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» Diario Cordoba
Fecha: 24/07/2025 23:31
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener sin cambios sus tipos de interés oficiales, interrumpiendo momentáneamente el ciclo de recortes iniciado hace un año. En un contexto de inflación controlada pero de elevada incertidumbre geopolítica y comercial, la institución opta por una pausa táctica a la espera de cómo evolucionen los riesgos que se ciernen sobre la economía de la eurozona. “No nos comprometemos de antemano con ninguna trayectoria de tipos de interés en particular”, repitió dos veces la presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una comparecencia que duró apenas siete minutos. Un mensaje que encapsula el espíritu de la reunión: prudencia, flexibilidad y dependencia de los datos. Los tipos se mantienen así en el 2% para la facilidad de depósito, el 2,15% para las operaciones principales de financiación y el 2,40% para la facilidad marginal de crédito. Una pausa en medio del ruido global La decisión llega en un momento clave para la eurozona. La inflación ha vuelto al objetivo del 2%, las presiones salariales se moderan y la economía muestra signos de resistencia. Pero los nubarrones son cada vez más visibles. “Los riesgos para el crecimiento económico siguen inclinados a la baja”, advirtió Lagarde, señalando una lista de amenazas encabezada por la escalada de tensiones comerciales, las incertidumbres geopolíticas y el posible deterioro de la confianza en los mercados financieros. En este sentido, la presidenta del BCE reconoció que una rápida resolución del conflicto comercial entre la Unión Europea y Estados Unidos —que amenaza con imponer aranceles del 15% al 30% a partir del 1 de agosto— podría representar un alivio significativo: “Cuanto antes se resuelva esta incertidumbre comercial, mejor. Esto podría mejorar la confianza y estimular la actividad.” Aunque el BCE no forma parte de las negociaciones, Lagarde afirmó que la institución sigue atentamente la evolución del diálogo y que cualquier avance permitiría anticipar mejor el impacto macroeconómico de los aranceles. El BCE, sin hoja de ruta clara: todo depende de los datos Más allá del frente comercial, Lagarde insistió en que el BCE se guía por un enfoque "reunión por reunión", y no anticipa una senda fija de política monetaria. “Seguiremos un enfoque dependiente de los datos y decidiremos reunión por reunión”, reiteró. Esa ambigüedad es reflejo de una situación altamente incierta. Aunque el shock inflacionario de 2021-2023 ha quedado atrás, nadie en el BCE se atreve a descartar un nuevo repunte. Entre los factores que podrían impulsar los precios al alza, Lagarde mencionó: La fragmentación de las cadenas de suministro globales , que puede elevar los precios de importación. , que puede elevar los precios de importación. El aumento del gasto en defensa e infraestructuras , que podría sobrecalentar la demanda. , que podría sobrecalentar la demanda. El impacto del cambio climático, que presiona los precios de alimentos por fenómenos meteorológicos extremos. Por el contrario, hay elementos que están conteniendo la inflación: La moderación salarial : la compensación por empleado crece al 3,8 %, frente al 4,1 % anterior. : la compensación por empleado crece al 3,8 %, frente al 4,1 % anterior. La apreciación del euro , que abarata las importaciones. , que abarata las importaciones. El efecto indirecto de los aranceles , que puede enfriar la demanda externa. , que puede enfriar la demanda externa. La caída de las expectativas de inflación a corto plazo. Este escenario mixto refuerza la necesidad de cautela por parte del BCE. Como explicó Lagarde, “las perspectivas para la inflación de la eurozona son más inciertas de lo habitual”. El mercado mira a septiembre Con este panorama tan fragmentado, la próxima reunión del BCE, en septiembre, cobra especial relevancia. Para entonces se espera conocer no solo los nuevos datos macroeconómicos y proyecciones actualizadas del BCE, sino también si finalmente se ha evitado —o no— la guerra comercial con Estados Unidos. Los analistas ya anticipan que el próximo recorte podría llegar después del verano, aunque el BCE ha dejado claro que no hay garantías: ni de bajadas, ni de subidas. Suscríbete para seguir leyendo
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