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  • Habló víctima de golpiza en Club Holy: "Pasó algo similar con otra persona y eran los mismos patovicas"

    » Elterritorio

    Fecha: 26/07/2025 13:44

    Se prevé que en días comience la ronda de testigos en la causa que investiga la agresión que sufrió Rodrigo Ocampos (21) en el boliche el 12 de julio. La querella solicita que se indague por tentativa de homicidio. El joven barbero advirtió que su situación no sería aislada y denunció que fue agredido horas después de que lo intimaran a irse del lugar viernes 25 de julio de 2025 | 22:40hs. Ocampos se repone de las lesiones en el rostro, no ve bien del lado derecho y todavía tiene problemas auditivos. //Foto: Joaquín Galiano. Rodrigo Ocampos (21) todavía tiene serias dificultades para ver y escuchar del lado derecho. Reconoce que la lesión aún le duele, después de 12 días de aquella golpiza que sufrió en el Club Holy y que lo dejó en la vereda de la Costanera con el rostro ensangrentado. Con la visión borrosa y un ojo prácticamente rojo sangre, la preocupación que antes tenía por trabajar todos los días en su barbería pasó a otro plano: hoy lo que importa es poder recuperarse, y dejar atrás el miedo de salir a la calle. Es que todavía teme ser perseguido o amenazado por las personas que denunció como sus agresores. Recuerda que fueron al menos cinco los agentes de seguridad del local bailable los que lo enfrentaron esa noche del 12 de julio. Según denunció ante el Juzgado de Instrucción 3 de Posadas, uno de ellos lo tumbó por las escaleras y, una vez en el piso en un sector al lado del ascensor, lo golpearon y patearon. “Sigo agravado por lo que me pasó, me duele este lado del oído (derecho), no escucho bien. Me sigo haciendo estudios, moviéndome entre oculista y clínicos, todo de forma particular. Y el daño psicológico: literalmente no puedo salir a la calle, me da miedo”, confió a El Territorio. Por este hecho hay dos “patovicas” denunciados por “lesiones recíprocas”, carátula penal provisoria mientras se reúnen más elementos probatorios para que el par de acusados sean investigados por intento de homicidio. “Es lo que pudo haber pasado”, lamenta Rodrigo, todavía cabizbajo. En ese marco, el miércoles último se realizaron allanamientos en el boliche para reconstruir la presunta agresión y tomar cámaras de seguridad, equipos que -reconoció personal del lugar- no funcionan desde esa noche del 12 de julio. Federico Esquivel, abogado querellante en la causa, anticipó que junto a la Fiscalía de Instrucción ya solicitaron el acceso a las cámaras de 911 de la Policía: “Esos domos van a poder dar fe de que no lo golpearon afuera, lo golpearon adentro”, ratificó. Mientras, ya se avanza en la citación de testigos para que cuenten sus versiones sobre lo sucedido. Este matutino pudo saber que este viernes se dio vista fiscal a varias medidas judiciales, entre ellas la ronda de testigos que, se prevé, comience la semana entrante. Por otro lado, El Territorio intentó contactarse con Club Holy para conocer su postura sobre la investigación penal iniciada y las condiciones laborales en las que se encuentran los denunciados. Pero no obtuvo respuestas. Versión policial y de un patovica Ocampos comentó que días atrás uno de los agentes de seguridad del local bailable lo llamó “y me empieza a relatar cómo pasó todo, y yo lo afirmo, fue así cómo pasó”. Esa comunicación sería una de las tantas pruebas que tendría la querella a su favor para ratificar que la agresión ocurrió dentro del boliche y no en las afueras, como sostuvo la gerencia de Club Holy en un comunicado que se hizo masivo el lunes pasado. Ya echado del lugar aquella noche, Rodrigo reconstruyó que “personal policial me esposó a un costado después que me dieron la golpiza. Yo pedía a todo momento que me lleven al hospital, si mi cara estaba completamente sangrando, y ahí me metieron adentro del móvil y me llevaron al