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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 21/07/2025 14:18
Por primera vez, una provincia –la bonaerense– quiere garantizar un abordaje integral de la salud a las mujeres durante la menopausia y el climaterio. En Argentina no existe hasta ahora un protocolo de atención específico, a pesar de que cerca de 2 millones y medio de mujeres tienen entre 45 y 55 años de edad en el país, el período en que la mayoría experimenta esta transición hormonal. Ni siquiera hay equipos especializados en Climaterio en la mayoría de los hospitales públicos. En las cartillas de las obras sociales y prepagas es muy difícil identificar consultorios ginecológicos con especialistas. Y muchas mujeres se encuentran con médicos que les dicen frases como “bancatela” o “¿qué esperabas”, cuando enumeran los signos corporales asociados a la menopausia que están padeciendo. De hecho, la menopausia aún ocupa un lugar mínimo en los planes de estudio de Medicina y carreras de salud. En la Legislatura bonaerense tiene media sanción del Senado, un proyecto para promover el cuidado y la atención de la salud de las mujeres en esta etapa. Se trata de una iniciativa de la senadora de Unión por la Patria, María Rosa Martínez, que ahora avanza en la Cámara de Diputados: ya tiene dictamen de mayoría de las comisiones de Salud y de Legislación General y está esperando ser tratada en la de Presupuesto. “Cuando las mujeres dejan de tener posibilidades de quedar embarazadas, desaparecen de las políticas públicas. Hay como un olvido patriarcal hacia nuestras personas”, comentó a Página/12 Martínez , quien en 2022, siendo diputada nacional presentó un proyecto similar en el Congreso, que perdió estado parlamentario al no haber tenido tratamiento. La iniciativa bonaerense fue elaborada, destacó, en consultas con el Ministerio de Salud provincial. ¿Qué pasa a nivel regional? “Argentina ha sido progresista en el abordaje de políticas públicas en salud sexual y reproductiva, pero no sobre salud postreproductiva” cuestionó a este diario la antropóloga María Sol East Goenaga, quien en 2023 publicó una tesis de Maestría en FLACSO en la que indaga en las políticas públicas sobre menopausia y climaterio en 19 países de América Latina y el Caribe. En ese relevamiento encontró que sólo en siete (Brasil, Chile, El Salvador, Panamá, Rep. Dominicana, Uruguay y Venezuela) han desarrollado algún tipo de lineamiento o programa, pero se desconoce el grado de implementación dado que no existen evaluaciones en ningún caso sobre su acceso o impacto. Para completar el cuadro de la región, el expresidente de la Asociación Argentina para el Estudio del Climaterio (AAPEC) y médico especialista en ginecología y sexología clínica, Pablo Carpintero, señaló a Página/12 que México, además, cuenta desde 2012 con una norma oficial con criterios técnicos para la atención médica de esta etapa; recientemente, en 2023, Paraguay emitió sus primeras guías nacionales en el mismo sentido. Y este año Costa Rica inició un proceso de consulta para incorporar el tema en sus políticas de salud. Los riesgos de la falta de tratamientos Carpintero, que es miembro del Consejo de Sociedades Afiliadas a la Menopausia de la Sociedad Internacional de Menopausia –el órgano académico más relevante a nivel mundial sobre la temática– consideró fundamental avanzar con legislación que garantice un abordaje integral en salud para las mujeres en esta etapa. La menopausia no es una enfermedad pero trae numerosos signos corporales vinculados con la caída de estrógenos y otras hormonas. Entre los más habituales figuran los sofocos –diurnos y nocturnos–, el insomnio, los cambios de ánimo y la niebla mental que implica problemas de memoria y concentración. Carpintero explicó a Página/12 que la menopausia aumenta el riesgo a mediano-largo plazo de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, infarto, osteoporosis y depresión. “Pese a ello, ningún programa de atención en el mundo ha abordado integralmente esta etapa, según reconoció la OMS, y la mayoría de los países carecen de políticas públicas específicas para las mujeres menopáusicas”, advirtió el experto. La esperanza de vida femenina global –y en Argentina– ronda los 80 años, lo que implica que una mujer de 60 años aún vivirá en promedio 20 años más. En otras palabras, millones de mujeres pasarán un tercio o más de su vida en etapa posmenopáusica. Este cambio