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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 27/07/2025 19:25
Según informes recientes de la Comisión Europea y de la Agencia Europea de Medio Ambiente, el escenario es urgente y estructural. La UE lanza un paquete estratégico de Resiliencia Hídrica 2025. Domingo, 27 de Julio de 2025, 13:24 Redacción EL ARGENTINO Contaminación, sequías e inundaciones simultáneas: Europa atraviesa una de sus mayores crisis hídricas, con impactos que se expanden desde los campos agrícolas del Mediterráneo hasta las ciudades del norte. Con más del 60% de sus cuerpos de agua afectados por contaminantes industriales y agrícolas —desde nitratos y plaguicidas hasta metales pesados y PFAS— el continente enfrenta lo que expertos califican como una "erosión del ciclo natural del agua". A esto se suman las sequías prolongadas que golpean al sur —España, Italia y Portugal— y las inundaciones extremas que impactan regiones del centro y norte europeo, replicando episodios trágicos como los ocurridos en Alemania y Bélgica en 2021. “La presión hídrica ya no es solo ambiental: es económica, sanitaria y geopolítica”, advierten desde Bruselas. La agricultura intensiva, principal usuaria del recurso, aparece como foco de contaminación y sobreexplotación, mientras que los sistemas urbanos de drenaje y consumo muestran serias falencias ante eventos extremos. El río Danubio transporta anualmente 1.533 toneladas de residuos contaminantes al Mar Negro Respuestas en marcha: Europa busca blindarse ante la crisis del agua La Unión Europea lanzó su Estrategia de Resiliencia Hídrica 2025, un paquete de medidas que intenta revertir la presión creciente sobre los recursos acuáticos. Entre sus principales ejes se destacan la restauración de humedales y cuencas fluviales, el impulso a la reutilización de aguas grises mediante sistemas descentralizados, y el refuerzo de alertas tempranas ante inundaciones, cada vez más frecuentes en zonas urbanas. Además, se propone consolidar el principio de “quien contamina, paga”, buscando que la industria asuma responsabilidades directas sobre sus impactos hídricos. Sin embargo, organizaciones ambientales de todo el continente advierten que la implementación avanza con lentitud. Y mientras los documentos estratégicos se acumulan, la crisis ya se traduce en problemas concretos: caída en la producción agrícola, afectación en el acceso seguro al agua y deterioro de la calidad de vida en las regiones más vulnerables.
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