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» Diario Cordoba
Fecha: 27/07/2025 22:39
-¿Cómo se encontró la Federación de Peñas y cómo está a dos años de coger las riendas? -El primer año fue más complicado, porque estaba planteado el cambio de sede y empezaba a funcionar la nueva junta directiva con gente nueva, la mayoría no se conocían entre sí. Este segundo año ya nos hemos estabilizado. La Federación de Peñas tenía un peso específico, pero hemos querido abrirla al resto de la ciudad. Lo que se conocía de las peñas cordobesas era sobre todo el tema festivo y las tradiciones, que seguimos manteniendo, pero había que demostrar que se hacen más cosas. Hemos querido subir el nivel cultural y social de donde estamos colocados. -¿Qué o quiénes son los más reticentes a ese cambio que quiere impulsar en el seno de las peñas? -Cuando tienes una etiqueta colocada es difícil quitártela, y las peñas siempre han tenido la de dominó, vino y copla. Hay gente que no está metida en este mundo y solo ven eso. No se dan cuenta de que desde primeros de año hasta el final las peñas están haciendo actos para la ciudad, una cosa importante que no hacen otros colectivos. El impulso cultural de esta nueva directiva nos ha dado más visibilidad en otros sectores. -¿Por qué ha querido darle ese sello cultural a su presidencia? -Primero porque a mí me gusta mucho la cultura y creo que es algo que esta ciudad merece que se potencie a nivel institucional. Para eso creamos la mesa de cultura, un grupo de trabajo que capitanea Rafa Asensio con escritores, historiadores y músicos que nos dan una visión que desde dentro no somos capaces de tener. Trabajan de manera autónoma y hemos firmado convenios con el Ateneo, la Fundación Gala -hemos abierto en dos ocasiones la Semana de Gala- y con el Cabildo Catedral. Además se ha creado un certamen literario de relatos, este año ya celebramos la segunda edición, y el certamen literario de poesía, este año primera edición, y la mesa de la cultura elevó un proyecto a la Diputación que aceptó y ha puesto en marcha, consistente en una colección de la que saldrán dos números al año sobre tradiciones y costumbres en Córdoba y provincia. El primer número saldrá este otoño sobre la Historia de la Batalla de las Flores (1915-1985) y ya se están preparando los siguientes números. Dicha colección tiene la edición e impresión de la Diputación Provincial, pero los números, temas a tratar, búsqueda de los escritores y todo lo demás se va a llevar desde la Federación de Peñas. -Han cambiado de sede, ¿dónde está ahora la federación? -En los Picapiedras. La Fundación Cajasur quería recuperar la casa que teníamos cedida en la Judería para ponerla a la venta y aquella zona, aunque tenía el encanto del lugar, era un problema de accesibilidad y mantenimiento. Nos interesaba tener un sitio con menos encanto, pero más operativo. Ahora tenemos una sala de trabajo y sala de juntas donde hacer conferencias. -¿Qué censo de socios tenéis en estos momentos? -Unas 150 peñas. En el 2000 se llegó a 200, luego bajó y ahora nos mantenemos. Se van cayendo algunas, pero van entrando otras. -¿Hacia dónde cree que evoluciona el mundo de las peñas? -Siempre ha sido muy variado. Hay peñas taurinas, flamencas, culturales, asociativas de todo tipo, que nos dan un abanico amplio y riqueza. Últimamente, están entrando peñas cofrades, sobre todo de costaleros, y peñas carnavaleras, que antes no se habían acercado por lo que sea y ahora sí, y que nos dan un rango de edad menor a la media. Son gente de entre 40 y 50 años. Juan Serrano preside la entidad de los Potros de Oro convencido de que las peñas son el trasunto público de la familia y de que debería haber muchas más -La juventud, ahora, tira para lo cofrade. Las hermandades y cofradías ganan por goleada. -Las hermandades se nutren sobre todo de los colegios concertados y privados. Y luego, otra cosa, las peñas son desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, y creo que eso ha sido un error: querer involucrar a gente muy joven en las peñas, exigiéndole que estén en el día a día, porque en esa edad bastante tienen con sus estudios o con buscarse un trabajo. Además, entraban en una peña con gente mucho mayor y eso era un cambio generacional muy grande. La gente nueva que está entrando tiene sus propias inquietudes y su forma de llevar la peña. Hay que hacer que se acerquen, que participen, pero sin obligarles a que se involucren en el día a día. -Esta semana, el Ayuntamiento ha aprobado una subvención a la federación de 200.000 euros. Viendo los actos que deben organizar (dos romerías, la Batalla de las Flores, el pregón de San Rafael...) tampoco parece tan elevada. -El problema son los titulares de la prensa: «La Federación de Peñas recibe 200.000 euros». Luego van los comentarios en el Facebook. -Hombre, no mate al mensajero. -No, no, mato al titular. La verdad es que hacemos un montón de actividades. Es un dato objetivo: Córdoba no