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» Misionesopina
Fecha: 13/07/2025 06:03
El nuevo mapa político del Concejo Deliberante de Posadas, que entrará en vigencia a partir del próximo 10 de diciembre tras la renovación parcial de bancas en las elecciones del pasado 8 de junio, ya comienza a delinear movimientos estratégicos de cara a la conformación de alianzas, bloques y posibles interbloques. En ese escenario, uno de los nombres que empieza a tomar fuerza para liderar la reorganización del arco opositor es el del concejal Pablo Argañaraz, recientemente reelecto por el Partido Libertario. Ex radical, con experiencia legislativa acumulada y un posicionamiento político, Argañaraz viene desarrollando conversaciones con todos los sectores y se perfila como una figura “potable” para asumir la conducción de un espacio opositor amplio, capaz de articular discursos diversos sin perder identidad. Fuentes cercanas a las distintas bancadas, tanto oficialistas como opositoras, reconocen que el edil libertario ya inició rondas de conversaciones informales para avanzar en ese armado, que podría configurarse como un interbloque con eje en los nuevos representantes de la oposición. En las elecciones del 8 de junio, Argañaraz fue el concejal opositor más votado de todos los que compitieron por fuera del Frente Renovador. Logró retener su banca, lo que representa no solo un respaldo electoral claro, sino también un reconocimiento a su tarea legislativa previa. El nuevo Concejo estará compuesto por 14 ediles, de los cuales siete renovaron mandato en los últimos comicios. A los actuales concejales Jair Dib, Samira Almirón, Héctor Cardozo, Valeria Gómez de Olivera, Laura Traid, Judith Salom y Luciana Scromeda, se sumarán desde el 10 de diciembre Daniel Vigo y Malena Mazal (reelecta) por el Frente Renovador; Francisco “Pepi” Wipplinger y Ángel Martínez por el partido Por la Vida y los Valores; María Fernández y Santiago Horianski de La Libertad Avanza; y Pablo Argañaraz, que renovó su banca bajo el sello del Partido Libertario. Aunque todavía no está claro cómo se reorganizarán formalmente los bloques, ya circulan versiones de un posible entendimiento entre Argañaraz y los dos concejales electos de La Libertad Avanza, con quienes comparte afinidad ideológica. No se descarta, incluso, que logre sumar a representantes de sectores que ingresaron por otras expresiones opositoras, como Por la Vida y los Valores, en función de puntos programáticos comunes. Lo llamativo es que incluso desde el oficialismo admiten que Argañaraz podría jugar un rol institucional clave en el nuevo Concejo. Más allá de los frecuentes cruces en el recinto durante su primer mandato, destacan su capacidad de diálogo y su disposición a negociar acuerdos legislativos cuando los proyectos lo ameritan. “No es un opositor irracional ni incendiario. Tiene convicciones, pero sabe cómo se construye políticamente desde una minoría”, deslizó un edil renovador que continuará en funciones. Argañaraz, por su parte, evita confirmar cualquier tipo de conducción formal, pero sí admite estar “hablando con todos los sectores”. El eventual liderazgo de un interbloque opositor con Argañaraz a la cabeza podría alterar el dominio que viene teniendo la renovación ya que quedarían siete renovadores contra siete oficialistas, más allá de que hay versiones de que al menos uno de los libertarios se posicionaría cerca de la renovación, devolviendo la "gentileza" que el oficialismo brinda a nivel nacional en el Congreso. Igualmente habrá una oposición más cohesionada y con figuras nuevas que prometen debates más intensos. Se abre, entonces, una nueva etapa en el Concejo posadeño, en la que los consensos se volverán moneda de cambio imprescindible para avanzar en cualquier iniciativa. Con este panorama, la figura de Pablo Argañaraz parece haber encontrado un punto de madurez política: ya no solo como edil con perfil opositor, sino como articulador de un espacio que aspira a dejar de ser solo testimonial y pasar a jugar con peso propio en las decisiones de la ciudad.
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