14/07/2025 18:56
14/07/2025 18:56
14/07/2025 18:55
14/07/2025 18:55
14/07/2025 18:55
14/07/2025 18:55
14/07/2025 18:55
14/07/2025 18:55
14/07/2025 18:54
14/07/2025 18:54
Parana » Valor Local
Fecha: 14/07/2025 12:50
El mundo desarrollado enfrenta una transformación demográfica que pone en jaque la base misma del crecimiento económico: la fuerza laboral. Así lo advierte la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en su último Panorama del Empleo, donde advierte que la población en edad de trabajar ya comenzó a disminuir y continuará cayendo durante las próximas décadas, con impactos directos sobre la productividad, el PBI per cápita y la sostenibilidad fiscal. Publicidad “El verdadero motor del crecimiento son los recursos humanos”, afirma el informe. Con menos personas en condiciones de trabajar y una tasa de dependencia de la vejez que se duplicará hacia 2060, la economía de los países desarrollados pasa de un escenario de escasez de empleos a uno de escasez de trabajadores. De no mediar reformas, el crecimiento del PBI per cápita en la OCDE podría desacelerarse un 40%, bajando del 1% anual registrado entre 2006 y 2019 al 0,6% hasta 2060. Frente a este panorama, la OCDE propone una estrategia de activación laboral centrada en cuatro pilares: jóvenes, mujeres, migrantes y trabajadores mayores. Todos ellos representan reservas de talento subutilizado que pueden ayudar a compensar el declive demográfico si se los incluye activamente en el mercado laboral. En países como España, Italia o Grecia, más del 15% de los jóvenes de entre 15 y 29 años no estudian ni trabajan. La recomendación es clara: mejorar la calidad de la educación, reducir el abandono escolar, ampliar programas de formación e incentivar la transición al empleo. En el caso de las mujeres, la brecha de género en el empleo, los salarios y las horas trabajadas sigue siendo significativa. Cerrar esa brecha podría aportar un 0,2% adicional al crecimiento del PIB per cápita anual; si también se iguala el tiempo trabajado, ese impacto podría duplicarse. Para lograrlo, la OCDE pide políticas activas como igualdad salarial, guarderías accesibles, acceso a sectores tecnológicos y condiciones laborales familiares. En cuanto a los migrantes, si bien ya cumplen un rol clave en cubrir vacantes, el informe sugiere que una política migratoria más ambiciosa —con integración real y acceso a servicios públicos— podría convertirse en un verdadero “cambio de juego” para sostener la fuerza laboral. Finalmente, se destaca el rol de los trabajadores mayores: extender la vida laboral de adultos mayores en buen estado de salud no solo aliviana la carga sobre los más jóvenes, sino que también permite preservar experiencia y productividad en sectores clave. El mensaje de la OCDE es claro: sin medidas concretas y urgentes, el envejecimiento poblacional implicará una desaceleración estructural del crecimiento económico en casi todos los países desarrollados. Pero también hay una oportunidad: si se logra aprovechar el talento subutilizado y combinarlo con políticas inteligentes e inclusivas, el deterioro puede evitarse y el bienestar puede mantenerse incluso en sociedades envejecidas. (Fuente: Ámbito)
Ver noticia original