existiría como tal si las peñas no existieran porque las tradiciones se mantienen gracias a las peñas. Hacemos las romerías, un Concurso Nacional de Flamenco que tiene nombre en toda España, y todas son cosas abiertas a la ciudad. No es algo que hagamos para nosotros. Entonces si tú divides docientos mil euros en todas esas actividades te digo que se queda corto. Tenemos el compromiso del equipo de gobierno de que nos va a subir en los próximos años, porque llevamos bastante con la misma cantidad. -¿Cree que cabe cierta evolución en las tradiciones? -Es importantísimo. Si dejamos las tradiciones en el siglo pasado, al final morirán. Es una cosa que estamos intentando: adaptar esas tradiciones poco a poco. -¿Por ejemplo? -Por ejemplo, con el tipo de espectáculos que se ofrecen en la caseta de feria o en la verbena del Triunfo. En los carteles de hace 5 o 6 años solo había copla, academias de baile y grupos rocieros. Nosotros hemos programado flamenquito, música de versiones y hasta música clásica: un cuarteto de cuerda en la verbena del Triunfo. -Supongo que dependerá de la materia, porque parece difícil quitarle ‘caspa’ a un pregón. -Si vemos el pregón de mayo del Ayuntamiento tiene el mismo formato. ¿Cómo cambiar si el pregón debe pregonar? Nosotros tenemos el pregón de San Rafael y se trata de pregonar a San Rafael. Le puedes poner música, que el presentador sea más o menos dicharachero, pero es un pregón. Tenemos el ejemplo de los últimos pregones para los que nos hemos ido a la Real Academia y se están haciendo insoportables. En el punto medio debe estar la virtud y que, sobre todo, sea corto. El presidente de la Federación de Peñas Cordobesas, Juan Serrano, en la plaza de Las Tendillas. / Ramón Azañón -La vinculación de las peñas con la política en la historia también ha sido muy particular, un caso de estudio. ¿Cómo es ahora? -Creo que es un error decir que las peñas no tienen que saber de política, porque la política está hasta en una reunión de la comunidad de vecinos en tu bloque. La política es todo, en realidad. Y las peñas tienen que saber de política y tienen que estar dentro de la política. Lo que no deberíamos hacer, por lo menos nosotros vamos a seguir ahí, es partidistas. La federación tiene que estar con el equipo de gobierno, da igual que venga de un lado o de otro, con el alcalde y con el delegado de Fiestas y Tradiciones, a nivel institucional. Estás para el Ayuntamiento, para lo que ellos necesiten. Tienes que estar con el gobierno y luego tratar a la oposición por igual. -Y al revés, los peñistas son muchos. Ahí hay mucho voto. -Eso siempre lo han tenido en cuenta las instituciones. Saben que el potencial que tienen las peñas es la cantidad de gente que mueve. Eso es nuestra fuerza. -Mójese, ¿cuál ha sido el mejor concejal de la historia democrática para las peñas de Córdoba? -Cada uno ha tenido su indiosincrasia. Desde Paco Paños, que recuerdo cuando estaba con mi padre, que no sabía nada de peñas, pero que se involucró y apostó por ellas; Herminio Trigo, que hizo mucho por las peñas y no se le ha reconocido, aunque venía del mismo signo político que Julio Anguita, que no se acercaba a las peñas. Marcelino Ferrero al que no solo le gustaban las peñas sino todo el mundo festivo, hasta Nani Caracuel y Luis Martín, que siguen todavía. Y ahora Julián Urbano, con quien hemos tenido feeling desde el primer día. Aunque tenía dudas, viniendo de donde venía: el mundo cofrade. -¿Por qué? ¿No es compatible ser cofrade y peñista? -Sí, el problema es que hay algunos sectores del mundo cofrade que piensan que cada uno debe ir por un lado. Y en cambio, desde el primer momento, con Julián la relación ha sido muy buena. Apostó por esta nueva directiva. Llegamos en julio y en septiembre nos encontramos con el problema de los convenios que nos reclamaba el Ayuntamiento porque estaban mal justificados. Apostó por confiar en nosotros y por solucionar ese problema. -¿Cómo se encontró las cuentas de la federación? -Cuando llegamos, no te digo que estábamos en menos cero, pero casi. La cuenta estaba al límite. Además, el Ayuntamiento nos mandó un requerimiento diciendo que había problemas con los convenios del 21 y del 22, 80.000 euros que no estaban bien justificados y que teníamos que devolver. Julián (Urbano) apostó por nosotros, porque yo le dije que si eso era así, yo paraba la máquina y ese año no podía haber ni romería, ni batalla, ni nada. Al final la cifra quedó en 2.000 y pico que tuvimos que devolver, gastos de gasoil y hoteles del presidente anterior, que decía que eso lo había hecho otra vez y que se lo habían aceptado y, bueno, tuvimos que devolverlo. Otro problema que tiene el Ayuntamiento es que paga tarde y creo que los convenios se deberían firmar el primer trimestre del año. Hemos trabajado para tratar de ampliar la entrada de dinero: Diputación nos ha subido un poquito, estamos recibiendo ayuda de alguna empresa privada como Estrella Galicia y con la Junta