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» Sin Mordaza
Fecha: 18/07/2025 22:05
El cambio de actitud de Amalia Granata en la convención constituyente no pasó desapercibida. De ser tan destructora, incendiaria, en la primera sesión; la segunda, que se hizo el miércoles, era otra persona. No era la misma. La que defendió al Estado provincial, la gestión, la república, fue Granata. ¿Qué pasó? Ella está pensando ser diputada nacional, tiene amistad con Toto Caputo, sobre todo el marido. Se habla de que puede ser la candidata de La Libertad Avanza. Juan Aleart, por ejemplo, es hombre del PRO, no de La Libertad Avanza. En este sentido vale la pregunta de si habrá decisión de sacarlo de escena a Nicolás Mayoraz. Un tipo con mucho peso en el gobierno provincial definió a Granata como un ladrillo refractario: es muy básica, es refractaria a todo aquel que quiera ser más opositora que ella. No le puede dar el título de opositor a Mayoraz. No quiere que nadie sea más opositora que ella. Trató de desacreditarlo, le respondía sobre lo que se estaba votando, como si Mayoraz no supiera dónde estaba. El caso de Amalia es que tiene una necesidad personal de trascender, de tener minutos en los medios de comunicación. Los dirigentes se pelean con otros dirigentes, Amalia Granata contesta hasta los mensajes de redes, aunque no conozca a esa persona. Elije pelear con gente desconocida porque quiere trascender, aunque no tenga mucho para hacerlo. Incluso si se mira las comisiones donde se ubicó, no es mucho. Es un reconocimiento de que no está capacitada, ¿qué va a ir a discutir, cuál es su especialidad?
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