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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/07/2025 22:42
Los tecnofósiles podrían superar a los fósiles biológicos en cantidad y durabilidad (Imagen Ilustrativa Infobae) En un futuro distante, cuando los paleontólogos del mañana estudien los estratos geológicos de la Tierra, podrían encontrar un registro fósil completamente distinto al que conocemos hoy. Según informó CNN, los paleontólogos Sarah Gabbott y Jan Zalasiewicz, de la Universidad de Leicester en el Reino Unido, exploran esta posibilidad en su libro “Discarded: How Technofossils Will Be Our Ultimate Legacy”. En el trabajo, los autores proponen que los objetos hechos por los humanos, como plásticos, ropa, teléfonos móviles y estructuras de concreto, podrían convertirse en los fósiles predominantes del futuro, dejando una firma geológica única que marcará la era del Antropoceno. En ese tono, CNN detalló que los tecnofósiles —un término que engloba los restos de materiales y objetos creados por la humanidad— podrían superar en cantidad y durabilidad a los biológicos tradicionales. Entre estos objetos se destacan las botellas de plástico, las latas de aluminio, las prendas sintéticas y los dispositivos electrónicos, que debido a su resistencia y composición, tienen un alto potencial de preservación. Plásticos y ropa sintética tienen alto potencial de preservación en el registro fósil (Créditos: Freepik) Según un estudio publicado en The Anthropocene Review, los tecnofósiles también incluyen materiales como concreto, fibras de vidrio, cables de cobre y espumas sintéticas, que en conjunto constituyen una nueva clase de entidades geológicas con propiedades de preservación superiores a las de muchos restos biológicos. A su vez, Gabbott menciona que “producimos 100.000 millones de prendas cada año, y alrededor del 60% de ellas contienen plásticos”. Estos materiales, diseñados para resistir la erosión, la luz solar y la abrasión, podrían permanecer intactos durante millones de años, formando un registro fósil único. De acuerdo con la investigación divulgada en Anthropocene Coasts, las fibras sintéticas y los microplásticos pueden funcionar como cronómetros estratigráficos, ya que su composición y color permiten identificar el período en que fueron producidos y desechados, aportando precisión temporal al registro sedimentario reciente. La ropa y los plásticos: una firma distintiva La ropa, históricamente invisible en el registro arqueológico por su naturaleza biodegradable, ahora tiene mayor potencial de conservación debido al uso de materiales sintéticos, indigeribles para microbios e insectos. Estas prendas, hechas de fibras plásticas, pueden fosilizarse cuando son enterradas en condiciones favorables, como basureros sellados. Celulares podrían ser difíciles de identificar para paleontólogos futuros (Créditos: Freepik) Por su parte, los plásticos, por su durabilidad, se presentan como ideales para el registro fósil futuro, ya que son comunes en el medio ambiente y se encuentran en basureros y sedimentos oceánicos, lugares propensos a la fosilización. Además, según un estudio publicado en Environmental Science & Technology, los microplásticos pueden mantenerse estables en ambientes sedimentarios durante décadas, y su presencia en estratos costeros está siendo utilizada como indicador de la actividad humana a lo largo del siglo XXI. Las ciudades y su potencial para fosilizarse El destino de las ciudades también podría desempeñar un papel importante en el registro geológico del futuro. Las ciudades ubicadas en terrenos elevados, como Manchester en el Reino Unido, eventualmente se erosionarán y sus restos serán arrastrados al mar. Sin embargo, aquellas situadas en zonas más bajas, como Nueva Orleans o Ámsterdam, tienen mayores probabilidades de fosilizarse debido a su ubicación en áreas que se están hundiendo tectónicamente y al aumento del nivel del mar. El uso masivo de fibras sintéticas convierte a la ropa moderna en un posible fósil del Antropoceno, capaz de resistir la degradación durante millones de años.