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» Sin limites
Fecha: 23/07/2025 16:16
La celebración de hoy Santa Verónica, la que enjugó el Rostro de Cristo en la Pasión Santa Verónica fue la mujer que enjugó el rostro del Señor Jesús mientras cargaba su Cruz en su Pasión: Conocida por a Santa Faz o velo de la Verónica 1° lectura: Génesis 49,29-33; 50,15-26. En aquellos días, Jacob dio las siguientes instrucciones a sus hijos: «Yo voy a reunirme con los míos. Sepultadme junto a mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita, en la cueva que está en el campo de la Makpelá, enfrente de Mambré, en el país de Canaán, el campo que compró Abraham a Efrón el hitita, como propiedad sepulcral: allí sepultaron a Abraham y a su mujer Sara; allí sepultaron a Isaac y a su mujer Rebeca, y allí sepulté yo a Lía. Dicho campo y la cueva que en él hay fueron adquiridos de los hititas». Y habiendo acabado Jacob de hacer encargos a sus hijos, recogió sus piernas en el lecho, expiró y se reunió con los suyos. Vieron los hermanos de José que había muerto su padre y dijeron: «A ver si José nos guarda rencor y nos devuelve todo el daño que le hicimos». Por eso mandaron a José este recado: «Tu padre encargó antes de su muerte: Así diréis a José: Por favor, perdona el crimen de tus hermanos y su pecado». Cierto que te hicieron daño, pero ahora tú perdona el crimen de los siervos del Dios de tu padre». Y José lloró mientras le hablaban. Fueron entonces sus hermanos personalmente y cayendo delante de él dijeron: «Henos aquí, esclavos tuyos somos». José les respondió: «No temáis, ¿estoy yo acaso en vez de Dios? Aunque vosotros pensasteis hacerme daño, Dios lo pensó para bien, para hacer sobrevivir, como hoy ocurre, a un pueblo numeroso. Así que no temáis; yo os mantendré a vosotros y a vuestros pequeñuelos». Y les consoló y les habló con afecto. José permaneció en Egipto junto con la familia de su padre, y alcanzó José la edad de 110 años. José vio a los biznietos de Efraím; asimismo, los hijos de Makir, hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José. Por último, José dijo a sus hermanos: «Yo muero, pero Dios se ocupará sin falta de vosotros, y os hará subir de este país al país que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob». José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: «Dios os visitará sin falta, y entonces os llevaréis mis huesos de aquí». Y José murió a la edad de 110 años; le embalsamaron, y se le puso en una caja en Egipto. Salmo 105(104): Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. (R) Den gracias al Señor, digan su nombre, dad a conocer sus hazañas entre los pueblos. Cantadle, cantad su alabanza; contad todas sus maravillas. /R. Enorgulleceos de su santo nombre, alégrense los corazones que buscan al Señor. Considerad al Señor y su fuerza; buscad constantemente su rostro. /R. Oh, hijos de Abraham, su siervo, oh, hijos del Jacob que él eligió. Él, el Señor, es nuestro Dios, sus juicios prevalecen en toda la tierra. /R. Evangelio: Mateo 10,24-33. En aquellos días, Jesús dijo a sus apóstoles: «El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebú, ¡cuanto más a los de su casa! No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. Entonces, no teman, porque valen más que muchos pájaros. Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo, de aquel que reniegue de mí ante los hombres». Palabra del Señor.
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