26/07/2025 05:30
26/07/2025 05:30
26/07/2025 05:29
26/07/2025 05:28
26/07/2025 05:26
26/07/2025 05:26
26/07/2025 05:26
26/07/2025 05:25
26/07/2025 05:21
26/07/2025 05:19
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/07/2025 12:42
La Nueva concentra gran parte de su cartera en vehículos de uso intensivo como remises y taxis, lo que incrementó su exposición al riesgo La Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) dispuso este viernes la prohibición para la aseguradora La Nueva de emitir nuevos contratos, tal como publicó Infobae de acuerdo al Boletín Oficial. Esta decisión encendió las alertas entre quienes utilizan los servicios de la compañía, que son fundamentalmente taxistas y remiseros, ya que la firma ya venía en problemas desde mayo, cuando le fueron inhibidos los bienes por falta de solvencia. La medida conocida hoy es un segundo paso, tras no haberse registrado cambios favorables en los números de la empresa. La Nueva funciona bajo un esquema de cooperativa en el que los asociados son los asegurados y cuenta con un consejo de administración similar al de una empresa tradicional. El regulador (la SSN) determina que todas las compañías de seguro cumplan parámetros de solvencia y liquidez; y cada vez que una empresa presenta desfases entre sus activos y pasivos, la autoridad toma medidas graduales de control. Primero, puede inhibir la disposición de bienes, pero permite que la aseguradora siga vendiendo productos. Cuando considera que la situación amenaza los intereses colectivos o futuros, prohíbe la emisión de nuevas pólizas, tal como está ocurriendo ahora. La estructura de funcionamiento de la aseguradora implica que cada póliza vigente significa un pasivo eventual. Si un afiliado denuncia un robo o siniestro, la compañía debe establecer una reserva específica para afrontarlo. Por el lado de los activos, las aseguradoras invierten en inmuebles, títulos, plazos fijos y otros instrumentos financieros. El equilibrio entre esas dos variables resulta crucial. Si el monto de pasivos supera el valor de los activos de respaldo, la autoridad regulatoria decide actuar. Qué pasará con los clientes En este contexto, surgieron interrogantes directos sobre qué ocurrirá con los afiliados. La primera precisión indica que la medida no afecta a contratos en curso. Los asegurados con pólizas activas pueden continuar pagando sus cuotas o rescindir el contrato y pasarse a otra compañía. Según diversas fuentes del sector, lo que suele suceder en estos casos es que la empresa afectada comienza a perder clientes, quienes evalúan los altos riesgos de mantenerse con una firma insolvente y optan por cambiar de aseguradora. Ese escenario afecta cada vez más a la compañía, que ahora no sólo dejará de vender nuevas pólizas, sino que también sufrirá, probablemente, una retirada importante de afiliados. “Lo más probable es que, bajo las actuales circunstancias, si un asegurado tuvo un siniestro en los últimos días, la empresa no pueda responder”, coincidieron dos expertos del mercado asegurador. La Superintendencia monitorea a las compañías de seguros y aplica medidas preventivas para asegurar solvencia y liquidez en el sector En el mercado local esta situación no constituye un hecho aislado, ya que en el último tiempo otras empresas también enfrentaron crisis similares y terminaron su actividad. El caso de Orbis Seguros ilustra ese proceso, con autoliquidación luego de que las reservas no alcanzaran para cubrir sentencias y reclamos. Uno de los aspectos que incidieron sobre las finanzas de La Nueva está vinculado con la alta siniestralidad del sector en los últimos años y con el aumento abrupto del costo de los repuestos de automóviles, que subieron por encima del ritmo inflacionario. Este desfasaje provocó que mientras los siniestros crecieron a gran velocidad, las inversiones de las aseguradoras avanzaron a un ritmo mucho más lento. La brecha se amplió más por el peso creciente de la litigiosidad. No sólo hubo robos y siniestros denunciados en aumento, sino que también sentencias judiciales por montos relevantes recayeron sobre la compañía y afectó seriamente sus reservas. Esto tuvo impacto directo tanto en la capacidad de La Nueva para afrontar sus pagos como en el interés de la autoridad supervisora. “Lo que más les afectó fue una sentencia de un juicio que tenían y que obligó a la empresa a pagar una suma exhorbitante. Eso fue el detonante para que las reservas que ellos tenían no cubrieran