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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/07/2025 14:42
Las oficinas centrales de JPMorgan Chase en Nueva York (Bloomberg) “Recibimos casi dos mil millones de solicitudes mensuales de datos de clientes de intermediarios, y más del 90% de ellas no están relacionadas con un consumidor que use servicios fintech.” Con esta afirmación, un portavoz de JPMorgan Chase justificó la decisión del banco de imponer nuevas tarifas a las empresas tecnológicas que acceden a los datos bancarios de sus clientes. El anuncio, que ha sacudido al sector, marca un punto de inflexión en la relación entre los gigantes bancarios tradicionales y las empresas de tecnología financiera, según Forbes. La noticia principal es que JPMorgan Chase, el banco más grande de Estados Unidos, ha comenzado a exigir a los agregadores de datos —empresas como Plaid y MX— el pago de tarifas considerables por el acceso a la información de los clientes. Hasta ahora, los bancos proporcionaban estos datos de forma gratuita, permitiendo que los servicios fintech ofrecieran funciones como transferencias de dinero y recomendaciones de presupuesto. La medida de JPMorgan Chase representa una escalada significativa en la competencia entre los bancos tradicionales y las fintech, y podría transformar el modelo de negocio de todo el sector. El trasfondo de esta decisión se remonta a la evolución regulatoria en torno al acceso a los datos bancarios. En 2023, la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) de Estados Unidos había aprobado una norma que prohibía a los bancos cobrar por el acceso a los datos de los consumidores, con entrada en vigor prevista para 2026. Sin embargo, en mayo de 2025, en el contexto de una política de desregulación impulsada por la administración Trump, la CFPB anunció su intención de derogar esa norma. Este giro regulatorio abrió la puerta para que JPMorgan Chase comenzara a cobrar a los agregadores. FOTO DE ARCHIVO: Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase habla ante el Club Económico de Nueva York en Manhattan el pasado 23 de abril de 2024 (Reuters) El impacto potencial de las nuevas tarifas es considerable. Según una persona informada sobre las hojas de precios enviadas por JPMorgan Chase a los agregadores, el coste para Plaid podría alcanzar los $300 millones anuales en nuevas tarifas, una cifra que representa más del 75 % de los ingresos de Plaid en 2024. El mayor peso de las tarifas recae en las transferencias de datos relacionadas con pagos, lo que podría hacer inviables muchas de las funciones que las fintech ofrecen a los consumidores. Bloomberg fue el primer medio en informar sobre la magnitud de estas tarifas. Algunos ejecutivos del sector fintech consideran razonable que JPMorgan Chase cobre por el acceso a los datos, dado el coste de establecer y mantener conexiones seguras. El propio Jamie Dimon, director ejecutivo del banco, declaró recientemente que el suministro de datos ha supuesto “mucho dinero” para la entidad. Sin embargo, los verdaderos costes de crear y operar estas conexiones siguen sin conocerse, al igual que el método utilizado para fijar unas tarifas tan elevadas. La reacción de la industria fintech no se ha hecho esperar. Miranda Margowsky, portavoz de la Financial Technology Association, acusó a JPMorgan Chase de diseñar las tarifas “para aplastar la competencia, imponer un impuesto a la innovación fintech y consolidar su poder en el mercado”. Por su parte, Petersen, representante de Plaid, defendió que la empresa ha invertido grandes sumas en construir sus conexiones de datos y que solo proporciona información “a petición de los consumidores”. Añadió que “los datos pertenecen a los consumidores, no a los bancos”. Desde la perspectiva de la consultoría regulatoria, Sima Gandhi, exemprendedora fintech y asesora principal en FS Vector, sugirió que JPMorgan Chase podría desarrollar una estrategia diferente, beneficiando a los consumidores y trasladando las tarifas a ellos. Propuso, por ejemplo, la creación de una función premium que permitiera a los usuarios pagar $1 al mes por compartir datos de forma ilimitada, similar al modelo de almacenamiento de datos de Apple. Sin embargo, el portavoz de JPMorgan Chase negó que el banco tenga planes para implementar una opción de este tipo. La decisión de JPMorgan Chase podría provocar una reacción en cadena en el sector bancario. El director ejecutivo de PNC Bank, Bill Demchak, ya ha manifestado que estudia la posibilidad de imponer tarifas similares por el acceso a los datos. Si otros grandes bancos siguen el ejemplo de Jamie Dimon, el panorama competitivo podría cambiar drásticamente, con los bancos tradicionales reforzando su control y generando nuevas fuentes de ingresos. En este contexto, los agregadores de datos intentan negociar una reducción de las tarifas. Según una fuente citada por Forbes, es posible que JPMorgan Chase esté adoptando una estrategia de negociación inspirada en el estilo de la administración Trump: comenzar con precios elevados para luego aceptar rebajas sustanciales. Allison Beer, directora de Servicios de Tarjetas y Comercio Conectado de JPMorgan Chase, lidera actualmente las negociaciones con los agregadores.
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