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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 20/07/2025 23:21
Desde hace casi una década, un puñado de ciclistas de la región convirtió sus salidas sabatinas en una comunidad donde prima la solidaridad, el disfrute y el respeto por los tiempos de cada pedal. Hoy, el grupo sigue rodando, creciendo y exigiendo mejores condiciones para circular. Domingo, 20 de Julio de 2025, 18:00 Redacción EL ARGENTINO El origen: locura compartida entre amigos “Todo empezó un sábado de septiembre de 2016. Nos encontramos unos locos en El Ñandú con las bicis y dijimos: ¿y si hacemos un grupo?”, recordó Guillermo Bonzon en diálogo con EL ARGENTINO, uno de los fundadores. Así nació la primera salida, el 1 de octubre de ese año, con apenas unos cuantos aventureros dispuestos a internarse en el campo durante horas. Las travesías comenzaron a incluir paradas en capillas, escuelas rurales o boliches de campo Al principio, eran recorridos sencillos, con frutas, turrones y el mate como excusa para compartir. “La idea era tener un grupo que comparta nuestras mismas locuras y que no salgamos solos”, explicó Bonzon. Más que un grupo de ciclismo: una red de afectos Con los años, la propuesta creció en convocatoria y diversidad. Las travesías comenzaron a incluir paradas en capillas, escuelas rurales o boliches de campo, y se consolidó el eje del compañerismo: “Acompañamos y esperamos al compañero menos pedaleado”, sostuvo Bonzon. La consigna es clara: no se trata de competir, sino de disfrutar al ritmo de cada uno. Incluso se organizan salidas diferenciadas los sábados, según nivel o destino, y entre semana se mantienen recorridos cortos para “no sufrir los sábados”. Cuando alguien pincha o rompe algo en el camino, el protocolo es simple: se para todo el grupo, se ayuda, y si no hay solución, se llama a algún familiar o amigo. “Rodamos por toda la provincia cosechando amistades. La mayoría no nos conocíamos y hoy somos grandes amigos.” Una convocatoria abierta, pero con reclamos urgentes El grupo sigue creciendo y ha sido semillero de competidores a nivel provincial y nacional. Bonzon remarcó: “Pedimos solo un mínimo de entrenamiento para no sufrir las salidas largas”. Pero también hay reclamos. “Gualeguaychú adolece de ciclovías y bicisendas. Los gobiernos pasan y todos miran para otro lado, mientras los accidentes siguen ocurriendo”, denunció. Participación en la lucha contra las pasteras Además, apunta a la educación vial como deuda pendiente: “Sufrimos el maltrato constante de automovilistas. Hay una falta de respeto tremenda”.
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