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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 14/07/2025 09:42
La acumulación de líquido en 7 mil embalses a lo largo de dos siglos corrió un metro los polos geográficos terrestres, según un estudio reciente publicado en Geophysical Research Letters. Además, este proceso generó una caída cercana a los 21 milímetros en el nivel global del mar. Los expertos explicaron que la Tierra está compuesta por varias capas, y la más externa, conocida como litosfera, se apoya sobre una capa de magma viscosa. Esta configuración permite que la superficie sólida oscile y se reajuste cuando la masa del planeta se redistribuye, ya sea por fenómenos naturales como el derretimiento de glaciares o por acciones humanas, como el almacenamiento de agua en embalses. Este movimiento genera un cambio en la posición de los polos geográficos, fenómeno conocido como desplazamiento polar verdadero. La comparación que utiliza el estudio para explicar este fenómeno es clara: “Imagine golpear un trozo de arcilla contra un lado de una pelota de baloncesto giratoria: para mantener el impulso, la parte de la pelota con la arcilla se desplazará ligeramente hacia su ecuador y se alejará de su eje de rotación”, alertaron. En el caso de la Tierra, esto significa que la posición del eje de rotación varía en respuesta a la redistribución de masa sobre su superficie. El trabajo de la estudiante de posgrado en Ciencias de la Tierra y Planetarias en la Universidad de Harvard, Natasha Valencic, y su equipo, fue clave para comprender cómo la construcción de represas afectó este fenómeno. Utilizando una base de datos global que reúne información sobre 6862 represas construidas entre 1835 y 2011, analizaron la cantidad de agua almacenada y cómo esa masa alteró la distribución del peso sobre el planeta. “Los embalses artificiales de agua contribuyeron significativamente al cambio del nivel medio global del mar durante el siglo XX y se incluyen en estudios recientes sobre el presupuesto de la desviación polar verdadera (DPT). A lo largo de la primera mitad del siglo XX, la tasa media de DPT fue de 0,30 cm/año, mientras que en la segunda mitad del siglo fue de 0,95 cm/año”, concluyeron los científicos en el trabajo publicado. Impacto ambiental y científico del desplazamiento polar Este desplazamiento no solo tiene implicancias en la posición geográfica de los polos, sino también en la comprensión del aumento y la distribución del nivel del mar a nivel global. El estudio demostró que, al retener agua en los embalses, los humanos extrajeron una cantidad significativa de agua de los océanos, lo que provocó una caída en el nivel global del mar cercano a los 21 milímetros. Sin embargo, la humanidad logró retener aproximadamente una cuarta parte de ese aumento gracias a las presas, una cantidad considerable, según Valencic. Este dato plantea un desafío para los modelos climáticos y oceanográficos actuales, ya que el aumento del nivel del mar no es homogéneo ni se produce de forma lineal en todas las regiones. “Al retener agua tras presas, no solo se extrae agua de los océanos, lo que provoca una caída global del nivel del mar, sino que también se distribuye la masa de forma diferente en todo el mundo”, afirmó Valencic. Esta redistribución de masa genera cambios en la gravedad y en el campo geodinámico de la Tierra que deben ser considerados para obtener mediciones precisas del aumento del nivel del mar. Además, el estudio advierte sobre la importancia de tener en cuenta la ubicación geográfica de las presas y embalses, “dependiendo de dónde se ubiquen las presas y los embalses, la geometría del aumento del nivel del mar cambiará”. Esto implica que las regiones costeras enfrentarán distintas realidades climáticas, con posibles impactos variables sobre las comunidades humanas y los ecosistemas. Este hallazgo también abre una ventana para anticipar cómo podría comportarse el desplazamiento polar en un futuro donde la pérdida de hielo por el cambio climático siga avanzando Aunque el desplazamiento provocado por las presas fue pequeño, con un movimiento total de apenas un metro, “no vamos a entrar en una nueva era glacial”, aclaró la investigadora, “pero sí tiene implicaciones para el nivel del mar”. El estudio pone de manifiesto la necesidad de incorporar datos sobre los embalses y su masa almacenada en los modelos climáticos y geofísicos. Tradicionalmente, el derretimiento de hielos y la expansión térmica del agua se consideraron las principales causas del aumento del nivel del mar, pero ahora se debe añadir la influencia del almacenamiento artificial de agua en represas. Si la ubicación de los embalses afecta la distribución de masa y, en consecuencia, la dinámica del nivel del mar y el desplazamiento polar, las políticas de infraestructura hídrica deben considerar estos efectos para minimizar impactos negativos a largo plazo. El estudio también resalta un aspecto técnico importante para la comunidad científica: el desplazamiento polar debe ser evaluado tomando en cuenta todas las fuentes de masa que alteran la superficie terrestre. De lo contrario, los cálculos podrían subestimar los cambios en la orientación del eje terrestre y la gravedad local, factores que afectan mediciones satelitales, navegación y predicciones climáticas. Fuente: APFDigital
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