo fue? Mauro: — Cuando me voy del West Ham a la Fiorentina. Un equipo impresionante, una ciudad espectacular. Peleábamos el campeonato… Leo: — Pero hoy, tirando para atrás, decís: “Me hubiera quedado un poquito más en la Premier” Mauro: — Sí. Porque el equipo es impresionante, la ciudad es espectacular, ya tenía toda mi familia instalada, colegio, todo. Y de un día para otro dije: “Quiero volver a Italia”. La pasé muy bien, pero ahora si me preguntás... "No conozco otro jugador que haya jugado dos veces gratis en Vélez", expresó el ex jugador. (Gustavo Gavotti) La relación con Vélez, Boca y los hinchas Leo: — El tema Vélez-Boca, todo el episodio totalmente remanido, ¿está sanado? ¿Hay cariño de los hinchas de los dos equipos? Mauro: — El cariño que te da la gente de Boca por la calle o donde sea es impresionante. Leo: — Y los de Vélez que quedaron re dolidos por todo el episodio, las declaraciones y demás. ¿Bajó ya la espuma? Mauro: — Bajó la espuma, sigue todo igual, en el sentido de que cada vez que me cruzo a alguien de Vélez que me vienen a hablar. Mi primera reacción es pedirle disculpas. A la gente de Vélez yo siempre le pido disculpas porque yo falté a mi palabra. Mi carrera ya estaba hecha. Mi idea era jugar en Europa, estar hasta los 30, 31, 32, volver y retirarme en Vélez. Se anticipó todo esto. Mi cabeza cambió cuando tuve la lesión del cruzado en la Premier. Me agarró mucho miedo. Sentía que ya no estaba preparado para seguir en la Premier y me voy a Dubái a quedarme ahí un tiempo y después, sí, volver a Vélez. Se anticipó todo cuando me llaman para volver, para dar una mano. Ahí acepto. Mi familia obviamente me quería matar. Leo: — Vos tenías un contrato muy interesante económicamente en Dubái por tres años y venís a Vélez en 2018 gratis. Para ayudar al club que no descendiera, ¿no? Mauro: — Sí, sí. Leo: — Estaba comprometido en una buena campaña y todo. Y después viene el episodio Boca y la gente no te lo perdonó. Mauro: — No y yo lo entiendo. Sentí que hasta lo que yo digo en un partido, que paso al equipo grande y todo eso, fue un error. Pero no fue ni para Vélez, que es donde crecí, ni para la gente. Tenía un poco de bronca porque sentía que fue un poco demasiado, que lo seguía entendiendo y nunca dije nada. Nunca salí a hablar mal, nunca quise ni revancha ni nada. Pero como que ahí me salió un poco la bronca de gritar el gol. Leo: — Recordamos eso fue un Boca-Vélez, después de que vos te habías comido un montón de agravios por el episodio en sí de tu paso de Vélez a Boca. Mauro: — Sí, en la semifinal del campeonato. Leo: — ¿Sentís que te equivocaste? Mauro: — Creo que podría haber sido medido el grito y después lo del paso del equipo, la gente lo tomó muy mal. Pero fue por otra cosa. Fue en su momento que el Monito Vargas había dicho que nosotros no jugábamos como equipo grande. El Monito es un genio, es muy buen pibe, yo jugué con él y es buenazo. Se ve que le metían ficha y quiso decir eso y bueno… Leo: — ¿Creés que con el tiempo la gente de Vélez va a valorar quién fue Mauro Zárate para el club? Mauro: — No, mientras yo esté tranquilo. El valor es hermoso, pero entiendo si no lo hacen y no pasa nada. Si lo valoran o no… Estaría bueno que sí. Pero si no lo hacen, no me cambia a mí. Yo estoy muy tranquilo por lo que hice. Creo que no hay otra persona que haya hecho lo que hice yo por Vélez. No hay. Leo: — ¿En términos de...? Mauro: — En términos de todo. Jugar gratis dos veces y dejar más de 25 o 26 millones de dólares. No hay. Yo no conozco un jugador que haya jugado gratis en Vélez. Leo: — Solo por amor a Vélez, cuando podrías haberte quedado en Dubái... Mauro: — Sí. Mismo en el 2014, cuando vuelvo, salimos campeones. Me va muy bien y ahí me compra el West Ham. Yo ese contrato lo dejo también, no lo cobro. Leo: — Dos veces gratis, digamos. Mauro: — Sí. Igual no pasa nada porque yo le fallé, yo le fallé y lo acepto. Zárate destacó su paso por Lazio y reveló detalles de su relación con los hinchas de Vélez y Boca. (Gustavo Gavotti) La pareja y la vida cotidiana Leo: — Estás hace 15 años en pareja con Natalie Weber, tu esposa, divina, que está trabajando en televisión. ¿Cómo se combina con lo tuyo, la casa, los nenes, el amor, los viajes y la vida misma? Mauro: — Ella, al hacer su trabajo, que es lo que ama, está feliz, está contenta. Entonces eso lo transmite en la casa, es todo paz y amor. Leo: — Cuando empezaron a salir, los dos eran muy conocidos, vos deportista de élite internacional y ella dando sus primeros pasos como modelo, ¿te ligaste algún disparo de la tele al que no estabas acostumbrado y ella por el