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» Diario Cordoba
Fecha: 14/07/2025 21:28
La normativa comunitaria para evitar la ‘deforestación importada’ (es decir, la llegada de productos desde fuera de la UE que hayan requerido deforestar selvas tropicales) ya fue aplazada un año por presiones del sector industrial y del Partido Popular Europeo, pero ahora está a punto de sufrir una nueva demora, pues así lo han pedido 18 países. Los ministros de Agricultura de 18 Estados miembros han enviado una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que piden que se relajen algunas de las disposiciones de la nueva normativa, alegando su complejidad y carga burocrática, y sugieren que se retrase aún más su aplicación, que ya se aplazó inicialmente hasta diciembre de 2025. La ley persigue evitar la importación de productos procedentes de la deforestación ilegal en terceros países La carta, impulsada por Luxemburgo, está firmada por los ministros de Austria, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Suecia, informa Europa Press. Países que protegen sus bosques Este grupo de países sostiene que el reglamento, en su forma actual, "no tiene suficientemente en cuenta a los países con leyes eficaces de protección de los bosques y con un riesgo insignificante de deforestación" y critican que "en lugar de centrarse en la deforestación allí donde el riesgo es mayor, el reglamento impone obligaciones burocráticas desproporcionadas a países en los que la deforestación es manifiestamente insignificante". Deforestación en Perú / Mathias Rittgerott Asimismo, piden que se supriman los requisitos exigidos por "excesivos y redundantes, en los países en los que la expansión agrícola no esté reduciendo significativamente la superficie forestal". Los firmantes consideran "esencial que se simplifiquen los requisitos para las materias primas y los productos ya comercializados en el mercado de la UE, así como para los agricultores y silvicultores de países o regiones que muestren un riesgo insignificante de deforestación". Por lo tanto, instan a la Comisión Europea a que incluya "rápidamente" la ley de deforestación en sus planes de simplificación con el fin de garantizar una aplicación "coordinada y eficaz" y, a la espera de esas propuestas, deslizan que "podría ser aconsejable aplazar aún más la fecha de aplicación del reglamento". El Partido Popular Europeo quiere suavizar la ley El pasado miércoles, el pleno del Parlamento Europeo aprobó también una objeción impulsada por el Partido Popular Europeo (PPE) a la ley de deforestación en la que se pide a la Comisión Europea que reconsidere la introducción de una categoría de países "sin riesgo" a los que aplicar de forma más laxa esta nueva norma. La objeción al acto de ejecución de la Comisión, presentada por el eurodiputado 'popular' Alexander Bernhuber, salió adelante con 373 votos a favor, 289 en contra y 26 abstenciones, pero desde la Eurocámara recuerdan que se trata de una votación no vinculante, por lo que la Comisión puede decidir ignorarla y seguir adelante con el proceso legislativo. Plenario del Parlamento Europeo / Etienne Ansotte El pleno aprobó esta objeción testimonial con un apoyo mayoritario del PPE y de los grupos de extrema derecha de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés), Patriotas por Europa y la Europa de las Naciones Soberanas. Mientras, han votado en contra de la misma las bancadas de los socialdemócratras, los liberales, los verdes y la izquierda. Ya se retrasó un año Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo ya alcanzaron en diciembre de 2024 un acuerdo para retrasar hasta diciembre de 2025 la aplicación de esta nueva ley que vetará las ventas de productos como el cacao, el café o el aceite de palma (entre otros) que contribuyan a la deforestación de los bosques y desecharon ya entonces las enmiendas de la Eurocámara a propuesta del PPE. Según la propuesta de los 'populares', los países clasificados como "sin riesgo", aquellos con un desarrollo estable o creciente de la superficie forestal, se enfrentarían a obligaciones más laxas, al darse por hecho que el riesgo de deforestación sería "insignificante" o "inexistente", un atajo del que podrían beneficiarse competidores como China, además de que podría derivar en una disrupción del mercado interior de la UE, ya que no todos los Estados miembros cumplen los mismos requisitos en materia de deforestación. Frente a este intento de descafeinar la ley, una lista de empresas europeas ha pedido que se mantenga y entre en vigor cuanto antes La nueva norma está en vigor desde el 29 de junio de 2023, pero la Comisión Europea propuso retrasar su aplicación un año ante la preocupación de los socios internacionales por la complejidad para cumplir a tiempo con el nuevo marco legal comunitario, unas reticencias que aún persisten pese a las concesiones. Empresas que apoyan la ley contra la deforestación importada Frente a estos retrasos, una larga lista de empresas como Nestlé, Ferrero, Danone y otras que pueden ser afectadas por esta medida, han pedido justamente lo contrario a la UE: que acelere la entrada en vigor de la ley contra la deforestación importada. Esta regulación "no es un obstáculo, es una oportundidad", afirman, y también consideran que su revisión o retraso aportará inseguridad a los mercados. Otros firmantes de este escrito enviado a la Comisión Europea son Tony's Chocolonely, SIPH – Groupe SIFCA, Olam Agri, Socfin,Sogescol, Precious Woods, Expanscience Laboratoires y Barry Callebaut.
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