- (Imagen Ilustrativa Infobae) En estos casos, las infraestructuras subterráneas, como pilotes y sistemas de metro, podrían preservarse casi intactas una vez que sean enterradas por sedimentos. Los rascacielos y otras estructuras superficiales, en cambio, probablemente se descompondrán en escombros, dejando una capa de restos que podría extenderse por miles de kilómetros cuadrados. De acuerdo con la investigación divulgada en Science of the Total Environment, el concreto —cuya producción acumulada supera los 500 gigatoneladas a nivel global— es uno de los materiales con mayor probabilidad de dejar una huella perdurable en el registro geológico, particularmente en zonas urbanas sometidas a subsidencia. El proceso de fosilización y las condiciones ideales La fosilización es un proceso que depende en gran medida de las condiciones ambientales. Los materiales diseñados para ser duraderos tienen mayor potencial de preservación que los materiales orgánicos. Según Gabbott, los basureros modernos, donde los desechos se compactan y se aíslan del oxígeno, ofrecen condiciones ideales para la fosilización. En el caso de los fósiles biológicos, la preservación excepcional ocurre en ambientes anóxicos o hipersalinos, donde los tejidos blandos pueden conservarse. Los tecnofósiles, sin embargo, no requieren estas condiciones extremas, ya que su diseño les permite resistir la descomposición durante largos periodos. Los objetos creados por el ser humano, desde plásticos hasta infraestructuras urbanas, podrían dejar una huella fósil duradera que redefina el registro geológico del futuro. - (Imagen Ilustrativa Infobae) Según un estudio publicado en Global Environmental Change, incluso sustancias químicas persistentes como los PFAS (compuestos perfluoroalquilados) pueden actuar como trazadores químicos en los sedimentos, debido a su alta estabilidad molecular y resistencia a la degradación natural. Reciclaje y desafíos para los paleontólogos del futuro Tal como mencionó CNN, aunque los tecnofósiles serán abundantes, su interpretación será un reto para los paleontólogos del futuro. Objetos como los celulares podrían ser difíciles de identificar, ya que con el tiempo podrían parecer simples rectángulos de plástico y vidrio opacos, sin que se entienda su función exacta. Además, los paleontólogos podrían observar una drástica reconfiguración de la biodiversidad, ya que el impacto humano ha reducido la diversidad de mamíferos salvajes al 4%, mientras que los animales domesticados como pollos y vacas dominan en términos de biomasa, lo que marcará una nueva característica del Antropoceno. De acuerdo con la investigación divulgada en Nature Ecology & Evolution, los huesos de pollo de cría industrial —con un crecimiento corporal acelerado y morfología uniforme— podrían convertirse en fósiles representativos del siglo XXI, proporcionando evidencia concreta del cambio ecosistémico inducido por la humanidad. Las ciudades construidas en terrenos que se hunden podrían preservarse en el registro geológico, dejando una capa de concreto, metal y vidrio como testimonio de la civilización urbana. - (Imagen ilustrativa Infobae) Aunque el reciclaje es beneficioso para el medio ambiente, podría complicar la formación de tecnofósiles. Gabbott menciona que muchos plásticos solo pueden reciclarse una vez antes de ser desechados definitivamente. Sin embargo, los avances en el uso de materiales reciclados, como la construcción de rutas con plástico triturado, podrían influir en la forma en que estos objetos se preservan en el futuro. Según un estudio publicado en Resources, Conservation and Recycling, la reutilización de materiales plásticos en infraestructura urbana no elimina su potencial fósil, sino que lo redistribuye hacia capas geológicas asociadas a construcciones modernas, en especial en regiones costeras vulnerables a la subsidencia. Tecnofósiles espectaculares: un legado accidental Finalmente, Zalasiewicz destacó que algunos tecnofósiles podrían ser especialmente impresionantes. Materiales como la resina epóxica, que se utiliza ampliamente en la actualidad, podrían actuar como un sustituto del ámbar, preservando objetos con un nivel de detalle sorprendente. Las condiciones creadas accidentalmente por los humanos, como la falta de oxígeno en ciertos basureros, podrían favorecer la preservación de objetos en un estado casi perfecto. En última instancia, el legado fósil de la humanidad será una mezcla de objetos cotidianos y estructuras monumentales, una evidencia tangible de cómo los humanos transformaron el planeta. Los tecnofósiles no solo contarán la historia de nuestra civilización, sino que también servirán como un recordatorio de los impactos duraderos de nuestras acciones en la Tierra, tal como reportó CNN.
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