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Parana » Entreriosya
Fecha: 29/07/2025 03:50
Entre 2011 y 2024, el trabajo registrado bajo los regímenes de monotributistas y autónomos creció de manera significativa, pasando de 1,7 a 2,5 millones de aportantes. Sin embargo, este aumento no se tradujo en una mejora sustancial de la formalidad laboral. De hecho, según un reciente informe de la Secretaría de Trabajo, el 37% del incremento de los aportantes monotributistas y autónomos entre 2011 y 2024 son asalariados en relación de dependencia del sector privado. Esta modalidad de contratación encubierta afecta directamente las estadísticas de informalidad, que se mantienen elevadas: más del 40% de la población ocupada continúa en situación informal. El informe detalla que “al no realizar aportes a la seguridad social como trabajadores asalariados sino como independientes, las encuestas los definen como informales debido a que se incumple con la normativa vigente en lo referente a los aportes a la seguridad social bajo la figura de asalariado”. La utilización del régimen de monotributo por parte de empresas para contratar trabajadores en relación de dependencia implica una pérdida significativa de derechos laborales. En palabras del mismo informe, “un porcentaje significativo de la expansión del trabajo monotributista no se traduce en una mejora efectiva de la tasa de informalidad general por el hecho que el aporte en ese régimen del monotributo no implica acceso a la formalidad en la categoría ocupacional de asalariados”. Profesionalización sin mejora en la calidad del empleo Otro hallazgo relevante del informe es que este fenómeno afecta especialmente a trabajadores con mayor nivel educativo. Al comparar la información relevada por las encuestas mencionadas entre los años 2011 y 2024, el 65% del incremento total del trabajo aportante al régimen monotributista o autónomo corresponde a trabajadores con estudios universitarios y terciarios completos o incompletos. Esto marca un contraste con las tendencias históricas del mercado laboral. En 2003, solo el 18% de la población ocupada tenía estudios terciarios o universitarios, cifra que se elevó al 27% en 2024. No obstante, el crecimiento de empleo registrado formal no acompañó ese aumento en la calificación. Según el informe, entre 2011 y 2024, “el número de asalariados registrados privados con estudios terciarios en 2011 casi cuadriplicaba al número de monotributistas o autónomos en la misma categoría. No obstante, durante el período evaluado el crecimiento de los trabajadores aportantes a los regímenes de trabajo independiente superó en un 21% a la incorporación neta de asalariados registrados privados”. La precariedad del trabajo independiente En paralelo, el informe oficial destaca que el aumento de los monotributistas formales tampoco logró reducir la informalidad entre los trabajadores independientes. “No obstante, dado que el número de trabajadores autónomos se mantuvo prácticamente constante durante el período evaluado, la totalidad del crecimiento observado en el trabajo registrado en los dos regímenes de trabajo independiente puede atribuirse a la expansión del trabajo monotributista”. Pero esta expansión se ve contrarrestada por un crecimiento paralelo del trabajo independiente informal. Según el documento, “se compensa con un incremento de magnitud similar del trabajo independiente informal, es decir, trabajadores que realizan su actividad laboral de manera independiente y no realizan el aporte al monotributo o al régimen de autónomo”. En consecuencia, “como la cantidad de trabajadores independientes informales creció aproximadamente en la misma medida que los independientes formales, el resultado en la reducción de la tasa de informalidad entre 2011 y 2024 es marginal”. Podes comentar y leer comentarios sobre esta noticia mas abajo
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