18/07/2025 04:16
18/07/2025 04:15
18/07/2025 04:13
18/07/2025 04:13
18/07/2025 04:13
18/07/2025 04:13
18/07/2025 04:12
18/07/2025 04:12
18/07/2025 04:12
18/07/2025 04:11
Parana » Radio La Voz
Fecha: 18/07/2025 01:08
Una carta anónima enviada al Presidente y a la ministra de Seguridad Patricia Bullrich expone el malestar creciente dentro de las fuerzas de seguridad. La situación económica que atraviesan los agentes de seguridad no difiere de la del resto de los trabajadores. En tiempos de ajuste y caída del salario real, los encargados de contener las protestas sociales también reclaman mejoras salariales y condiciones laborales dignas. En las últimas horas, el periodista Jorge Rial compartió en su programa Argenzuela una carta anónima enviada por un efectivo de una fuerza federal, cuya identidad decidió resguardar para evitar represalias. La misiva, dirigida al presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, describe un escenario crítico: “Estamos cansados, decepcionados y al límite”. Según el texto, un agente que recién ingresa cobra alrededor de 700 mil pesos, mientras que un suboficial con más de 20 años de servicio percibe apenas un millón. En contraste, señala que un alquiler promedio en la Ciudad de Buenos Aires ronda entre los 500 y los 800 mil pesos. “Esto deja a la mayoría del personal sin capacidad para cubrir otros gastos básicos como alimentación, transporte, vestimenta o útiles escolares”, advierte. "Estamos cansados, decepcionados y al limite": el llamado de atención para Milei y Bullrich La carta pone el foco en la imposibilidad de reclamar: “Debemos callarnos o arriesgarnos a ser sancionados o dados de baja. Nuestra voz no se escucha porque el sistema nos impide alzarla”. El malestar no es solo económico. También es ético. “Nos duele que se nos envíe a reprimir manifestaciones de jubilados o trabajadores que reclaman por lo mismo que nosotros. Nuestros hijos también tienen hambre. También nos falta para pagar el alquiler”, señala el documento, que habla de una “contradicción que nos lastima profundamente como personas, trabajadores y servidores públicos”. La crítica alcanza también a los altos mandos: “Mientras nosotros sobrevivimos, los jefes perciben sueldos de entre 5 y 10 millones de pesos. La distancia es abismal”. La carta concluye con un mensaje directo al Gobierno: “No estamos bien, señor Presidente. Estamos cansados, decepcionados y al limite. Esta situación no es sostenible. No se puede pedir compromiso y vocación cuando no se garantiza lo mínimo: un salario digno, condiciones humanas de trabajo y un trato justo. Estamos a tiempo de evitar un colapso institucional mayor”.
Ver noticia original