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» Derf
Fecha: 24/07/2025 23:41
Pelea a pelea. Así se ha planteado Manny Pacquiao su regreso a la actividad profesional. Su primera prueba fue superada, más allá de que su actuación no fue suficiente, a ojos de los jueces, para arrebatarle el título wélter del Consejo Mundial de Boxeo a Mario Barrios el sábado en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas. Y ello le dio impulso para proponerse un nuevo desafío. El nombre de su compañero de baile en esa cita es todavía una incógnita, pero sobre la mesa ya hay varios candidatos, inclusive el jubilado Floyd Mayweather. Un enorme signo de interrogación y una buena dosis de preocupación acompañaban a Pacquiao en esta nueva aventura. El empate ante Barrios le dejó un sabor de boca agridulce. El filipino rindió por encima de lo que se podía esperar de un púgil de 46 años y que no combatía desde hacía casi cuatro. Su adversario tuvo una performance bastante inferior a la que había mostrado en sus últimas tres presentaciones (frente al cubano Yordenis Ugás, el santafesino Fabián Maidana y el estadounidense Abel Ramos), pero tuvo un mejor cierre y ello le permitió arañar la igualdad y conservar su cinturón. “Pensé que había ganado”, dijo el veterano multicampeón minutos después de la última campanada. No fue lo que evaluaron los jueces: Tim Cheatham y Steve Weisfeld puntuaron 114-114, mientras que Max DeLuca le otorgó la victoria a Barrios 115-113. En cambio, la mayoría de los especialistas vieron ganar a Pacquiao por una diferencia de entre dos y seis puntos, y el resto consideró que el pleito había terminado empatado. Nadie coincidió con DeLuca. El lunes, el Pacman elevó la apuesta: “Siento que fue un robo”. Al margen del debate sobre el resultado, el asiático dejó claro que su intención es subir a un cuadrilátero nuevamente y, en la medida de lo posible, hacerlo antes de fin de año. En una época en que los púgiles de elite tienden a extender los intervalos entre peleas, no es extraño que Pacquiao ajuste su calendario. Su principal adversario, desde que decidió volver a combatir, es el tiempo: el 17 de diciembre cumplirá 47 años y no es mucho más lo que se pueda proyectar para su carrera. El excampeón, quien fue candidato a senador en los comicios legislativos que se realizaron en su país el 12 de mayo (no obtuvo una banca), explicó que su compromiso con la campaña electoral había reducido su período de entrenamiento para el duelo del sábado a solo 60 días. “Debería haberme entrenado tres o cuatro meses para esta pelea, pero con dos meses buenos demostré al mundo que todavía puedo competir a los 46 años”, se jactó. Manny Pacquiao empató con Mario Barrios el sábado en Las Vegas. Foto: John Locher / AP. En cuanto a su próximo paso, la primera opción, en caliente, fue la revancha con Barrios. “Sí, por supuesto”, respondió sobre el ring cuando le consultaron si quería un desquite. El mexicoestadounidense también aceptó de inmediato. “Esto fue fundamental para el boxeo y me encantaría repetirlo”, afirmó. Pero a medida que la espuma comenzó a bajar, los planes fueron cambiando. “No lo digo con mala intención, pero al carajo con Mario Barrios. Es un buen tipo y me cae bien, pero Manny se merece un nombre más grande”, evaluó Sean Gibbons, el mánager de Pacquiao. “No veo por qué Barrios otra vez. No atrae a nadie y no aporta nada más que ese cinturón”, se explayó. Y propuso dos nombres que, a la luz de los hechos, serían más convocantes: Gervonta Davis y Rolando Romero. Davis, campeón ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), es uno de los peleadores más taquilleros de la actualidad, pero algunos escollos se interponen entre él y Pacquiao. Uno es el peso: el filipino no se moverá de la división wélter, lo que obligaría al estadounidense a subir dos categorías. Ese obstáculo podría salvarse si la oferta económica es lo suficientemente tentadora. Gervonta Davis es el campeón ligero de la AMB. Foto: Frank Franklin II / AP. Sin embargo, Davis tiene pendiente una revancha con su compatriota Lamont Roach, con quien empató el 1 de marzo en Brooklyn. Ese desquite estaba programado para el 16 de agosto, pero no se realizará en esa fecha. Y tampoco se sabe cuándo. El panorama de ese compromiso, poco claro desde un comienzo, se tornó aun más brumoso hace dos semanas, cuando el campeón fue arrestado en Doral (Florida), acusado de haber agredido a su expareja. Si bien fue liberado en cuestión de horas, su situación deportiva es muy imprecisa. Por ello, la opción que suma puntos es la de Romero, quien es el campeón regular wélter de la AMB: obtuvo ese cinturón el 2 de mayo, al derrotar a Ryan García en Nueva York. Y pronto será el único monarca de las 147 libras reconocido por ese organismo, ya que el supercampeón, Jaron Ennis, anunció que ascenderá a la división superwélter, por lo que renunciará a ese título (hace dos semanas dejó vacante el de la Federación Internacional de Boxeo, que también le pertenecía). En su última presentación, Rolando Romero derrotó a Ryan García en Nueva York. Foto: Instagram @rolliesss. Romero ofrece una posibilidad de título (algo que Pacquiao pretende) y pelea bajo la promoción de Premier Boxing Champions, al igual que el filipino, lo cual facilitaría las negociaciones. Pero no sólo eso: a diferencia de Mario Barrios, el lenguaraz Rolly es muy convocante y sabe muy bien cómo vender un combate. “Con él sería una pelea increíblemente divertida y una promoción increíble”, aseguró Sean Gibbons. El púgil de 29 años aceptó enseguida el convite. “Un miembro del Salón de la Fama en mi currículum, ¿quién no querría eso? Es la manera más fácil de entrar al Salón de la Fama, ¿verdad?”, reflexionó el lunes en una entrevista publicada en el sitio BoxingScene. “Es una bendición que una leyenda te desafíe. Si una leyenda te pide pelear, eso dice mucho. Y no es solo por el cinturón, sino porque también puedo vender la pelea y estoy a su altura. Eso habla muy bien de mi potencial”, añadió el campeón de la AMB, que tiene un récord de 17 victorias (13 antes del límite) y dos derrotas. Floyd Mayweather Jr. venció a Manny Pacquiao en mayo de 2015. Foto: Isaac Brekken / AP. De la baraja de candidatos para enfrentar al Pacman también surgió una carta tan seductora como (al menos por ahora) improbable: Floyd Mayweather. “Si él sale del retiro y firma el contrato, pelearemos. Peleemos de nuevo si él quiere. Estoy activo ahora”, desafió el filipino, quien fue vencido por el estadounidense en mayo de 2015. Mayweather, que tiene 48 años, se retiró invicto tras vencer al haitiano Andre Berto en septiembre de 2015. Dos años después, regresó para añadir la 50ª victoria a su marca perfecta: noqueó al artista marcial mixto irlandés Conor McGregor. Luego realizó algunas exhibiciones ante youtubers, kickboxers y luchadores. Por el momento, suena descabellado imaginarlo frente a frente con Pacquiao nuevamente. Pero nada puede descartarse en tiempos en que Mike Tyson trepó a un cuadrilátero con 58 años para retar a Jake Paul.
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