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Diamante » Neonetmusic
Fecha: 15/07/2025 15:49
La ONU ha encendido las alertas ante un fenómeno sin precedentes: las tasas de fecundidad en el mundo están descendiendo a un ritmo tan acelerado que podrían desencadenar un “colapso poblacional”. Este escenario, lejos de ser una proyección lejana, ya comienza a reflejarse en cifras concretas, planteando interrogantes sobre el futuro de las sociedades y su sostenibilidad. Detrás de esta tendencia global se esconde una realidad compleja. Los jóvenes, quienes deberían ser el motor del reemplazo generacional, enfrentan obstáculos como la inestabilidad laboral, la falta de acceso a educación y salud de calidad, y profundas desigualdades de género. Estas barreras no solo limitan sus oportunidades de desarrollo personal, sino que también influyen en su decisión de postergar o incluso descartar la idea de formar una familia. Los datos son contundentes. Según la OCDE, entre 1970 y 2022, la Tasa Global de Fecundidad se redujo a la mitad, pasando de 3,3 a solo 1,5 hijos por mujer. Esta drástica disminución no es un simple dato estadístico, sino un indicador de transformaciones profundas que podrían redefinir la estructura económica y social de las naciones en las próximas décadas. Expertos advierten que las consecuencias de este declive demográfico podrían ser múltiples: desde el envejecimiento acelerado de la población hasta la presión sobre los sistemas de pensiones y la fuerza laboral. Además, el fenómeno plantea un dilema: ¿cómo equilibrar el derecho individual a decidir sobre la reproducción con las necesidades colectivas de sostenibilidad poblacional? Ante este panorama, organismos internacionales urgen a los gobiernos a implementar políticas que aborden las causas estructurales de la baja fecundidad, como la precariedad económica y las barreras de acceso a servicios esenciales. El desafío no es solo revertir una tendencia estadística, sino construir sociedades donde las nuevas generaciones vean en la crianza una opción viable y deseable. Noticia vista: 143
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