fútbol? ¿Cómo manejan ese tipo de situaciones públicas? Mauro: — No, yo me mantenía al margen y ella me mantenía al margen también. Creo que dos veces me habrá dicho: “Acepto que vengas a esta nota”. Porque le dicen muchas veces: “Queremos hacer una nota juntos” y ella ni me lo dice. Ella también entiende la situación. No sé si mi viejo le habrá agarrado y le habrá dicho: “Mirá que Mauro es jugador de fútbol, que no haga boludec**”, porque la volvía loco con el tema del descanso, el sexo, todo… Leo: — ¿Tu viejo le hizo un coacheo a ella? Mauro: — La llamada por teléfono, dos o tres días antes de la concentración. Le decía: “Hoy ya está. Es viernes, juega el domingo”. Leo: — Le decía: “No sexo, descanso...” Mauro: — Sí. Y se lo decía serio. No era de risa. Leo: — ¿Y cómo reaccionaba ella? Mauro: — Siempre era lo mismo. Él llamaba y le decía: “Hola Nati, ¿cómo están? ¿Cómo andan los nenes?” y enseguida metía la pregunta: “¿Cuándo juegan?" Ella le decía, por ejemplo: “El domingo a las 12”, que era para los partidos de la Premier. Y ya le advertía: “Bueno, ya sabés…” Leo: — ¡Le ponía los puntos! Mauro: — Sí y ella le decía: “Sí, suegro, quedate tranquilo”. Se reía conmigo, pero era chocante al principio. En algún momento le habrá dicho que tener relaciones perjudica a los músculos. Él lo había leído y le quedó para toda la vida (risas). Hay muchos que dicen que no, pero yo lo creo. Leo: — ¿Y Nati acataba la orden? Mauro: — A veces sí, a veces no... A veces salía de bañarse y yo me tiraba de cabeza (risas). Leo: — Son una pareja sexual, activa, podemos decir. ¿Sin problemas ni sobresaltos? Mauro: — Bien, bien. Sin quejas. Leo: — ¿De ninguno de los lados? Mauro: — Yo me puedo llegar a quejar porque la veo en casa y… Leo: — Y te gusta. Mauro: — No es queja, pero le mando un mensajito. ¿Qué onda? Van cuatro días... Pero con una risa. Te puede mandar a la mierd* o agarra viaje. Una de dos. Leo: — Pero los veo bien a los dos. Son una pareja fogosa con una linda historia de amor. Mauro: — Estamos bien. Yo la verdad que siempre digo lo mismo: elegí una persona espectacular para crear la familia que siempre soñé. En diálogo con Leo Montero, el exfutbolista compartió anécdotas sobre su vida en pareja con Natalie Weber y su futuro profesional. (Gustavo Gavotti) Quién y por qué Leo desafió a Mauro con una serie de preguntas íntimas y divertidas para poner a prueba su espontaneidad. La dinámica era simple: elegir entre él o su pareja, Nati, en distintas situaciones cotidianas y justificar las respuestas. Leo: — Primera situación de vida: ¿Quién de los dos consigue más canjes? Mauro: — Yo. Pero no tengo ni idea. Me llaman y yo se los paso a ella. Leo: — Pero te llaman a vos más contactos por tu carrera. Mauro: — Sí. Ahora me estás equiparando porque está en la tele y todo eso… Leo: — Tirame una locura que recibiste como canje. Mauro: — Carbón para el asado. Lo mejor que me pasó en la vida (risas). Todavía tengo para meses. Leo: — ¿Quién hace más bolucompras? Mauro: — Nati, claramente. Compra, por ejemplo, centros de mesa. Debemos tener 35 o 36 centros de mesa y tenemos dos mesas nada más (risas). No entran en los cajones. Hay millones de velas… El centro de mesa me molesta y es motivo de pelea. Aparte algunos tienen frutas de mentira y es terrible. Una vez compré bananas y puse las verdaderas. Me las sacó. ¡Pero si pones frutas de mentira! ¿Por qué no puede haber fruta de verdad? Leo: — ¿Quién dio el primer paso en la pareja? ¿Quién invitó a salir? Mauro: — Yo. Volví de vacaciones, fuimos a bailar con los chicos y ahí la conozco. Estaba con sus amigas lejos, nosotros estábamos en otra mesa. La miré toda la noche y quedé flasheado, pero ni aparecí. Traté de conseguir en ese momento el MSN. Leo: — Estamos hablando de 2010… Mauro: — Sí. Mando solicitud y nada. Mando mail, nada. Después de un tiempo consigo número, llamo y ahí empezamos a hablar. Me aceptó y seguimos la conversación por MSN. Seis meses hablando hasta que volví de vacaciones. En esos seis meses ya conocía a toda su familia. Ya nos conocíamos de toda la vida. Leo: — Eran novios por chat… Mauro: — Sin conocernos. Leo: — Sin el primer beso. Mauro: — Videollamadas de cuatro o cinco horas. Cuando la vi por primera vez estaba nervioso. Viajé a Córdoba. Ella estaba en una obra y la fui a ver. Fuimos a comer y estuvo buenísimo. Pero ya durante esos seis meses, me iba a dormir con la computadora y ella cortaba la conversación cuando me veía dormido. La verdad que fue muy lindo. Leo: — ¿Quén es más romántico de los dos? Mauro: — Yo. 100 por ciento.
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