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  • Crisis en el Dámaso Centeno, el colegio al que fueron Victoria Villarruel y Charly García: éxodo de docentes por bajos salarios

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 22/07/2025 04:32

    Padres, alumnos y docentes reclaman en la puerta del Dámaso Centeno en Caballito Las autoridades del Instituto Militar Dámaso Centeno enfrentan una situación delicada luego de que, durante el 2025, cerca de 50 docentes presentaron su renuncia sobre un total inicial de 193 empleados, motivados principalmente por los bajos salarios que perciben en comparación con sus colegas de otras escuelas porteñas, según información suministrada por ATE. La crisis desembocó en una serie de protestas, entre ellas un “abrazo simbólico” realizado por docentes, padres y alumnos en la sede del colegio ubicada en la avenida Rivadavia al 5500, en el barrio de Caballito durante junio y un semaforazo realizado el viernes pasado. El Instituto, que depende administrativamente del Ministerio de Defensa argentino, atiende a cerca de 1.100 estudiantes de nivel inicial, primario y secundario. Desde el comienzo del año, el proceso de renuncias fue en aumento. Un vocero de Defensa sostuvo que están “trabajando en la elaboración de una propuesta integral que saque de la trampa de un Estatuto vetusto a su sistema educativo que, en más de 50 años, ninguna administración se ocupó de modernizar y aggiornarlo a los nuevos desafíos que la educación actual exige”. Ignacio Pulpeiro es profesor de educación física desde hace 30 años, antes fue alumno (egresó del secundario en 1994) y preceptor. “Algunos docentes se van por el tema salarial. En esos momentos, los chicos pueden tener que esperar entre 10 y 20 días sin clases. Hace poco tardaron tres semanas en reemplazar a un profesor de inglés, por ejemplo”, sostiene el docente. Una docente de nivel inicial levanta un cartel hecho a mano por sus alumnos Un grupo de familias apoyan los reclamos realizados por los docentes. También la junta interna de ATE que los representa. El pedido principal es la equiparación salarial para el personal docente, quienes actualmente reciben montos sensiblemente más bajos en comparación con otros distritos. El apoyo de la comunidad Cecilia Bernal forma parte de los padres autoconvocados que apoyan a los maestros y profesores del Dámaso. La mujer es también ex alumna del colegio de Caballito y tiene dos hijos en la escuela. “Es como nuestra familia extendida. Es parte de nuestras vidas ya”, sostiene. Desde el comienzo de clases, en la escuela hubo jornadas de paro todas las semanas. “De 24 y 48 horas. Después con el apoyo nuestro empezamos a pensar otras formas de visibilizar el tema”. La comunidad educativa del Dámaso Centeno salió a la calle para visibilizar el problema Otra madre de una nena de nivel inicial que no quiso revelar su nombre, cuenta cómo se organizó la comunidad educativa. “Se eligió un padre referente por grado o división. En general son madres. Se dividieron por comisiones de acuerdo a lo que mejor sabían hacer. Hay abogadas que busca salidas legales, otros se encargan de la relación con la prensa”, explica. La mujer es también egresada del Dámaso y piensa resistir todo lo que pueda con su hija en el colegio. “En los grupos de whatsapp ya hay familias que evalúan el cambio de colegio para el año que viene”. Desfasaje salarial Un maestro de grado que trabaja un solo turno en el Dámaso Centeno percibe un salario de aproximadamente 380.000 pesos, mientras que la remuneración por el mismo cargo en las escuelas bajo la órbita del gobierno porteño asciende a 780.000 pesos. Docentes y alumnos piden por la equiparación del salario Pulpeiro aclara que en cuanto sube la antigüedad esa brecha disminuye un poco. Pero se mantiene entre un 45% y 65%. “Pasa que se anotan para empezar pasan todas las evaluaciones y cuando le dicen lo que van a cobrar no toman el cargo”, explica. Las instituciones que dependen del Ministerio de Defensa, como los liceos militares y otros institutos de formación de las Fuerzas Armadas, funcionan bajo normativas administrativas diferentes al sistema educativo general del país. Esto ubica a los trabajadores del Dámaso Centeno como empleados estatales, excluidos de los