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» LaVozdeMisiones
Fecha: 21/07/2025 23:33
Tras catorce años de funcionamiento en Puerto Iguazú, el 8 de julio, el gobierno nacional anunció la disolución del Instituto Nacional de Medicina Tropical (Inmet), echando por tierra alrededor de 50 fuentes de trabajo y el sostenimiento de diversas líneas de investigación científica y difusión de conocimientos sobre las condiciones de transmisión o exposición a enfermedades como Hantavirus, Leishmaniasis, Rabia y Dengue, entre otras. Es el caso de Eliana Burgos (33), quien ingresó al Inmet en el 2017 para cursar su doctorado a través de una beca del Conicet. Hoy es doctora en Ciencias Biológicas por la UBA y estudiante de posdoctorado. No solo fue sorpresivo el DNU anunciado semanas atrás, sino también el inicio de la mudanza de los equipos de alta tecnología que se encontraban dentro de los 11.000 metros cuadrados de laboratorio del Inmet y que hoy viajan de regreso hacia Buenos Aires. “Comenzó la mudanza de los equipos, no sabemos si serán redistribuidos en otros institutos o que sucederá”, confirmó la investigadora consultada por La Voz de Misiones. Si bien Burgos podrá continuar su carrera profesional, aseguró que existen otras líneas que “no van a poder continuar debido a que necesitan el equipamiento que teníamos en el Inmet”. Por lo pronto aguardan la resolución formal que dará cuenta del destino de más de 40 profesionales que se desempeñaban allí: “El instituto fue disuelto completamente por DNU. Ahora estamos a la espera de comunicaciones formales y de resoluciones respecto de la continuidad laboral de los 27 investigadores contratados por Inmet-Anlis y nueve agentes de Conicet que tenemos como lugar de trabajo el Inmet, sumado a la planta de trabajadores de la empresa de mantenimiento, ordenanza y de seguridad”. Base para gozar de buena salud Durante los últimos años, Burgos se dedicó al estudio de la ecología de los roedores que transmiten el virus causante del síndrome pulmonar por Hantavirus, una enfermedad endémica de Argentina. “El objetivo de mi trabajo es comprender los mecanismos de transmisión del virus en los roedores y los factores que pueden propiciar la aparición de la enfermedad en las personas, para alertar a los servicios de salud y generar medidas de prevención y vigilancia. Dado que es una enfermedad que no tiene tratamiento específico, la prevención es la herramienta más importante que tenemos para evitar los casos humanos y las consecuencias que esto trae en nuestra población”, señaló. Desde su llegada a la Ciudad de las Cataratas, también colaboró con otras líneas y grupos dentro del Inmet, como ser: estudios sobre Leishmaniasis, Bartonelosis, Rikettsiosis, Rabia y Tuberculosis. “Trabajamos desde una perspectiva integral, transdisciplinaria e interinstitucional, por lo que la colaboración con otros grupos e instituciones siempre fue un pilar fundamental en mi trabajo”, destacó. En ese sentido, destacó algunos de los motivos por los cuales se mantuvo en pie de lucha para sostener el funcionamiento del espacio con asambleas permanentes en las que realizaron una colecta de firmas que obtuvo 3500 adhesiones de docentes e investigadores provenientes de toda la provincia y la región. “Considero que es sumamente importante defender el instituto, su figura simbólica y estructural, porque son parte de un proyecto de salud pública que nos posiciona estratégicamente, tanto en investigación como siendo un organismo referencial, que son los principales objetivos del Inmet desde su creación en 2009”. Y añadió: “La continuidad de las líneas de trabajo e investigación, y por ende de los recursos humanos, no depende solamente del salario, sino también de los equipamientos de alta complejidad que se encuentran allí, y que hoy no sabemos cómo serán redestinados. Cerrar el instituto implica una pérdida enorme para la salud pública de nuestra provincia y de nuestro país, así como un golpe enorme a las colaboraciones que venimos manteniendo en nuestra triple frontera. Además, representa una pérdida de soberanía y de presencia territorial, dado que el Inmet se ha dedicado a estudiar enfermedades típicas de la región que muchas veces son invisibilizadas o desatendidas”. Acompañamiento Si bien desde el Inmet reconocieron haber recibido mensajes de apoyo y solidaridad por parte de funcionarios provinciales, todo parece indicar que el vaciamiento de la institución avanza para dar por concluida su disolución total. Una de las figuras que mediáticamente resaltó la importancia del espacio fue el ministro de Salud, Héctor González: “Siempre que cierra algo, duele, genera sensaciones raras, pero tenemos que trabajar para sostener el bienestar de los misioneros”, expresó el funcionario en comunicación con Radio República. Y concluyó: “Lo ideal sería que el Inmet continúe, pero que se haga un cambio de área, que se optimicen los recursos y las instituciones para que sigan cumpliendo con su función formativa y académica”. A mediados del año 2023 un equipo de investigadores del Inmet en Puerto Iguazú, realizó estudios en terreno sobre mosquitos de las especies Aedes Aegypti y Aedes Albopictus, en sus diferentes estadios (larvas, pupas y mosquitos adultos). Luego, en laboratorio y mediante técnicas de biología molecular, el objetivo fue detectar la presencia de virus como dengue, chikungunya, fiebre amarilla y otros arbovirus. Además de analizar los ciclos de transmisión, observando interacciones entre vectores y hospedadores, que permitieron evaluar cómo las poblaciones de mosquitos determinaban la intensidad de la transmisión. Según el Decreto 458/2025 emitido el pasado martes 8 de julio en el Boletín Oficial de la Nación, el Ministerio de Salud había elaborado un informe mediante el cual propició la disolución del Inmet, organismo desconcentrado dependiente de la Administración Nacional de Laboratorios y el Instituto de Salud “Doctor Carlos G. Malbrán” (Anlis), creado por la Ley N° 26.534 en el año 2009 y reglamentado en 2011, con funciones bajo la órbita de la mencionada cartera. La justificación para la disolución del instituto fue la “superposición de funciones” y presunta “falta de resultados concretos”. Se trata de uno de los 21 organismos públicos que fueron disueltos, transformados y fusionados en el marco del ajuste realizado por el gobierno nacional a fin de “reducir el déficit fiscal y eficientizar la estructura estatal”, lo que terminó afectando áreas de salud, transporte, agroindustria y seguridad vial.
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