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  • Jóvenes, ancianos y enfermos mueren de hambre en Gaza: “No hay nada”

    » Elterritorio

    Fecha: 27/07/2025 19:03

    El caso de Esraa Abu Halib, una beba de cinco meses que murió con un kilo menos que al nacer, simboliza el drama humanitario que atraviesa Gaza. Solo en las últimas 24 horas, las autoridades confirmaron otras cinco muertes por desnutrición. Hoy, tras el alto al fuego del gobierno israelí, comenzaría a llegar ayuda humanitaria domingo 27 de julio de 2025 | 10:30hs. Una bebé de cinco meses, la última víctima fatal de la inanición en la Franja de Gaza, murió pesando menos de lo que marcó la balanza el día de su nacimiento, según la contundente crónica de una agencia de noticias internacional. Su mamá la besó por vez postrera y lloró sin consuelo ante los despojos de Esraa Abu Halib, que pesaban dos kilos, uno menos que al nacer. En una calle soleada de la destrozada Gaza , el paquete que contenía a Zainab Abu Halib representaba la última muerte por inanición después de 21 meses de guerra y de restricciones israelíes a la ayuda, indica el cable de la agencia estadounidense Associated Press. En sus últimos minutos de vida, la bebé fue llevada al departamento de pediatría del Hospital Nasser el viernes pero cuando la vieron los médicos ya estaba muerta, sigue la crónica de Samy Magdy y Mariam Dagga. Un trabajador de la morgue le quitó con cuidado la camiseta estampada de Mickey Mouse, cubriéndole los ojos hundidos y abiertos. Le subió los bajos del pantalón y se pudieron ver las rodillas huesudas, el pulgar más ancho que el tobillo y todos los huesos del torax expuestos, que se podían contar uno por uno. El diagnóstico de la muerte de la criatura de apenas cinco meses de vida fue: “inanición muy severa”. Este sábado, los hospitales de Gaza registraron cinco nuevas muertes por inanición y desnutrición en las últimas 24 horas, lo que eleva a 127 el número de fallecidos por este motivo desde octubre de 2023, incluidos 85 niños, informaron las autoridades sanitarias en un breve comunicado. Mientras tanto, el Comisionado General del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente, Philippe Lazzarini, afirmó en la red social X que “el hambre provocada por el hombre solo se puede abordar con voluntad política”. “Levanten el asedio, abran las puertas, garanticen la seguridad de los desplazamientos y el acceso digno a las personas necesitadas”, declaró Lazzarini, añadiendo que la agencia cuenta ahora con el equivalente a 6.000 camiones en Jordania y Egipto esperando la autorización para entrar en Gaza. La agencia oficial de noticias palestina, WAFA, informó que al menos 47 palestinos, incluidos 17 solicitantes de ayuda, murieron en ataques israelíes en Gaza el sábado. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) declararon el sábado que su fuerza aérea atacó más de 100 objetivos militantes en Gaza durante el último día, incluyendo células terroristas, túneles de combate, infraestructura militar, puestos de misiles antitanque y almacenes de armas, de acuerdo con un cable de la agencia de noticias Xinhua. Desde que Israel reanudó sus operaciones militares en el enclave el 18 de marzo, al menos 8.581 palestinos han muerto y otros 32.436 han resultado heridos, lo que eleva el total de muertos desde octubre de 2023 a 59.733 y el de heridos a 144.477, según informaron las autoridades sanitarias de Gaza el sábado. A lo largo de la guerra, agencias de la ONU y grupos de ayuda independientes han acusado a Israel de permitir la entrada de muy pocos alimentos a Gaza, advirtiendo de una hambruna inminente para sus más de dos millones de habitantes. Durante gran parte de ese tiempo, Israel ha afirmado que llegaban suficientes alimentos a Gaza, culpando de los problemas a los desvíos de Hamás y a la mala gestión de los grupos de ayuda. Niños esqueléticos y de ojos hundidos languidecen en camas de hospital o son cuidados por sus padres, quienes contemplan con impotencia las costillas y los omóplatos salientes, y las extremidades demacradas que parecen palos quebradizos. Las escenas inquietantes contrastan marcadamente con la abundancia que existe a solo unos kilómetros de distancia, al otro lado de las fronteras con Israel y Egipto. Mohammed Zakaria al-Mutawaq, de unos 18 meses, vive con su madre y su hermano en una tienda de campaña en una playa de Gaza. La madre de Mohammed, Hedaya al-Mutawaq, de 31 años, contó que el padre del pequeño murió en octubre pasado cuando salió a buscar comida. “Voy por las calles buscando comida”, dijo por teléfono, con la voz apenas audible. Los comedores sociales de los que depende para alimentar a Mohammed y a su hermano, Joud, de 3 años, no siempre pueden ayudarlos, y pasan hambre. “De