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Parana » Informe Digital
Fecha: 27/07/2025 17:25
El presidente Javier Milei llegó a la pista central de la Exposición Rural de Palermo con una actitud que denotaba total confianza, como si ya fuera parte del ambiente. Sus gestos familiares, los saludos a la tribuna y las sonrisas acompañadas de su característico puño en alto crearon un acto de complicidad total con sus seguidores, mostrándolo más cómodo que nunca en su papel protagónico. Después de su discurso, se subió a dos máquinas picadoras, se colocó un casco de polo con la bandera argentina y recorrió los corralitos de las tribunas para estrechar la mano de los socios de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Esto tuvo lugar mientras la gran ausente del evento, Victoria Villarruel, quien mantiene una fuerte interna con el mandatario, se echó en falta. “Gracias por matar la inflación, señor Presidente”, fue la primera frase que recibió Milei de la multitud: “Gracias, pero todavía falta. A mitad del año que viene vas a ver cuando la hagamos 0%”, respondió entre aplausos y vítores. El despliegue de seguridad fue más riguroso que el del año anterior: policías realizando inspecciones en las butacas, perros entrenados y controles con escáneres reforzados en cada ingreso a los corralitos, haciendo de la Rural un espacio blindado. Pasadas las 10:45, Milei formalizó su ingreso mientras la tribuna lo ovacionaba y coreaba consignas contra las retenciones. Hubo sonrisas entre dientes y miradas cómplices con su hermana Karina, además de intercambios de bromas con José Luis Espert, a quien le frotó la cabeza de manera paternalista. Se permitió incluso algunos gestos de “socio fundador” de este nuevo vínculo entre el oficialismo libertario y el campo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también fue recibida con aplausos al llegar al palco. Una silla vacía, a unos metros, se convirtió en una postal de la interna, tal vez a la espera de la vicepresidenta. El jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien llegó mientras sonaba el himno nacional, intentó más tarde saludar al Presidente, pero se quedó con la mano extendida, un gesto que no pasó desapercibido. El clima comenzó a cambiar con el discurso del presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien enumeró uno a uno los reclamos del sector agropecuario. Más tarde, Milei reconoció el trabajo del ruralista para hacer llegar los reclamos de los productores. En medio del discurso, ambos se saludaron y compartieron gestos de camaradería, mientras el Presidente destacaba la labor del “sector más pujante del país”. Los gritos de apoyo resonaron al denunciar la presión fiscal que ejercen los municipios con las tasas viales. El público acompañó con entusiasmo su reclamo por mayor seguridad rural: “Necesitamos fiscalías especiales dedicadas a los delitos rurales”, exigió Pino, subrayando la falta de personal de seguridad suficiente para proteger efectivamente a la gente del campo. Los aplausos resonaron desde todos los rincones de la tribuna, con un “¡muy bien dicho!” incluido. Uno de los gestos de complicidad más evidentes se produjo cuando Pino resaltó “la independencia” de cada uno de los tres Poderes del Estado. Por ejemplo, mencionó “la actuación independiente de la Justicia, manifestada recientemente en el cumplimiento efectivo de la condena de una expresidente de la Nación”. En ese instante, el silencio de la pista central, llena de grandes campeones, se rompió con gritos y aplausos. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, también recibió una calurosa ovación de la multitud que la seguía, y aprovechó la ocasión para disfrutar de una hamburguesa. “¡Libertad, libertad!”, coreaban los socios que soportaban el frío en las tribunas. Milei se dejó llevar por ese clima ferviente. Antes de cerrar, se subió a una picadora New Holland y a otra de Claas, en un gesto de cercanía y familiaridad con el campo. Desde lo alto, saludó a la multitud que aclamaba su nombre. Además, recibió un casco de polo con la bandera argentina que su hermana le acomodaba de vez en cuando. El mensaje sobre las retenciones fue claro y al estilo libertario: menos impuestos y más señales al agro. La promesa de eliminar completamente las retenciones está sobre la mesa, aunque no será inmediata, como se comprendió en una tribuna que celebró tanto los anuncios como los gestos del presidente.
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