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Parana » Informe Digital
Fecha: 16/07/2025 16:33
A casi cinco meses de la llegada del avión con matrícula PRVN18RU de la empresa Royal Class al Aeroparque Internacional Jorge Newbery, cuyo único pasajero fue Laura Belén Arrieta, la Justicia en lo Penal Económico aguarda una respuesta "relativa al origen del vuelo para verificar si en él se documentó el control sobre el equipaje". Arrieta, de 32 años, viajaba en la aeronave de su superior, el empresario Leonardo Scatturice, quien recientemente adquirió Flybondi.
Según el dictamen de la fiscalía, se trata de 10 valijas, aunque el piloto Juan Pablo Pinto, uno de los tripulantes de la aeronave, se presentó esta semana espontáneamente ante la Justicia y se adjudicó parte de ese equipaje. Afirmó que llevaba: su valija de vuelo, un carry on con calzado, una impresora en su caja, un inflable dentro de una bolsa transparente, una mochila con ruedas para su hijo, una valija con ropa suya y una guitarra con su estuche correspondiente.
Fuentes del ámbito judicial que siguen el caso indicaron a Perfil.com que la "dificultad" en este asunto, a diferencia del caso de las valijas de Antonini Wilson, radica en que en esa ocasión el juzgado “intervino a partir de un acta documentada de control de la mercadería”, mientras que en las valijas de Arrieta “el equipaje pasó todos los controles sin una acta de detección”. "En el caso de Antonini se conocía el contenido del equipaje, en esta causa eso se desconoce", afirmaron las fuentes consultadas.
Además, el juzgado fue notificado varios días después, lo que complica la recolección de pruebas. La Justicia ahora debe corroborar la información brindada por los testigos y reconstruir los hechos.
Luego de la difusión de imágenes que evidencian las irregularidades, el presidente Javier Milei compartió en sus redes sociales una entrevista con el titular de ARCA, Juan Pazo, bajo la frase “desenmascarando mentirosos” y, el 9 de julio, en otra entrevista, declaró: “No son 10 valijas, son 10 bultos, donde dos correspondían a la chica, dos a la tripulación, dos valijas de otra persona y había cuatro bolsas de compras”.
El avión de Scatturice llegó a Buenos Aires el 26 de febrero por la mañana. Según el dictamen de los fiscales, un agente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) observó que en la zona donde aterrizó el avión había personal de Aduana “conversando y señalando los equipajes ubicados en la bodega”. En ese momento, el oficial de la PSA vio a Arrieta descender del avión con un teléfono celular en la mano (no pudo determinar si era propio o ajeno), que fue entregado a una agente de Aduana, quien realizó un gesto de “okey”, tras lo cual se llevó a la pasajera hacia la zona de arribos internacionales.
Los fiscales Claudio Naval Rial y Sergio Rodríguez también pusieron en cuestión el "circuito aduanero" de los pasajeros del avión. "A partir del análisis de las imágenes proporcionadas por la PSA se advierte que el grupo vinculado al vuelo en cuestión atravesó un circuito de control aduanero diferente al que, de manera simultánea, se aplicaba a los demás pasajeros que arribaban al país en ese mismo momento", señalaron en su dictamen.
"Se han adoptado medidas respecto a los teléfonos de las personas investigadas y se han ordenado análisis de las filmaciones para determinar si efectivamente respaldan la declaración de uno de los agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)", informaron a Perfil.com fuentes judiciales relacionadas con la causa. En concreto, buscan ampliar la investigación sobre los registros de llamadas entrantes y salientes, así como los mensajes de texto (SMS) entre las 8:15 y las 9:00 horas del 26 de febrero.
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