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» Misioneslider
Fecha: 23/07/2025 20:03
En medio de la agitación y el movimiento constante de la Ciudad de Buenos Aires, se pueden observar señales preocupantes que indican un fenómeno que va más allá de lo estacional: el aumento en la cantidad de locales vacíos en los principales corredores comerciales. La crisis económica que atraviesa el país se refleja en la disminución del consumo y la pérdida del poder adquisitivo, lo que ha llevado a un incremento del 40% en la cantidad de locales desocupados en comparación con el año pasado. Según el último informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), durante los meses de mayo y junio de 2025 se contabilizaron 238 locales vacíos en las principales avenidas de la Ciudad. Esta cifra representa un aumento del 12,3% con respecto al bimestre anterior, lo que evidencia una tendencia preocupante y sostenida en el tiempo. Los datos muestran que tanto los locales en alquiler como los que están en venta han experimentado un incremento significativo en comparación con años anteriores. Las zonas más afectadas por esta situación son las avenidas Córdoba, Rivadavia y Florida, donde se puede observar un mayor número de locales desocupados. En contraste, otras zonas como Corrientes, Santa Fe, Cabildo, Avellaneda y Pueyrredón muestran una vacancia más moderada o cierta estabilidad, aunque sin una mejora significativa. Las historias de los comerciantes y propietarios de locales comerciales reflejan la complejidad de la situación. Muchos se ven obligados a cerrar sus negocios debido a los altos costos de los alquileres, que han aumentado considerablemente en los últimos años. La falta de consumo y la incertidumbre económica también juegan un papel importante en esta crisis que afecta a todo el sector comercial de la Ciudad. Para Walter Berrueta, titular de una inmobiliaria que opera en zonas comerciales clave, el panorama es alarmante. Según él, el 40% de los locales en la Capital Federal están vacíos, lo que representa una situación sin precedentes. Lugares que antes eran codiciados por su ubicación estratégica y alto tránsito hoy permanecen desocupados, sin encontrar interesados en alquilarlos. Ante este panorama desolador, es necesario buscar soluciones que permitan revitalizar el sector comercial y fomentar la actividad económica en la Ciudad. Medidas como la reducción de los costos de los alquileres, incentivos fiscales para los comerciantes y campañas de promoción del consumo local podrían contribuir a revertir esta tendencia negativa y dar un respiro a un sector tan importante para la economía de Buenos Aires. En conclusión, el aumento en la cantidad de locales vacíos en la Ciudad de Buenos Aires es un reflejo de la grave crisis económica que atraviesa el país. Es necesario tomar medidas urgentes para apoyar a los comerciantes y revitalizar el sector comercial, con el objetivo de generar empleo, reactivar la economía y devolverle a la Ciudad su esplendor comercial. El impacto de la crisis en los comercios de la Ciudad de Buenos Aires “Los más golpeados son los comerciantes medianos” Según Berrueta, los más afectados por la crisis económica son los comerciantes medianos. Estos negocios, que cuentan con uno o dos locales y emplean a tres o cuatro personas, no tienen el margen necesario para sobrellevar varios meses de malas ventas. Mientras las grandes marcas pueden resistir debido a su respaldo financiero y los emprendimientos más pequeños pueden adaptarse con mayor facilidad, los comerciantes intermedios se encuentran en una situación crítica y muchos están cerrando sus puertas. La caída del movimiento en oficinas y del turismo La disminución del flujo de personas en zonas como el Microcentro de la Ciudad de Buenos Aires, debido al trabajo remoto y la reducción del turismo, también impacta en los comercios. La falta de público caminante afecta directamente a los locales comerciales, especialmente en áreas emblemáticas como la calle Florida, donde se pueden observar numerosos locales cerrados. Cambios en el comportamiento de las franquicias Las franquicias también han modificado su forma de operar en este contexto. Ya no esperan tanto tiempo para evaluar la rentabilidad de un local, y si no obtienen resultados en un plazo corto, optan por cerrar y buscar nuevas ubicaciones. Esta dinámica más acelerada refleja la volatilidad del mercado actual. Desafíos en las condiciones de alquiler A pesar de las negociaciones y los ajustes en los contratos de alquiler, muchas veces las condiciones no son suficientes para sostener un negocio. Los altos costos fijos y la incertidumbre económica dificultan la viabilidad de mantener un local comercial en funcionamiento. Ante esta realidad, los comerciantes deben adaptarse y buscar nuevas estrategias para sobrevivir. El cambio cultural en el paradigma del consumo Parte del problema radica en un cambio