estatutos docentes del distrito capitalino y de las provincias. Padres y autoridades del colegio pidieron que el Ministro de Defensa, Luis Petri, arbitre soluciones inmediatas, ajustando el índice utilizado para calcular los salarios de los docentes y considerando, a largo plazo, su inclusión bajo los mecanismos estatutarios educativos convencionales. Sobre el tema, Darío Cecotti, docente militar de las Fuerzas Armadas y secretario general de la junta interna de ATE que incluye al Dámaso, explica que el problema del colegio de Caballito es similar a lo que ocurre en otros 33 institutos militares. “Nuestro pedido es que nos incorporen a la paritaria nacional docente, porque esa es nuestra actividad”. Las cuotas abonadas mensualmente por las familias no destinan recursos al Dámaso (entre 150.000 y 200.000 pesos). Ese dinero es transferido al Tesoro de la Nación. Los sueldos, por su parte, dependen enteramente de las partidas asignadas por el Ministerio de Defensa. El semaforazo del viernes pasado se suma a los tres abrazos al edificio realizados por la comunidad educativa en lo que va del año. A diferencia de los liceos militares, la formación del colegio no incluye instrucción castrense. La vicepresidenta Victoria Villarruel se recibió de Perito Mercantil en el Dámaso en 1992. Desde ATE admitieron contactos. “Nos dice que no puede hacer nada”. Los padres también intentaron llegar hasta la vice. “No nos respondió, pero si reposteó un video de unos de nuestros reclamos. Cuando hicimos el abrazo simbólico”, explican. Sobre el futuro, los padres autoconvocados planean acciones que ayuden a visibilizar el reclamo. “El objetivo es llamar la atención de los medios, pero sin cortes de calles. No queremos perjudicar a otras personas”, admiten. Un colegio con historia El Instituto Social Militar Dámaso Centeno, ubicado en el barrio de Caballito, sobre la avenida Rivadavia al 5500, nació a fines del siglo XIX como un asilo para huérfanos de militares caídos en combate. La fachada del colegio Dámaso Centeno en pleno Caballito Su fundador, Dámaso Centeno, sufrió la pérdida de su padre en la batalla de Cepeda con solo nueve años, una experiencia que lo marcó y lo impulsó, ya adulto, a crear en 1891 la Sociedad Protectora de Huérfanos de Militares. El asilo comenzó funcionando en la calle Callao y luego, gracias a la donación del benefactor Manuel Rocca, se trasladó al actual edificio en Caballito. La primera promoción del Dámaso se graduó en 1920. En 1947, mediante la ley 13.043, fue oficializada con el nombre actual y, en 1968, pasó a depender completamente del Ejército Argentino. Aunque históricamente albergó un régimen de internado para alumnos pupilos, hoy desempeña el papel de colegio abierto. Así, ofrece educación de nivel inicial, primario y secundario, sin contenidos de formación militar aunque bajo órbita castrense. El colegio contó hasta 1994 con un hogar interno, cerrado debido a la disminución de huérfanos de guerra, aunque mantiene cupos y bonificaciones para hijos de militares. La matrícula actual ronda los 1.057 alumnos, de los cuales aproximadamente el 10% son hijos de uniformados —militares, gendarmes y policías—, mientras que el resto pertenece mayormente a familias del barrio u otras zonas. En el listado de exalumnos célebres figuran la vicepresidenta Victoria Villarruel —quien egresó de perito mercantil en 1992— y los músicos Charly García y Nito Mestre, cuyo vínculo escolar dio origen al grupo Sui Generis. También pasaron por sus aulas el fiscal Carlos Stornelli, la cantante Hilda Lizarazu, el sacerdote “Pepe” Di Paola y Monseñor Pedro Cannavó, nombrado obispo auxiliar por el papa Francisco. Además, 13 estudiantes fueron secuestrados por la dictadura y permanecen desaparecidos. Uno de ellos es el hijo de Taty Almeida, reconocida Madre de Plaza de Mayo. El edificio original continúa vigente, integrado por aulas, patio central, capilla y espacios para talleres de robótica, música y actividades literarias. Numerosas tradiciones y elementos históricos, como el acta fundacional de 1891, se preservan en el colegio, que hoy posee también murales artísticos representativos, como el de las Islas Malvinas, realizado en colaboración con excombatientes.

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