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» Voxpopuli
Fecha: 21/07/2025 17:39
La inusual y poderosa alianza entre empresarios y sindicalistas dejó al descubierto una profunda crisis de gestión en el gobierno de Milei, cuya política de ajuste y desinversión en infraestructura está generando un «costo argentino» inasumible. La reunión, celebrada este jueves en el marco de la Expo Rural 2025 bajo la órbita del Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), no fue un mero encuentro sectorial, sino un grito desesperado de los pilares productivos del país que el Poder Ejecutivo parece no querer escuchar. Un Grito Unificado: «Sin Caminos Ni Logística No Podemos Crecer» La jornada «Construir competitividad: potenciar el futuro» reunió a cámaras empresariales del G6 (como la UIA y CAMARCO), la CGT y la UOCRA, junto a especialistas y referentes sectoriales. Las advertencias fueron claras y directas al gobierno de Milei. Nicolás Pino, titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y presidente pro tempore del CPI, fue categórico: «El campo produce, pero sin caminos ni logística no puede crecer. La infraestructura lleva años abandonada y eso nos frena». Una crítica directa a la falta de acción oficial. Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), no se anduvo con rodeos sobre la responsabilidad del Estado: «Muchas obras están obsoletas y el Estado prioriza el gasto corriente por sobre la inversión. Hay rutas que el sector privado no va a tomar, y obras paralizadas que podrían reactivarse con fondos internacionales o del FGS de ANSES. El Estado debe usar fondos ya recaudados y asumir su rol, porque el privado no puede cubrir todo». Su mensaje es una clara refutación a la idea de que el mercado resolverá por sí solo la problemática de infraestructura. Desde el sector financiero, Javier Bolzico, titular de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA), puso el foco en la necesidad de estabilidad: «El crédito hipotecario volvió y 3.500 familias por mes acceden a su casa. Pero sin estabilidad y seguridad jurídica, esto no se puede sostener». Una indirecta a la volatilidad económica y regulatoria que caracteriza la gestión libertaria. Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, y Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), coincidieron en la falta de condiciones para la inversión. Gabbi exigió que «el mercado de capitales debe financiar la infraestructura que falta», mientras Grinman sentenció: «sin confianza y previsibilidad no habrá inversiones ni obras». La UIA y la CGT: Alianza Inesperada por el Trabajo y la Competitividad La voz de la industria, a través de Rodrigo Pérez Graciano de la Unión Industrial Argentina (UIA), fue contundente: «La infraestructura es un factor clave del ‘costo argentino’. Sin mejoras en este aspecto, no habrá desarrollo ni competitividad». Este «costo argentino», una carga que ahoga a las empresas, es un problema que el gobierno de Milei ha prometido reducir, pero que sin inversión pública, se agrava. Pero quizá lo más significativo fue la participación de los sindicatos. Cristian Jerónimo, dirigente de la CGT, sostuvo: «Desde el mundo del trabajo, creemos que la infraestructura es clave para el crecimiento. El gobierno tiene que crear condiciones donde el trabajo sea el gran ordenador social». Finalmente, Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, puso énfasis en el aspecto social y la necesidad de acción estatal: «Creemos fervientemente en la infraestructura como motor del desarrollo. Construir competitividad genera trabajo digno y de calidad. El Estado debe arbitrar el diálogo entre capital y trabajo para garantizar equilibrio». Diagnóstico Compartido y Propuestas Desatendidas A lo largo de paneles con especialistas, se abordaron temas cruciales como la infraestructura productiva para el crecimiento y el empleo formal, la infraestructura hídrica para la adaptación al cambio climático y la producción, y el vínculo entre infraestructura y logística para reducir costos y potenciar exportaciones. Incluso se presentó una demostración sobre inteligencia artificial aplicada al monitoreo de infraestructura. El mensaje es claro: la inversión en infraestructura es una necesidad imperiosa y transversal a todos los sectores productivos y sociales. La unificación de voces tan dispares como las de grandes empresarios y la cúpula sindical, en un reclamo directo al gobierno de Javier Milei, subraya la gravedad de la situación. Esta «impensada y poderosa alianza» es un llamado de atención que el Ejecutivo, enfrascado en su agenda de ajuste, parece haber dejado pasar por alto, con consecuencias potencialmente devastadoras para el futuro del país.
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