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Parana » Adn21
Fecha: 16/07/2025 22:11
El organismo financiará al país durante los próximos tres años, con un primer desembolso de USD 3.000 millones en 2025. Avaló el programa de Milei, pero advirtió sobre la fragilidad de las reservas, la pobreza infantil y los riesgos políticos para aprobar reformas. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó una nueva estrategia de financiamiento para la Argentina que contempla un desembolso total de 10.000 millones de dólares durante los próximos tres años, con un primer tramo de 3.000 millones previsto para 2025. La decisión fue acompañada por un respaldo general al programa económico del Gobierno, aunque el organismo también advirtió sobre la debilidad de las reservas internacionales y la falta de apoyo legislativo para avanzar con reformas estructurales. La entidad informó este miércoles que su directorio avaló una “hoja de ruta” diseñada en conjunto con el Gobierno nacional, con el objetivo de acompañar la transformación del país y fortalecer un modelo de “desarrollo sostenible y resiliente”. Los recursos aprobados estarán destinados a tres ejes principales: el fortalecimiento fiscal y la modernización de la administración tributaria; la eliminación de trabas para impulsar la inversión privada; y políticas para acelerar la reducción de la pobreza. “La Estrategia País 2025-2028 refleja nuestro compromiso de largo plazo con Argentina. Trabajaremos junto al Gobierno nacional y los Gobiernos subnacionales para promover un crecimiento económico sostenido y resiliente liderado por el sector privado, que contribuya a la creación de empleos de calidad, la reducción de la pobreza y una mayor conectividad con alto retorno social”, destacó Viviana Alva-Hart, representante del BID en Argentina. Desde el Ministerio de Economía, el secretario de Finanzas Pablo Quirno consideró que la aprobación del plan representa “un respaldo claro a las prioridades del Gobierno del presidente Javier Milei: equilibrio fiscal, apertura económica y fortalecimiento institucional”. Según el funcionario, el paquete de apoyo del Grupo BID “contribuirá a consolidar las reformas estructurales en marcha y, a continuar promoviendo un entorno más dinámico y previsible para la inversión privada, que es el verdadero motor del crecimiento sostenido y la generación de empleo genuino en la Argentina”. Cuál es el diagnóstico del BID sobre Argentina El BID avaló las líneas generales del programa económico, pero planteó una serie de advertencias en torno a los desafíos que enfrenta la Argentina. El organismo señaló que desde 2010 el país muestra un bajo nivel de crecimiento, asociado al “retroceso del sector privado y de la muy elevada inestabilidad macroeconómica”, factores que contribuyeron al aumento sostenido de la pobreza por ingresos en 7,8 puntos porcentuales entre 2016 y 2024. El documento también hace foco en el impacto de la inflación, que adjudica a “la expansión monetaria de origen fiscal y cuasi fiscal”. No obstante, reconoce los avances recientes en materia de consolidación fiscal, como el primer superávit primario en 14 años, alcanzado en 2024. El panorama social, sin embargo, el BID remarcó que más de la mitad de los niños de entre 0 y 14 años vive en situación de pobreza, y que la tasa de indigencia sigue en niveles elevados, con un pico del 18,1 por ciento. Además, se identificó una tasa de informalidad laboral del 36,1% y se advirtió sobre los déficits en salud y educación: desde baja cobertura médica hasta fragmentación del gasto sanitario y deterioro en la calidad educativa, profundizado tras la pandemia. En cuanto a los riesgos fiscales y políticos, el BID alertó sobre la baja posición de reservas internacionales del Banco Central, las dificultades para construir mayorías legislativas que permitan avanzar con reformas clave, y la potencial “fatiga social” asociada a las políticas de ajuste. También mencionó a los “episodios de volatilidad macroeconómica asociados a shocks externos y riesgo de demora de reformas y reversión de políticas impactarían las inversiones privadas”. Por último, el organismo multilateral, advirtió sobre el impacto potencial de shocks en el refinanciamiento de deuda en pesos sobre el resultado financiero y el margen fiscal.
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