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» LaVozdeMisiones
Fecha: 18/07/2025 02:04
Tras el revuelo que se generó por el despido de una trabajadora con 29 años de antigüedad en la iglesia San Pedro y San Pablo de Apóstoles, el párroco encargado de dicha institución religiosa respondió los señalamientos de la comunidad y alegó que la decisión se dio en consenso con el obispado de Posadas y obedeció a cuestiones de recorte presupuestario. “Nosotros, en primer lugar, jurídicamente no echamos a nadie: prescindimos de sus servicios, canonizando la ley civil. La iglesia tiene derecho propio pero sigue la ley civil”, postuló desde un principio Alejandro Cañete, el párroco apuntado por el despido de Roxanna Gerega, decisión recientemente tomada, generando el repudio de un grupo de feligreses. El padre Cañete se refirió al asunto este jueves durante una entrevista con Radio República y argumentó la decisión: “Yo de alguna manera tuve que hacer un discernimiento sobre la situación económica de la parroquia. Tengo dos personales que me generan mucho dinero, mucha inversión por tantos años de trabajo y, como todos saben, la iglesia también va sufriendo un desgaste económico como todo el Estado, que viene sufriendo recortes de presupuesto”. Sobre Gerega, puntualmente, indicó que “es una persona que está cobrando el 60% de su sueldo por antigüedad y es mucho dinero para la parroquia. Nos genera un déficit tremendo”. Y en la continuidad de la conversación le puso números a la cuestión: “Yo no le puedo seguir pagando a la señora. Tengo que desembolsar entre Roxanna y la otra señora que trabaja 1.600.000 pesos, más la Afip da 2.500.000 pesos, cuando la colecta de la parroquia da 500.000 o 600.000 pesos por semana. Entonces, no llegamos”. “La realidad es esta. Lo que me tocó hacer es sentarme como lo haría un papá o una mamá a ver en qué se puede gastar y en qué no se puede gastar”, ilustró. Indemnización y superávit De igual manera, Cañete afirmó que a Gerega se le respetarán todos sus derechos laborales, lo cual incluye una indemnización que le calculó en 33 millones de pesos. “Esos 33 millones de pesos que le tengo que indemnizar me genera un déficit, pero de acá a cuatro meses tengo un superávit y en ocho meses tengo un superávit de 50 millones de pesos, con lo cual yo puedo manejarme de otra manera. Tengo 26 capillas, no solo la parroquia”, diagramó. Sobre los señalamientos que calificaron la medida como “arbitraria”, el párroco explicó que “el obispo (Juan Martínez) es el responsable primero de la diócesis y de esta persona que está ligado al obispado de Posadas. Yo como cura párroco no puedo prescindir de nadie sin antes haberlo conversado ni haber hecho trámites con el obispo. Sobre la arbitrariedad no es así porque el obispo tiene conocimiento total sobre la decisión que se tomó”. En una nota que los feligreses en desacuerdo con la medida enviaron al obispo Juan Martínez de Posadas resaltaron la labor de Gerega, destacando su rol servicial en la parroquia. Sobre eso, Cañete también se refirió: “Hoy yo no tengo problema para atender la parroquia. Ella venía a trabajar y cumplía su horario, pero en ese horario puedo estar yo también. No me genera una situación que no hay nadie que atienda la parroquia”.
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