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» Comercio y Justicia
Fecha: 15/07/2025 09:34
Destacando que los pacientes fueron proveídos por el Sanatorio Allende SA a partir de la asignación de turnos y la fijación de horarios y que el actor debía comunicar sus inasistencias para reprogramarlos, la Sala 2ª de la Cámara de Trabajo de Córdoba rechazó la demanda presentada por un médico traumatólogo para que se reconociera una relación laboral con la firma. La sentenciante indicó que aquellas circunstancias descartan una situación de subordinación y que, por el contrario, revelaron que el accionante desarrolló su trabajo en una organización con una estructura preexistente, con reglas básicas relacionadas con aspectos para la prestación de sus servicios. Resaltó los dichos de un testigo que reveló que si bien el galeno cobraba un sueldo fijo mediante depósito bancario, facturaba. El tribunal señaló que a partir de esa y otras declaraciones en la misma línea se probó que el actor percibía sus ingresos mediante la facturación que le efectuaba al Allende, que no le abonó directamente, sino a través del pago de terceros, sean los pacientes particulares o las obras sociales. En ese marco, apuntó la que el actor convino voluntariamente con la accionada hacer uso de su marca, imagen y prestigio para ejercer su profesión de médico traumatólogo, mediante el servicio de atención de pacientes, por cuenta y riesgo del cesionario, con su propia organización, personal, maquinaria y aparatología. Por otra parte, remarcó la posibilidad de los médicos de planta de disponer libremente su fecha de licencia anual por vacaciones, con la única condición de no dejar desmantelado el servicio, por lo cual debían consensuarlas con sus colegas y dar aviso al nosocomio, lo cual derriba la pretensión de una subordinación también en este aspecto. Asimismo, la Cámara aclaró que la asistencia obligatoria de los profesionales a los ateneos o reuniones de capacitación o informativas impuestas por el nosocomio se encuadran, en el escenario verificado, en el perfeccionamiento esperable del plantel médico, en aras a conservar el nivel profesional y el prestigio de la institución, de la que se benefició también el accionante.
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