adulta, puedo soportar el hambre”, dijo. “Pero mis hijos no”. Mohammed, dijo, nació sano. “Lo miro y no puedo evitar llorar”, dijo. “Nos acostamos con hambre y nos despertamos pensando solo en cómo encontrar comida”, añadió. “No encuentro leche ni pañales”. Mohammed fue diagnosticado con desnutrición severa por la clínica Amigos del Paciente y el hospital infantil Al-Rantisi, comentó, pero poco pudieron hacer. En una visita reciente a la clínica, comentó: “Me dijeron: ‘Su tratamiento es comida y agua’”. Yahia al-Najjar tenía 4 meses cuando falleció el martes por desnutrición severa en el Hospital Americano de Khan Younis, en el sur de Gaza, según contó su tía, Safa al-Najjar, de 38 años, en una entrevista. Yahia nació sin problemas de salud graves, pero su estado pronto empeoró, explicó. La familia se ha refugiado bajo una tienda de campaña hecha con una manta sostenida por cuatro postes. La madre de Yahia, que subsistía con una sola comida de lentejas o arroz al día, no podía producir suficiente leche para amamantarlo, aunque no tuvo problemas para amamantar a sus tres hijos anteriores. La familia no podía permitirse comprar leche de fórmula. En el hospital, los médicos intentaron ayudarlo, pero ya se encontraba en estado crítico y había perdido peso. Murió poco después, dijo. Tras el fin de un alto el fuego de dos meses a mediados de marzo y la reanudación de su campaña militar en Gaza, Israel impuso un bloqueo total a la entrada de mercancías durante unos 80 días para intentar presionar a Hamás a rendirse, agravando así la ya grave situación de privación. Ahora, la ayuda entra de dos maneras. Una es un nuevo y muy criticado sistema, gestionado por contratistas privados estadounidenses bajo los auspicios de la Fundación Humanitaria de Gaza, un grupo privado respaldado por Israel, que cuenta con algunos puntos de distribución en el sur de Gaza y uno en el centro de la Franja. La otra consiste en convoyes de ayuda transportados por organizaciones internacionales independientes. Ambos sistemas se han visto afectados por un caos y una violencia cada vez más graves tras meses de asedio, guerra, desplazamientos masivos y anarquía. La mayoría de los tiroteos israelíes, según Naciones Unidas, han ocurrido en torno a los puntos de distribución respaldados por Israel. La crisis del hambre es el resultado de fallos humanos, y cada una de las partes implicadas culpa a otra del sufrimiento. Israel acusa a Hamás de crear una narrativa de hambruna al saquear camiones de ayuda humanitaria e interrumpir la distribución de ayuda a los gazatíes. También acusa a las Naciones Unidas y a otras organizaciones humanitarias de no recoger los cientos de camiones cargados de ayuda que se han acumulado en el lado gazatí de los cruces fronterizos. Los grupos de ayuda humanitaria culpan a Israel de sitiar Gaza, restringir los suministros y no proporcionar rutas seguras para sus convoyes dentro de Gaza. La única solución, según han afirmado desde hace tiempo, es un aumento considerable de las entregas de alimentos. Israel contrarrestó las imágenes de niños hambrientos esta semana con imágenes de palés de suministros sin recoger en el lado gazatí de un cruce fronterizo y grabaciones de lo que el ejército describió como terroristas de Hamás disfrutando de bandejas de comida y fruta fresca en los túneles subterráneos del grupo. El ejército se negó a revelar cuándo se grabó el video. Los líderes de Israel y Hamás están enfrascados en lentas negociaciones, a través de mediadores, para otro cese del fuego temporal que podría traer alivio y permitir que Hamás libere a los rehenes que mantiene en los túneles a cambio de prisioneros palestinos bajo custodia israelí. Los médicos advierten que la desnutrición en la primera infancia puede tener efectos a largo plazo, afectando el crecimiento, la capacidad cognitiva y el desarrollo emocional. Mohammad Saqr, jefe del departamento de enfermería del Complejo Médico Nasser, informó que solo el lunes por la tarde, el hospital recibió a 25 mujeres y 10 niños que solicitaron solución de glucosa intravenosa. Si bien el tratamiento puede aliviar brevemente los síntomas, el Sr. Saqr advirtió que “reaparecen con hambre poco después”. Añadió: “Algunos llegan temblando de hambre”. El limitado suministro de solución intravenosa del hospital no puede satisfacer la creciente demanda, afirmó, y añadió: “El equipo está agotado de hambre. Ayer, algunos miembros del personal comieron solo 10 cucharadas de arroz blanco”. El Hospital Al-Shifa en la ciudad de Gaza registró tres muertes por desnutrición en las últimas 36 horas, según declaró el Dr. Mohammad Abu Salmiya, director del hospital, en una entrevista el martes. Una de ellas era un bebé de 5 meses.

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