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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 24/07/2025 20:12
La educación fue siempre muy importante para los grandes hombres de nuestra historia. Decimos “grandes” hombres. No nos referimos a los poderosos, porque no pocas veces quienes tuvieron el poder en sus manos se interesaron poco por educar a los demás. Artigas fue uno de esos grandes hombres que se preocuparon por educar a los hombres y mujeres y fundamentalmente a los niños. Sabido es que en 1814 José Gervasio Artigas impulsó La Liga de los Pueblos Libres, creando en los territorios agrupados bajo este organismo (Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, los pueblos de Misiones, Corrientes y Provincia Oriental) una especie de unidad económica regional. En 1815 Artigas dispuso la fundación de una escuela de primeras letras en Paraná. No abunda la información acerca del funcionamiento de la escuela mandada a fundar por Artigas en Paraná, como tampoco de la existencia de otras escuelas en la provincia, lo que hace suponer coherente su preocupación por la educación de los niños. Pérez Colman consigna que el seis de abril de 1815, estando Artigas en Paraná, ordenó al comandante José Eusebio Hereñú fundar una escuela de primeras letras, ya que la existente continuaba clausurada. En ese momento Herenú era el comandante militar de Paraná y alquilaba una vivienda a Doña Francisca Paula del Valle. Al parecer Hereñú no pagaba los alquileres, lo que fue motivo de protesta por su dueña. En esa vivienda funcionó la escuela. En el testamento de la señora del Valle, firmado el 14 de enero de 1822, precisa detalles de la ubicación y características de la vivienda localizada a la esquina de las actuales calles Andrés Pazos y Corrientes. Como mencionábamos no existe constancia del funcionamiento de escuelas en la provincia a partir de 1810, y recién para 1816 se informa de la existencia de una de sistema Lancaster en Concepción del Uruguay, fundada por el sacerdote chileno Solano García, también impulsada por Artigas. Es probable que la escuela de Paraná hubiera funcionado por poco tiempo dada la situación de inestabilidad política de la época y la carencia de fondos. A pesar de ello, el Protector de los Pueblos Libres mantuvo gran preocupación por la educación. Concretó normativas al respecto, distribuyó cartillas para la enseñanza y creó de la biblioteca pública de Montevideo. “Sean los orientales tan ilustrados como valientes”, era una de sus consignas. En el terreno estrictamente educativo, impulsó tres instituciones fundamentales: 1) La Escuela de Primeras Letras o “Escuela de la Patria”; 2) La Primera Biblioteca Pública y 3) La Cátedra de Gramática castellana y Latina. Esto no fue casual, ya que uno de los puntos centrales del ideario artiguista era “Libertad, igualdad y seguridad”. La escuela de primeras letras tenía como finalidad instruir a los niños, enseñarles lo que verdaderamente es un hombre libre y brindar fundamentos sobre libertad y otras cosas que se precisan para formar un ciudadano con todas las letras. En tanto, en la Escuela de Enseñanza Media funcionaba en 1819 una academia de dibujo y un aula de matemáticas. Artigas fue un educador en múltiples sentidos, ya que se preocupó por la educación, especialmente de los humildes, porque creó una conciencia cívica nacional y además marcó sus ideales en quienes estructuraron las formas de educación superior en ambas márgenes del Plata. En una carta que envió desde la Purificación al Cabildo de Montevideo, el 10 de septiembre de 1815, pedía instrumental didáctico “para atender la enseñanza de estos jóvenes, y fundar una escuela de primeras letras en esta nueva población”. En este marco, el 3 de agosto del mismo año, Artigas dispuso disponer de una imprenta. Tuvo un problema grave: no disponía de periodistas. Pero él sabía que la educación era de primordial importancia. “Estamos para formar hombres”, le escribió al Cabildo en junio de 1816. Pero hay otras frases que demuestran lo que exponemos: “Enseñamos a los paisanos a ser virtuosos”; “Formemos ciudadanos capaces de honrar el decoro de un Gobierno que, siendo justo en sus principios, debe igualmente serlo en sus resultados”; “Creo que concederle (al maestro) la gracia de que tenga (alumnos), facilita la enseñanza de los jóvenes y que los padres de familia tengan ese recurso para el adelantamiento de sus hijos”. Según lo afirma el escritor uruguayo Eduardo Acevedo, la figura de Artigas está rodeada de cinco puntos centrales: la del republicano, la de defensor de la soberanía popular, la del promotor del federalismo, la del organizador de los pueblos autónomos contra las tutelas extranjeras y finalmente la del “portaestandarte de las ideas de humanidad y de respeto a todos los derechos, cuando la bandera de sangre y de violencia recorría triunfante y sin barreras el vasto escenario americano”. Estas aureolas constituyen un rico contenido ideológico que sirvió de ejemplo y educó. Artigas tuvo, por otra parte, estrecha interrelación con los intelectuales y los personajes políticos que organizaron los estudios superiores en ambas márgenes del Plata. Un punto más: las escuelas pensadas por Artigas no solamente tenía el objetivo de instruir, sino también de educar.
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