en lo inmediato los pasivos”, aseguró una fuente conocedora del caso. En este panorama, surge otro aspecto fundamental: el papel de la Superintendencia en el proceso. El organismo exige balances trimestrales y controla que las empresas mantengan los márgenes de solvencia adecuados. Cuando detecta una desviación, solicita la presentación de un plan de adecuación, que exige el aporte de capital o correcciones contables. Si la entidad no logra sostener el plan, se intensifican las restricciones, como ocurre ahora. “La Superintendencia está para controlar al mercado asegurado que sea solvente y está para que los asegurados sepan que cuando van a una compañía que está funcionando van a poder responder ante un siniestro”, señaló a este medio el director ejecutivo de la Asociación de Aseguradores Argentinos (AAA), Daniel Salazar. Apelación de la medida Cuando la Superintendencia prohíbe la emisión de nuevos seguros, el flujo de caja de la empresa se reduce notablemente. Sin nuevas ventas, la firma depende de los fondos propios y de los ingresos vigentes de las pólizas activas. Esta restricción no implica inmediatamente la liquidación, ya que existe la posibilidad de apelar la medida y presentar nuevas propuestas para normalizar la operatoria. El proceso suele extenderse y genera incertidumbre tanto para quienes gestionan la firma como para los asegurados. Las consultas de quienes mantienen seguros en la compañía se enfocan en saber si podrán realizar reclamos ante un siniestro y qué pasos deben seguir para preservar sus derechos. La primera recomendación de las fuentes del sector apunta a cumplir con la denuncia del siniestro de acuerdo con las condiciones contratadas, aportando la documentación exigida y notificando a las compañías que intervengan en un hecho multiactor. Es clave presentar los reclamos ante la empresa, incluso aunque la situación actual del pago sea incierta, dado que la obligación de denunciar persiste. ¿Podrán cobrar los clientes un siniestro reciente? Otra preocupación latente consiste en saber si los clientes podrán cobrar un siniestro reciente. Actualmente la compañía arrastra dificultades para cumplir con los pagos, pero las obligaciones contractuales permanecen vigentes mientras la empresa conserve su matrícula y no entre formalmente en proceso de liquidación. Las demoras pueden incrementarse a raíz del embargo de cuentas y la falta de liquidez, sobre todo ante la acumulación de sentencias judiciales desfavorables y la imposibilidad de acceder a mercados para reforzar el capital. El riesgo para los clientes reside en que la aseguradora no pueda honrar sus compromisos. Si la situación empeora y la Superintendencia avanza con nuevas medidas, como la intervención directa o la liquidación, los asegurados pueden perder la protección o ver restringido el cobro de sus indemnizaciones. Ante este riesgo, las fuentes del mercado recomiendan buscar una alternativa y transferir la cobertura a una nueva compañía, previo aviso y rescisión formal del contrato con La Nueva. “Es importante aclarar que siempre el responsable de un hecho es el causante. La aseguradora participa y paga en la medida de un contrato. Y si la compañía -en este caso La Nueva- llegara a la liquidación (que aún no llegó a esa instancia), sólo quedará el deudor original”, remarcó Salazar. Podría la persona afectada iniciar juicio al causante del siniestro, pero no es lo más frecuente. El sector de seguros argentino funciona en un contexto de competencia intensa, con cerca de 170 empresas de seguros y casi 100 compañías activas en el segmento de autos. La estructura impide un control directo gubernamental sobre los precios, aunque el propio mercado y la supervisión estatal establecen ciertos márgenes y marcos de acción. Los asegurados deben evaluar opciones verificando la situación financiera y el historial de cumplimiento de cualquier nueva empresa antes de formalizar un traspaso. Según remarcan expertos, cuánto más caro es un seguro, más confiable es en el sentido de una futura respuesta indemnizatoria. Es importante que quienes decidan migrar a otra compañía de seguros conserven todos los comprobantes de pago de la póliza actual, la documentación respaldatoria de denuncias y reclamos, y comuniquen a la nueva empresa sobre cualquier siniestro previo o situación pendiente. Esto facilita la continuidad de la cobertura y permite gestionar mejor cualquier evento que ocurra en la transición.
Ver noticia original