Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Ordenan nueva fecha de ejecución para Robert Roberson, acusado por la muerte de su hija de dos años en Texas

    Parana » NSA

    Fecha: 17/07/2025 07:46

    Ordenan nueva fecha de ejecución para Robert Roberson, acusado por la muerte de su hija de dos años en Texas Un juez del estado de Texas acordó un nuevo calendario de ejecución para Robert Roberson, prisionero en el corredor de la muerte, por la muerte de su hija de dos años, en un caso vinculado al controversial diagnóstico de “shaken baby syndrome”. La decisión convierte a Roberson, de 58 años, en la primera persona en Estados Unidos a la que se le aplicará la pena de muerte bajo este tipo de acusación. El nuevo intento de ejecución está previsto para el 16 de octubre de 2025, según lo aprobado el miércoles 16 de julio por el juez del condado Smith, Austin Reeve Jackson. Roberson, vestido con el tradicional uniforme blanco y negro de prisión, escuchó la decisión en la corte mientras su defensa y familiares se manifestaban en contra de fijar una fecha definitiva cuando su caso aún cuenta con recursos legales activos. La abogada de Roberson, Gretchen Sween, declaró: “Le ruego que reconsidere”, e indicó que promoverá una moción para revocar la fecha de la ejecución “tan pronto como sea posible”. Durante la audiencia, seguidores y familiares del condenado se mostraron visiblemente afectados, con lágrimas ante el fallo judicial. La decisión convierte a Roberson, La decisión convierte a Roberson, de 58 años, en la primera persona en Estados Unidos a la que se le aplicará la pena de muerte bajo este tipo de acusación. La historia de Robertson La muerte de Nikki Roberson ocurrió en 2002. Un fiscal acusó entonces a Robert Roberson de asesinar a su hija mediante una violenta sacudida, cuadro conocido como “shaken baby syndrome”. El caso atrajo la atención de legisladores bipartidistas texanos, quienes evitaron su ejecución en octubre pasado tras maniobras jurídicas de último minuto. Desde entonces, Roberson permanecía en una situación de incertidumbre tras presentar una nueva apelación, mientras los fiscales continuaban los trámites para ejecutar la sentencia. La oficina del fiscal general texano, Ken Paxton, solicitó el mes pasado que el tribunal del condado Anderson fijara la nueva fecha. Argumentaron mediante una moción que “se han cumplido los criterios para establecer la ejecución”. La petición pedía que la misma se realizara un año después del primer intento frustrado. Paxton asumió el caso tras recogerlo de la fiscal de Anderson, Allyson Mitchell. Hasta el momento, la oficina de Paxton no respondió a las consultas sobre la decisión de retomar el control del proceso. Durante la audiencia, la abogada Sween alegó ante el juez Jackson que “no existe fundamento legal para fijar una fecha de ejecución mientras siga adelante una apelación ante un tribunal superior”. También remarcó que la corte revisa nuevas pruebas médicas que podrían modificar de raíz el desenlace del caso Roberson. “No hay razón para poner fecha de ejecución para el señor Roberson, quien es uno de los pocos con apelaciones abiertas que abordan asuntos muy graves”, subrayó Sween. “Estamos hablando de un caso de pena de muerte: lo más serio que el Estado puede hacer para extinguir una vida de forma artificial”. El caso Roberson también motivó enfrentamientos institucionales. Tras la suspensión de la ejecución el año anterior, Paxton discutió con legisladores estatales de la Comisión de Jurisprudencia Penal de la Cámara. Unos usaron facultades de citación para obligar a Roberson a declarar en una audiencia, lo que paralizó la ejecución. Sin embargo, la oficina de Paxton impidió su testimonio argumentando que la citación era “procesalmente inválida”. El reo tenía previsto declarar conforme a la ley texana de 2013 sobre “junk science”, que permite cuestionar sentencias a la luz de avances forenses. Roberson siempre mantuvo su inocencia. Según documentos judiciales, en enero de 2002, padre e hija se quedaron dormidos en casa en el este de Texas. Roberson relató que despertó tras oír un ruido y encontró que Nikki había caído de la cama. Más tarde, la menor permanecía inconsciente y con labios azulados, por lo que la trasladó al hospital. La policía interpretó la frialdad de Roberson como indicio de culpa, sobre todo por mostrar escasa emoción. El jurado nunca escuchó toda la información médica relevante: Nikki era una niña enferma desde el nacimiento, había visitado el hospital más de 40 veces y dos días antes de su muerte tenía fiebre de 40,2 grados centígrados. Además, le habían recetado el medicamento Phenergan, catalogado después como peligroso para menores por la FDA. El detective Brian Wharton, encargado del primer arresto, manifestó después ante NBC News: “Arresté a Roberson sin saber nada del historial médico de Nikki ni del autismo de Roberson”. Roberson fue diagnosticado con trastorno del espectro autista en 2018, seis años después de la muerte de Nikki, lo que explicaría su reacción emocional. Mientras que algunos médicos ratifican la hipótesis del síndrome de sacudida, la defensa sostiene que las nuevas investigaciones sobre el diagnóstico abren la puerta a posibles errores, pues existen otras causas médicas en muertes infantiles. Paxton, sin embargo, sigue defendiendo la culpabilidad de Roberson. En octubre, expuso en la red X que “el padre asesinó a su hija golpeándola brutalmente”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por