hemos renovado la relación que llevaba veintitantos años perdida. -Hace ya dos años que las peñas no están en la organización de la cabalgata. ¿Se libraron de un problema o se echa de menos? -Ahora veremos qué pasa porque el contrato (que sacó el Ayuntamiento para organizar el desfile) era por dos años y aún no se sabe nada. Con la cabalgata, la federación ha pasado por mucho en muchas etapas. En los 90 se encargaba de todo, hasta de comprar los caramelos, y a partir de 2012, el Ayuntamiento hacía casi todo, desde el diseño de las carrozas, hasta los regalos que se tiraban, y la Federación de Peñas se encargaba de la mano de obra barata, bueno, gratuita de los colaboradores que iban alrededor de las carrozas para cargarlas de caramelos o de los conductores. Sin embargo, parecía que era la federación la que organizaba la cabalgata y si las carrozas eran bonitas o feas, si se tiraban más o menos caramelos o si se corría más o menos, la culpa era de las peñas. En el último mandato se lo decía al presidente: esto hay que cambiarlo, o se nos reconoce de alguna manera lo que hacemos, o nada. De hecho, se lo planteamos al alcalde por carta y creo que eso fue el pistoletazo de salida para que el equipo de gobierno decidiera cambiar el sistema y buscar una empresa privada. Entre una cosa y otra había un término medio, pero el equipo de gobierno apostó por eso. -¿Cuál era ese término medio? -Apostar por la cabalgata, meter dinero y que la gente que estuviera trabajando recibiera una compensación por ello. Se hubiera podido hacer con la mitad de dinero que se gastan ahora. Nuestra última cabalgata costó ciento y pico mil euros y la siguiente, 500.000 euros. -¿Ahora qué papel tienen en la cabalagata? -Nos encargamos de la tarea más ingrata: colocar a la gente que va en lo alto de las carrozas. Y el problema es que la empresa ha puesto unas carrozas como de desfile de carnaval en las que cabe menos gente y no tienen capacidad de almacenamiento, por eso tiran menos caramelos, porque no caben más. -¿Cree, con todo, que está mejor la cabalgata ahora? -Está mejor de lo que estaba, pero no en concordancia con su coste. -¿Estáis organizando algún evento o actividad nuevos? -Siempre decimos que nuestras ideas son infinitas, aunque nuestros recursos sean limitados, pero bueno. Este año vamos a proyectar en la Filmoteca Andalucía, el 20 de octubre, un documental que se está montando ya sobre la creación de las carrozas, desde que se piensan en un plano hasta que salen a la calle. Y tenemos otro proyecto de hacer la memoria de las peñas desde que empezaron hasta ahora. Tenemos gente de 80 o 90 años que tiene mucho que contarnos de lo que han sido las peñas. No nos equivoquemos, cuando nacen las peñas en Córdoba estamos todavía en la posguerra, en el franquismo. Todavía no había Constitución y no se permitían las reuniones de más de cinco personas. -¿Todo su empeño es desligar a las peñas del perol? -Exactamente. La etiqueta es arcaica y que algunos la siguen queriendo mantener, un error. -¿Cuál es el punto común de todas las peñas? -El colectivo que forma una peña al final forma una familia. En este tiempo en que vivimos este colectivo es necesario. Ojalá existieran más peñas de las que existen, ojalá la gente se juntara más, porque vivimos en una sociedad demasiado individualista. -Han aprobado un cambio de estatutos en la federación, ¿con qué objetivo? -No se hacía desde 2015 y, por ejemplo, había unos plazos para la renovación del presidente extensísimos que hemos acortado y hemos cambiado también el sistema de elección del Potro de Oro. ¿Cómo lo vamos a hacer? Las candidaturas se van a presentar igual, pero en vez de hacer una votación en una asamblea, va a haber una comisión, un jurado, por así decirlo, que valorará esas candidaturas. -¿Volverá a presentarse a la reelección o es pronto para decirlo? -Puedo estar hasta ocho años, pero ya veremos. Yo tengo una empresa de servicios técnicos de maquinaria de hostelería y comercio y más de la mitad de mi junta directiva está trabajando. Hasta ahora se buscaba una serie de gente afín al presidente y luego se repartían los cargos y eso daba algunos problemas. Yo primero me creé la estructura de lo que quería hacer y luego fui buscando uno por uno para que trabajaran de manera independiente. Les dije que quería ser el presidente menos presidencialista de la historia de la federación. Quiero estar al tanto de lo que se está haciendo, pero cada uno en su parcela. Es la única manera de que cada uno pueda seguir trabajando en su trabajo sin tener que dedicarle 24 horas al día a esto. -¿Qué implica ser presidente de la Federación de Peñas? -Tiene cierta importancia en esta ciudad, pero se lo he dicho a algunos presidentes: cuando te vayas de aquí volverás a ser el que eras antes. Ahora representas a una entidad y esa entidad es la importante, no tú que tienes el cargo. Suscríbete para seguir leyendo
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