hospital, primero al Favaloro y después al Madariaga”. Según comentó, “los policías dijeron que no vieron nada, que me encontraron herido afuera. Completamente desconocen de lo que pasó adentro”. Esquivel, por su parte, explicó en qué instancia procesal está la causa iniciada el 14 de julio. “Al margen de los testigos, existen otros elementos probatorios, como videos, conversaciones, grabaciones y la filmación de uno de los de seguridad en el que confirma que la agresión sucedió dentro del local bailable”, sostuvo. Antes de solicitar el cambio de carátula “estamos esperando algunas pruebas que hay que producir para llegar a una resolución pronta”. Y aunque es una investigación incipiente desde la parte denunciante tienen expectativas de que el caso tenga un fallo favorable y que se repare, de alguna manera, el violento episodio que vivió Ocampos. “Tenemos a Rodrigo aquí de milagro. No le rompieron el cuello, no le rompieron la cabeza ni lo mataron”, advirtió el abogado quien defendió que “hubo una clara tentativa de homicidio agravada, no solamente por la cantidad de personas que lo agredieron, sino porque todos ellos tenían conocimiento en artes marciales”. “La verdad es que es un chico de 20 años que lo único que quiso hacer fue salir a divertirse con sus amigos y amigas, y lamentablemente pasó por esta situación horrible”, se lamenta mientras Rodrigo acompaña atento la conversación. Demanda por daños y perjuicios En esa línea, el letrado anticipó a este diario que “van a dispararse acciones, tanto en la parte penal, pero también se van a iniciar acciones civiles con respecto a una demanda de daño y perjuicio, está claramente tipificado de que aquí hubo un daño y perjuicio muy grave”, sostuvo. A la altura del caso, no sólo preocupan los daños físicos en Rodrigo, sino las complicaciones que este episodio le trajo para sostener su cotidianidad y su economía. Al respecto, Rodrigo ratificó que “nadie del local se comunicó conmigo en ningún momento”. Valoración acompañada por el letrado, quien lamentó: “Ningún representante legal ni siquiera dueño ni gerente se acercó hacia esta parte a ofrecerle por lo menos ayuda médica o saber si se encuentra bien Rodrigo”. Al referirse al comunicado de Club Holy viralizado esta semana, Rodrigo desmintió esa versión y recalcó que “varias personas se comunicaron conmigo también, que ese mismo día estuvieron, y afirman todo lo que pasó”. Denuncian que no fue caso aislado Rodrigo confirmó a este diario que él no sería el único en haber sido violentado por personal de seguridad del local bailable. “Justamente un día antes, un amigo me contó que vivió algo similar, que lo agarraron literal y cayó por las escaleras. Y ese mismo día pasó algo así con otra persona y eran los mismos patovicas, incluso hay videos”, ratificó. Esquivel coincidió en la existencia de numerosos hechos de violencia, aunque reconoció que “no se animan a denunciar, por represalias, por miedo”. Con los recientes allanamientos se habrían desvelado otras irregularidades en el boliche, que podrían abrir nuevas investigaciones. “Que no exista otro Cromañón acá en Posadas, a eso me refiero, que no tiene nada que ver con el hecho que le sucedió a Rodrigo”, aclaró Esquivel quien también advirtió de una “conducta contumaz” de parte de quienes operan el local. “Si te das cuenta de que ya tenés un indicio de que no les importa nada, no le importa la vida de las personas. Entonces, si no le importa la vida de las personas, menos le va a importar la vida de Rodrigo”. “El hecho sucedió dentro del boliche, y fue agredido por varias personas, entre cuatro o cinco, de las cuales dos él pudo identificar. Por los rostros, por el Facebook, por las redes, logró identificarlos. Fueron cinco personas contra un chico de 40 kilos, que tengan conocimiento en artes marciales es un cóctel explosivo para cualquier ser humano normal”, consideró el letrado.

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