cultural en la forma en que los consumidores interactúan con los comercios. Cada vez más marcas optan por operar a través de redes sociales o plataformas de comercio electrónico, prescindiendo de locales físicos. Esta tendencia impacta en la cantidad de locales vacíos en la ciudad y obliga a los comerciantes a replantear sus estrategias de venta. “Cambió el paradigma del consumo” Fabián Castillo, presidente de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA), destaca el incremento en la cantidad de locales cerrados, especialmente en avenidas céntricas como Corrientes. Los altos costos fijos y la falta de ajuste en los contratos a la realidad de ventas son algunos de los factores que contribuyen a esta situación. Adaptarse a las nuevas demandas del mercado A pesar de los desafíos, Castillo señala que aún existen oportunidades para aquellos comercios que sepan adaptarse a las nuevas demandas del mercado. La digitalización y la incorporación de herramientas tecnológicas son fundamentales para sobrevivir en un entorno comercial cada vez más competitivo. Aquellos que logren evolucionar y reinventarse tendrán mayores posibilidades de éxito. Detrás de cada persiana baja en la Ciudad de Buenos Aires, se esconde una historia de lucha contra la inflación, los altos costos y la evolución del mercado. Los comerciantes se enfrentan a un escenario desafiante, donde la capacidad de adaptación y la innovación son clave para sobrevivir. Es necesario repensar las estrategias comerciales y estar dispuestos a transformarse para seguir siendo relevantes en un entorno en constante cambio. La importancia de la educación financiera en la actualidad En la sociedad actual, la educación financiera se ha convertido en un tema de suma importancia. Vivimos en un mundo en el que las decisiones financieras que tomamos a diario tienen un impacto directo en nuestra calidad de vida, por lo que es fundamental estar bien informados y preparados para enfrentar los retos que conlleva manejar nuestro dinero de manera eficiente. La educación financiera no solo se trata de saber cómo ahorrar o invertir, sino también de comprender conceptos básicos como presupuesto, ahorro, inversión, crédito, entre otros. Saber manejar correctamente nuestras finanzas nos permite tener un mayor control sobre nuestra vida económica, evitando así situaciones de endeudamiento excesivo o falta de recursos para cubrir nuestras necesidades básicas. Uno de los principales beneficios de contar con una buena educación financiera es la capacidad de tomar decisiones informadas y responsables en cuanto a nuestro dinero. Esto nos permite planificar a largo plazo, establecer metas financieras realistas y trabajar de manera constante para alcanzarlas. Además, nos ayuda a identificar y evitar posibles estafas o fraudes financieros que puedan poner en riesgo nuestro patrimonio. Otro aspecto importante de la educación financiera es la capacidad de adaptarse a los cambios del entorno económico. En un mundo en constante evolución, es fundamental estar actualizado en cuanto a las tendencias del mercado, los productos financieros disponibles y las oportunidades de inversión que puedan surgir. Esto nos permitirá aprovechar al máximo las oportunidades que se presenten y minimizar los riesgos asociados a nuestras decisiones financieras. Además, una buena educación financiera nos ayuda a desarrollar habilidades de planificación y organización que son fundamentales para alcanzar la estabilidad económica a largo plazo. Saber cómo administrar nuestro dinero de manera eficiente, establecer un presupuesto realista y planificar nuestras inversiones nos permite tener un mayor control sobre nuestras finanzas y evitar situaciones de crisis económica que puedan afectar nuestra tranquilidad y bienestar. En la actualidad, existen numerosos recursos y herramientas disponibles para mejorar nuestra educación financiera. Desde cursos en línea gratuitos hasta asesoría personalizada con expertos en el tema, es posible acceder a información de calidad que nos permita adquirir los conocimientos necesarios para tomar decisiones financieras acertadas. Además, es importante fomentar la educación financiera desde edades tempranas, enseñando a los niños y jóvenes la importancia de administrar correctamente su dinero y planificar su futuro económico. En resumen, la educación financiera es un pilar fundamental en la sociedad actual. Nos brinda las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y responsables en cuanto a nuestro dinero, nos ayuda a adaptarnos a los cambios del entorno económico y nos permite desarrollar habilidades de planificación y organización que son clave para alcanzar la estabilidad financiera a largo plazo. Por ello, es fundamental invertir tiempo y esfuerzo en mejorar nuestra educación financiera y así garantizar un futuro económico sólido y seguro.
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