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  • Cavigliasso destaca la importancia de la colaboración en obras que dependen de la acción colectiva y el compromiso comunitario

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 27/07/2025 18:18

    General Cabrera puede ser una de las localidades más prósperas de la provincia. Guillermo Cavigliasso representa la segunda generación al frente de Promedon, una de las empresas maniceras más grandes del país, aunque esa no es su actividad principal. Cada día, se levanta y se dirige a Buenos Aires 1051, a su oficina en la municipalidad. Como ingeniero, necesita tener todo controlado y organizado. Desde joven, ha estado involucrado en debates locales y ha colaborado con instituciones educativas y deportivas. En 2015, logró obtener su banca como concejal y, cuatro años después, fue elegido presidente del Concejo Deliberante. En la conversación de Mesa Chica con Perfil Córdoba, habla poco de política, ya que considera que la interna partidaria le aporta poco a la gestión local. En cambio, comparte con entusiasmo las mejoras en la gestión de cobranza del municipio y cómo ha cambiado la mentalidad de los vecinos para valorar los servicios que se ofrecen y, por ende, el pago de las tasas. En localidades como Cabrera, ¿debe el intendente ser más un administrador o un político? Es fundamental ser un buen administrador y gestor. Creo que la principal fuente de ingresos de nuestros pueblos proviene de nuestros propios recursos, lo que nos permite tener claridad acerca del dinero disponible. En contraposición, la coparticipación es menos predecible. Por lo tanto, es crucial ser eficiente y un excelente administrador. ¿Cómo es ser intendente con empresas tan grandes a su cargo? Hoy en día, Córdoba está experimentando un cambio significativo de intendentes, lo cual permitirá que muchas eficiencias en la gestión pública se reflejen en el futuro. Hay muy buenos gestores. Como siempre digo: ojalá muchos privados de localidades como la nuestra se comprometan. Pero usted está en ambas partes… por la mañana en el municipio y por la tarde en la empresa. Me toca estar en ambos lados, dependiendo del día. Eso también tiene su valor. Lo que uno invierte en la gestión pública es muy importante; venimos a este mundo para dejar una huella. No es necesario ser intendente para cambiar la realidad del lugar donde uno vive, pero si el intendente colabora, es un gran apoyo. ¿Y qué huella desea dejar? Quiero dejar un legado de cosas que funcionen, que perduren. Aspiro a construir una comunidad unida, con numerosos proyectos que unan a empresarios y productores. Por ejemplo, el instituto secundario que se edificó en solo ocho meses en la ciudad, gracias a la colaboración de privados y empresas. Creamos 1.500 m² para poner en marcha una escuela. ¿Y se logró por su cargo como intendente o porque la idea era buena en sí misma? Es una gran necesidad y considero que el papel que cumplimos quienes gestionamos es precisamente eso: identificar lo que falta y unir las partes para llevarlo a cabo. Cuando conectas a los privados, todo avanza mucho más rápido, y pensamos que ese era el camino. Es esencial que confíen en un líder para implementar buenos proyectos y que estos se materialicen. ¿Aumentaron las tasas? Sí, se incrementaron las tasas en función del costo de cada servicio que presta el municipio. Al final, la municipalidad de Cabrera brinda todos los servicios, excepto la electricidad, que es responsabilidad de EPEC. Todos los demás servicios están completamente bajo nuestra gestión. No hay privados que puedan hacerse cargo de ciertos servicios… Creemos que estamos gestionando muy bien desde el municipio, lo que nos brinda tranquilidad para continuar. Existen cooperativas que deberían evaluarse. Cabrera posee el 100% de la ciudad con agua potable y cloacas, y actualmente estamos ejecutando una gran obra de infraestructura para mejorarlas para las próximas dos décadas. Trabajamos en colaboración con los vecinos, y consideramos fundamental el compromiso que tenemos con cada frentista. Hay vecinos que comentan… Cavigliasso, yo ya pago los impuestos, no quiero que me cobres de nuevo por esa obra. Sí, pero muchas veces no se cobran. Por ejemplo, el cordón cuneta y el asfalto, que son obras de primera necesidad, son pagadas por los frentistas mediante contribuciones por mejora. El próximo mes lanzaremos un programa llamado 36 por 36, que propone hacer 36 cuadras de pavimento en 36 cuotas, con el compromiso de los frentistas. Esto completa un programa de viviendas en el que un grupo de personas pone a disposición su terreno como garantía, mientras el municipio gestiona la administración de las cuotas, lo que se paga y los recursos; en cinco años, la vivienda se devuelve al frentista. En 2027, habremos finalizado 630 viviendas en General Cabrera. Cabrera parece de otro planeta… Cabrera ha contado con una buena administración durante muchos años. Heredé una municipalidad superavitaria, muy organizada y con dinero en el banco para seguir operando. Esto no es común. Muchas obras no serán realizadas por otros; si no las hacemos entre nosotros, nadie las hará. Esa es la mentalidad que intento inculcar a los privados: tenemos necesidades. Bien, pongámoslas sobre la mesa, aunque quizás esto no sea un negocio, sino una necesidad. ¿Cómo se relaciona con la política provincial? No soy un militante activo del partido; hay aspectos de las políticas que no me agradan. El armado de listas y ciertas cuestiones son difíciles de comprender. Creo que eso es una política antigua que necesita un cambio. Muchos empresarios como usted han hecho campaña con su propia gestión. No le debe nada al partido… No, se lo debo a la gente de Cabrera que me brindó un gran apoyo. Cavigliasso en lo personal ¿Cómo es su familia? Mi familia está compuesta por mi esposa Paola y mis hijos Constanza y Francisco. Luego, está la familia empresaria: somos cuatro hermanos, yo soy el menor, y mis padres son Oscar y Graciela. ¿Se involucran en su gestión? No, en absoluto. Sí, brindan un apoyo clave al permitir que dedique tiempo de la empresa al municipio, lo cual es mucho, pero no he recibido un llamado de uno de mis hermanos diciéndome: “Oye, mira esto, mira aquello, la multa”. ¿Harás lo posible para que tus hijos se queden en Cabrera, o si ellos desean vivir en otra ciudad o país, los dejarás ir? No, les brindaré todas las herramientas para que puedan quedarse en Cabrera. Como intendente, deseo que todos quieran vivir aquí. ¿Por qué deberían vivir en Cabrera? Porque en Cabrera disfrutamos de calidad de vida, tranquilidad, seguridad, educación, industria, empleo y muchos proyectos por delante que aún están por completar. Las localidades intermedias y pequeñas tienen un gran valor que a menudo no se encuentra en otros lugares.

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