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» El Sur Diario
Fecha: 14/07/2025 20:06
En tiempos donde los discursos violentos y la intolerancia parecen ganar espacio, Carina Tomasi ofrece una mirada distinta: la de una justicia humanizada que pone en el centro a las personas, no a los expedientes. La reconocida abogada mediadora lleva adelante una tarea comprometida y silenciosa desde el área de Mediación, promoviendo el diálogo como camino para resolver los conflictos. Su trabajo, en gran parte autogestionado y gratuito, articula esfuerzos con instituciones, escuelas, organizaciones barriales y actores sociales diversos. “La gestión de conflictos parte de la coherencia personal”, afirma Tomasi, y lo dice no solo desde el conocimiento técnico, sino desde la práctica cotidiana de escuchar, contener y habilitar espacios donde los otros puedan expresarse. “No se trata solo de mediar entre partes, sino de contagiar una forma distinta de estar en la sociedad”, señala. La necesidad de nuevas narrativas Durante la entrevista, Tomasi reflexiona sobre la cultura de la confrontación, especialmente en redes sociales, donde los ataques y comentarios hostiles se multiplican. “Se ha perdido la empatía hacia el otro. Ya no importa el daño que causo, sino el impacto que genero, los likes que consigo”, advierte. Por eso, insiste en la importancia de revisar qué tipo de mensajes y emociones estamos transmitiendo, incluso en los gestos más simples. “¿Qué comparto cuando voy al almacén, cuando saludo al vecino, cuando me atienden en un mostrador? Todo eso también construye sociedad”, enfatiza. Educar para la paz desde la infancia Uno de los ejes más fuertes de su trabajo está en la formación y la educación emocional. “Durante años venimos diciendo que esto debe enseñarse desde pequeños”, explica. “A mí me enseñaron a callar el enojo, a no mostrar la tristeza. Pero hay que aprender a reconocer y gestionar las emociones. Y eso se entrena”. Con ese objetivo, Tomasi y su equipo realizan talleres vivenciales tanto para adultos como para adolescentes. Si bien trabajar con personas adultas permite abrir el diálogo desde la experiencia, reconoce que el trabajo con jóvenes genera un gran impacto. “Ellos necesitan hablar, expresar lo que sienten, y lo hacen si se genera un espacio de confianza. No vamos a dar una charla, sino a crear un vínculo”. Estos encuentros se realizan principalmente en escuelas secundarias, donde muchas veces se encuentran puertas abiertas a recibir herramientas para mejorar la convivencia diaria. “Nos emociona cuando nos dicen ‘queremos que vuelvan’. Eso significa que sirvió, que dejó algo”, celebra. Práctica restaurativa y comunidad Para Tomasi, la mediación no es solo una técnica, sino una filosofía de vida: restaurar el tejido social, generar redes, asumir responsabilidades y reparar el daño causado. Es una mirada profundamente vinculada a la justicia restaurativa, que pone en valor el impacto de las acciones no solo en las víctimas, sino en toda la comunidad. “No se trata solo de pedir perdón, sino de preguntarse cómo reparo lo que hice”, plantea. Ese enfoque fue central en el reciente encuentro abierto a la comunidad que tuvo lugar en el Concejo Municipal, organizado junto al Club Policial y la institución formadora de mediadores. “Fue emocionante. Hubo una integración real, con participación de policías, vecinalistas, estudiantes, mediadores, abogados, miembros de la iglesia y más. Todos compartiendo experiencias y reflexiones con respeto. Muchos no se querían ir”. Capacitaciones gratuitas y en red Las capacitaciones que promueven desde el equipo de mediación son totalmente gratuitas y cuentan con declaración de interés del Ministerio de Educación. “Nuestra intención es que cada vez más escuelas, instituciones o barrios nos convoquen. Siempre respondemos”, asegura Tomasi, quien destaca la importancia de la colaboración entre mediadores locales, docentes especializados y actores sociales. “El trabajo en red es la clave. Hay que dejar de lado los egos, los celos profesionales. Nosotros no recibimos apoyo económico: todo lo que hacemos es por convicción. Pero lo que más nos ayuda es que se difunda, que la comunidad se entere. Porque lo que no se conoce, no se valora”, reflexiona. Humanizar la justicia: un objetivo urgente En su mensaje final, Tomasi deja en claro el sentido profundo de su trabajo: “Intentamos humanizar la justicia. Si no entendemos que estamos tratando con seres humanos y no con documentos, estamos yendo por mal camino. Cada procedimiento, en cualquier ámbito, debería partir de esa base”. Su convicción es contagiosa. En cada encuentro, taller o mediación, lo que se busca es dejar una huella, generar una red que siga creciendo y fortaleciendo la posibilidad de convivir en una sociedad más justa y empática. “Cuando alguien me dice ‘me sentí escuchado, me hizo bien’, ya está. Con eso alcanza. Porque este es el camino. Hay que seguir por acá”. Contacto y convocatorias Las instituciones interesadas en sumarse o solicitar talleres pueden comunicarse con el equipo local de mediadores. Las propuestas están pensadas para adaptarse a cada realidad, ya sea escolar, barrial o institucional. “La mediación no es un lujo ni un adorno institucional. Es una necesidad social urgente”, concluye Tomasi.
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