demográfico conlleva importantes implicancias: como destacó Janet Ko de la Menopause Foundation of Canada, “las mujeres ahora pueden pasar hasta la mitad de su vida en alguna fase de la menopausia, cada una con síntomas potenciales y riesgos de salud a largo plazo que requieren manejo proactivo. Reconocer la menopausia como una transición crítica de salud es esencial para políticas y cuidados efectivos”. ¿Qué dice el proyecto bonaerense? La propuesta pionera, promovida por la senadora provincial Martínez, reconoce esta etapa vital como una cuestión de salud pública que requiere abordaje con información y acceso a servicios de salud. Prevé la cobertura universal y gratuita de los tratamientos de reemplazo hormonal y otros que sean necesarios. Pone en manos del Ministerio de Salud provincial –como autoridad de aplicación de la ley– la creación de un modelo específico de atención sanitaria que articule con equipos de salud comunitaria en los municipios. Plantea que se contemplen “los derechos sexuales” durante el climaterio. Además, establece que todos los equipos de salud involucrados deberán ser capacitados en menopausia y climaterio, con un programa específico a implementar en los distintos niveles de atención. También define que se deberán desarrollar contenidos específicos y campañas provinciales para erradicar mitos, visibilizar la temática y promover el ejercicio de derechos, incluyendo asesoramiento en líneas telefónicas gratuitas de salud. Propone la creación de un organismo dentro del Ministerio de Salud con participación de otros ministerios y organizaciones sociales, para diseñar y aplicar las políticas específicas. Y establece que se incorporen contenidos sobre menopausia y climaterio en la Educación Sexual Integral, donde el tema también está ausente. La ley se fundamenta en datos que revelan el silenciamiento histórico de esta etapa: en una encuesta realizada por la Defensoría del Pueblo bonaerense y la ONG No Pausa, más del 50 por ciento de quienes estaban en la premenopausia dijo no saber qué es el climaterio. A nivel regional, se observan realidades similares: en otra encuesta llevada adelante por la misma ONG en Argentina, Colombia, Uruguay, Chile y Brasil, la mayoría respondió que padeció angustia o depresión asociada a esta etapa (82.4%) y que los signos del climaterio la afecta en su ámbito laboral (93%). Recomendaciones a los países Carpintero destacó que la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) ha hecho una serie de recomendaciones a los sistemas de salud y educacionales como implementar intervenciones educativas en atención primaria para mejorar el conocimiento de los médicos sobre menopausia, de modo que puedan aconsejar a las mujeres consultantes (despatologizar los síntomas comunes) y orientar sobre estilos de vida saludables, además de ofrecer terapia hormonal y no hormonal, cuando esté indicada para mejorar la calidad de vida. Además sugieren incorporar el estudio de la Medicina de la Menopausia en los programas universitarios de grado y posgrado de ciencias de la salud, y desarrollar campañas de sensibilización social acerca de la menopausia y su impacto en las mujeres para fomentar la comprensión en el entorno familiar, comunitario y laboral (combatiendo estereotipos que hoy generan aislamiento o estigmas ). Por último habría que promover cobertura financiera y reembolsos de tratamientos indicados para la menopausia, entendiendo que su adecuado uso podría reducir otros costos posteriores asociados a patologías ligadas a la edad, incluyendo fracturas por osteoporosis, eventos cardiovasculares y cánceres. El expresidente de la AAPEC advirtió que el impacto económico anual de la menopausia mal atendida (en gastos médicos y productividad perdida) se estimó en 3.000 millones de dólares en EE.UU. Mientras que el costo de las fracturas osteoporóticas vinculadas al déficit estrogénico posmenopáusico supera los 17.000 millones de dólares anuales. “Cifras como éstas refuerzan el llamado a invertir en la salud de las mujeres en la mitad de la vida como parte de una estrategia de longevidad saludable y desarrollo sostenible”, consideró Carpintero. Y siguiendo los lineamientos de la OMS y la ONU sostuvo que “atender las necesidades del climaterio y la menopausia no es solo una cuestión de salud individual, sino un imperativo de salud pública y derechos humanos”. Fuente: Página 12 – Colinental
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